Archivo de la categoría ‘alimentacion-cancer’

jue
17

Una dieta baja en calorías inhibe el cáncer de piel

17 de abril de 2008

Según un artículo pubicado esta semana en scientificblogging.com, investigadores del Centro oncológico M. D. Anderson de la Universidad de Texas señalan que una dieta baja en calorías inhibe el desarrollo de tumores precancerosos en un modelo de cáncer de piel, reduciendo la activación de dos vías de señalización que se sabe contribuyen al desarrollo y crecimiento del cáncer, mientras que una dieta que induce a la obesidad activaría estas vías.

Los cánceres epiteliales se originan en el epitelio, tejido que bordea las superficies y cavidades de los órganos del cuerpo.

«La restricción calórica y la obesidad influyen directamente en la activación de los receptores EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y IGF-1R (receptor del factor de crecimiento similar a la insulina)», señaló la autora principal Tricia Moore, estudiante de postgrado del Departamento de Carcinogénesis del M. D. Anderson. «Estos receptores afectan, posteriormente, a la señalización en vías moleculares como Akt y mTOR».

«La restricción calórica, a la que nos referimos como equilibrio energético negativo, inhibe esta señalización, mientras que la obesidad, o equilibrio energético positivo, potencia la señalización a través de estas vías, dando lugar al crecimiento, proliferación y supervivencia de las células», añadió Moore.

El equilibrio energético alimentario hace referencia a la relación entre la ingesta calórica y el gasto de energía. Según el autor senior John DiGiovanni, Doctor y Director del Departamento de Carcinogénesis y del centro de investigación del M.D. Anderson en Smithville, Texas, las investigaciones previas, tanto experimentales como epidemiológicas, sugieren que el equilibrio energético positivo crónico, que puede conducir a la obesidad, incrementa el riesgo de desarrollar una serie de cánceres, mientras que el equilibrio negativo a menudo lo reduce.

En este estudio se utilizaron cuatro dietas: dos con reducciones calóricas de un 30% y un 15%, respectivamente; una dieta de control con un 10% de kilocalorías de grasa; y una dieta que provoca obesidad, con un 60% de kilocalorías de grasa. A continuación se administraron una serie de agentes a los ratones para inducirles unas lesiones precancerosas denominadas papilomas, consideradas precursoras del cáncer.

Los ratones con las dietas bajas en calorías mostraron una inhibición de la formación de papilomas estadísticamente importante en comparación con los de las otras dos dietas.

En un experimento independiente se evaluaron el desarrollo de carcinomas y el efecto del equilibrio energético alimentario en la conversión de papilomas en carcinomas. El estudio demostró que el equilibrio energético alimentario determina el número de carcinomas encontrado debido a sus efectos sobre la cifra de lesiones precancerosas, pero no influye en la tasa de conversión.

Se sabe que las vías Akt y mTOR son importantes para el desarrollo de cáncer de piel en este sistema de modelos. Además, un incremento en la señalización de Akt y mTOR está relacionado con el crecimiento proliferación y la supervivencia de muchos cánceres en humanos.

«Estos resultados sientan las bases para futuros estudios traslacionales de las vías Akt/mTOR mediante combinaciones de enfoques farmacológicos y de estilos de vida para prevenir y controlar los cánceres epiteliales relacionados con la obesidad en humanos», señaló DiGiovanni. «Estos resultados, aunque se hayan obtenido en un modelo de ratones con cáncer de piel, se pueden aplicar, en términos generales, a otros cánceres epiteliales en otros tejidos», añadió.

Fuente: Scientific Blogging

mar
15

Las grasas trans relacionadas al cáncer de mama

15 de abril de 2008

Un equipo de investigadores europeos han señalado que las grasas trans, también conocidas como ácidos grasos trans, podrían incrementar el riesgo de cáncer de mama.

Según ellos, las mujeres con los niveles de grasas trans en sangre más elevados tienen el doble de riesgo de desarrollar un cáncer de mama que las mujeres con los niveles más bajos.
«A estas alturas, solo podemos recomendar limitar el consumo de alimentos procesados, fuente de ácidos grasos trans de producción industrial», indicaron los investigadores en la revista American Journal of Epidemiology.

Los ácidos grasos trans se elaboran al crear grasas artificiales mediante, por ejemplo, un proceso de hidrogenización. Irónicamente, en un principio se crearon como sustituto sano de las grasas saturadas que atascan las arterias, como las presentes en la mantequilla y la manteca de cerdo. Pero el proceso necesario para lograr que el aceite vegetal se comporte como mantequilla hace que sean tan perjudiciales como esta.

Nueva York y California ya han prohibido su uso en restaurantes y Canadá y Gran Bretaña han estudiado esa posibilidad, por lo que inumerables compañías alimentarias han dejado de utilizarlos como ingrediente.

Veronique Chajes del Centro de investigación nacional francés de la Universidad de Paris-Sur y sus colegas han estudiado un grupo de mujeres participantes en un gran ensayo europeo sobre el cáncer. Los investigadores estudiaron las muestras de sangre, recogidas entre 1995 y 1998, de 25.000 mujeres que voluntariamente informaron sobre sus hábitos alimentarios y estilo de vida y de las que, posteriormente, se realizó un seguimiento para ver si desarrollaban un cáncer.
Chajes y sus colegas estudiaron a 363 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y compararon sus niveles en sangre de ácidos grasos trans con los de las mujeres que no desarrollaron cáncer, observando que cuanto mayores eran sus niveles de grasas trans, más probabilidades tenían de desarrollar cáncer.

Los investigadores observaron también que las mujeres con los niveles más elevados de ácidos grasos omega-3, estudiados por sus posibles beneficios para la salud, no mostraban menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama.

Las mujeres obesas tienen más probabilidades de padecer cáncer de mama, entre otros tipos de cáncer, y las dietas ricas en grasas también están relacionadas con el cáncer de mama.

Fuente: Reuters

mié
19

Relación entre la obesidad y el cáncer

19 de diciembre de 2007

ScienceDaily.com informa esta semana sobre un nuevo estudio del George Institute for International Health, en Sydney, Australia que demuestra la existencia de una relación directa y clara entre la obesidad y el cáncer colorectal.

El informe, publicado el 14 de diciembre en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, indica que los individuos obesos (con un Índice de Masa Corporal (BMI) >30 kg/m2) tienen un riesgo un 20% superior de desarrollar cáncer colorectal en comparación con los de peso normal (BMI < 25 kg/m2). El estudio indica también que en los hombres obesos el riesgo de cáncer es un 30% más elevado que en las mujeres obesas. Según los resultados del estudio, incluso unos cuantos kilos de más incrementa sustancialmente el riesgo de cáncer colorectal: el incremento del riesgo es de un 7% por cada 5kg de sobrepeso.

La Dra. Rachel Huxley y sus colegas del George Institute revisaron los datos de más de 70.000 pacientes en un análisis que incluía estudios de todo el mundo. El nuevo informe está relacionado con el último informe del World Cancer Research Fund, que también respalda la relación entre obesidad y cáncer. La principal recomendación del informe es: «Estar lo más delgado posible dentro del rango normal de peso corporal», que para un adulto medio debe ser un BMI de entre 21 y 23′. Las ocho recomendaciones incluidas en el informe se basan en unos hábitos saludables de alimentación, bebida y actividad física, enviando un mensaje directo de la relación entre la dieta y el riesgo de cáncer. «Aunque todavía están por aclarar los mecanismos que explican la relación entre el exceso de peso y el riesgo de cáncer, un número considerable de pruebas respaldan la idea de que la dieta y la actividad física desempeñan un papel importante», añadió la Dra. Huxley.

Finalmente, los autores concluyeron que, aunque un 20% es un riesgo considerable, estudios previos habían sugerido que la obesidad podía estar asociada con un riesgo de cáncer colorectal hasta un 30-60% superior, algo que según la Dra. Huxley, se trata de una sobreestimación. “No obstante, un 20% aún es una cifra considerable y envía un claro mensaje acerca de la necesidad de tener cuidado con lo que se come y hacer ejercicio físico”.

mar
20

Omega 3 podría matar células de cáncer gástrico

20 de noviembre de 2007

Según foodconsumer.org, un nuevo estudio chino, publicado en el ejemplar de noviembre de 2007 de la revista Zhonghua Wei Chang Wai Ke Za Zhi, señala que la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podría proteger frente al cáncer gástrico.

Yin Y, de la Universidad Sun Yat-sen, en Guangzhou, China, y sus colegas, descubrieron que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 inhiben el crecimiento in vitro del cáncer gástrico promoviendo la apoptosis, muerte celular programada ausente en las células cancerosas.

Para el estudio, los investigadores trataron la línea celular SGC-7901 del cáncer gástrico humano con ácido eicosapentaenoico (20:5 omega-3, EPA) o ácido docosahexaenoico (22:6 omega-3, DHA) en concentraciones de 10, 20 y 40 mug/ml.

Según el estudio, tanto el EPA como el DHA, dos ácidos grasos omega que se suelen encontrar en el pescado azul, inhibieron considerablemente el crecimiento de las células cancerosas e indujeron la apoptosis en función de la dosis y el tiempo.

Los investigadores escribieron: «Las alteraciones funcionales y de composición en la membrana mitocondrial pueden ser un iniciador importante de la apoptosis inducida por ácidos grasos poliinsaturados omega-3».

jue
8

Dietas bajas en colestoral podría incrementar riesgo de cáncer

8 de noviembre de 2007

Según un artículo publicado este mes en google-sina.com, investigadores del Rowett Research Institute de Aberdeen, en el Reino Unido, sugieren que las dietas bajas en hidratos de carbono, como la Atkins, podrían reducir una bacteria que combate el cáncer, incrementando el riesgo de cáncer de intestino.

En el estudio, en el que se asignaron tres dietas con diferentes niveles de carbohidratos (bajo, medio y alto) a 19 hombres con sobrepeso, los investigadores observaron una relación entre el consumo de hidratos de carbono y la producción de un ácido graso en el intestino que protege del cáncer colorectal.

Los hombres de la dieta rica en carbohidratos consumieron 400 gr. de hidratos de carbono al día (lo habitual en una dieta promedio) mientras que los los de la dieta baja en carbohidratos consumieron tan solo 24 gr. diarios (cantidad normal en este tipo de dietas); estos últimos experimentaron una caída en los niveles de la bactería que combate el cáncer.

Según el Prof. Harry Flint, del Rowett Research Institute, es una bacteria la que produce el ácido butirato que ayuda eliminar las células cancerosas y las dietas bajas en carbohidratos pueden producir una reducción de hasta cuatro veces en el número de esta bacteria.

Aunque las dietas bajas en carbohidratos han demostrado ser eficaces, muchos profesionales las consideran insanas, especialmente a largo plazo. Según el Prof. Flint, este tipo de dietas podrían llegar a contribuir al cáncer de colon a largo plazo, dado que existen pruebas de que una dieta pobre incrementa el riesgo de este tipo de cáncer.

La dieta Atkins ha sido aclamada por mucha gente famosa, porque les ha ayudado a adelgazar. Consiste en una reducción drástica de los alimentos ricos en hidratos de carbono durante dos semanas, período en el que en la mayoría de los casos se produce una enorme pérdida de paso. Después de estas dos semanas, se deben ir incrementando lentamente los niveles de carbohidratos, pero según Flint, muchas personas caen en la tentación de mantenerlos bajos, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar un cáncer de intestino.

Según otros expertos, el riesgo de cáncer de intestino aumenta cuando la gente consume mucha grasa animal.

En general, se recomienda seguiruna dieta sana y equilibrada, rica en fibra, fruta y vegetales y baja en carnes rojas y procesadas.

Fuente: Google Sina

jue
25

El curry podría contener agentes anticancerígenos

25 de octubre de 2007

Se pretende demostrar que la curcumina tiene poderes anti-cancerígenos

Según un artículo publicado en septiembre en la Web del M.D. Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, la curcumina, principal ingrediente la cúrcuma especia incluida en la mezcla de especias con la que se hace el curry, podría actuar como posible agente anticancerígeno en humanos.

Razelle Kurzrock, es quien evalúa los datos de laboratorio de cualquier agente farmacéutico nuevo antes de incorporarlo a los ensayos clínicos del M. D. Anderson Cancer Center. “El Dr. Bharat Aggarwal, jefe del laboratorio de investigación de citoquinas en el Departamento de Terapéutica Experimental, me dijo: ‘Quiero que veas unos resultados fantásticos que hemos obtenido en el laboratorio con un nuevo agente’”, señala la Dra. Kurzrock. “Pero no quiso decirme cuál era el agente; quería que primero viera los resultados”.

La Dra. Kurzrock, quedó impresionada. “Era evidente que este agente era tan potente eliminando células tumorales en el laboratorio como cualquier fármaco experimental que yo había visto en las empresas farmacéuticas”, señala. Cuando el Dr. Aggarwal le dijo que el agente activo era la curcumina, Kurzrock empezó a diseñar un estudio clínico para comprobar la eficacia de la curcumina en humanos.

Las propiedades antiinflamatorias de la curcumina han sido valoradas en la medicina oriental durante siglos, pero su mecanismo de acción no fue identificado hasta que en 1995, el Dr. Aggarwal y sus colegas demostraron que la curcumina desactiva el factor nuclear kappa B (NF-kB), implicado en la regulación de la inflamación y otros procesos.

Al bloquear la actividad de este “interruptor maestro”, la curcumina parece interferir con el proceso del cáncer en su inicio, impidiendo múltiples vías de desarrollo: reduce la respuesta inflamatoria, inhibe la proliferación de las células tumorales, induce su autodestrucción y frena el crecimiento de los vasos saguíneos que alimentan los tumores. Estos efectos pueden reducir el tamaño de los tumores e inhibir la metástasis. Es más, la desactivación del NF-kB permite que los fármacos de la quimioterapia tradicional destruyan con más eficacia las células cancerosas.

Cientos de estudios de laboratorio realizados por el Dr. Aggarwal y la Dra. Kurzrock, entre otros, han demostrado que la curcumina es biológicamente activa frente a muchos tipos de células cancerosas: melanoma, cáncer de mama, de vesícula biliar, cerebral, pancreático y de ovario, por nombrar algunos. “En el laboratorio todavía no hemos encontrado un tipo de cáncer frente al que no muestre actividad”, señala el Dr. Aggarwal.

Aunque todavía queda un largo camino por recorrer desde el laboratorio a los ensayos clínicos, el Dr. Aggarwal ve en la curcumina un posible prometedor agente preventivo e incluso un tratamiento para el cáncer. Como agente medicinal, su potencial va más allá del cáncer. Estudios de laboratorio han demostrado que la curcumina podría ser prometedora en toda una serie de enfermedades distintas que también presentan inflamación, como la artritis, la enfermedad inflamatoria intestinal, el Alzheimer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, etc. A raíz de estos descubrimientos, el número de estudios clínicos con curcumina se ha incrementado considerablemente en los últimos años y continúa aumentando.

La investigación clínica de la curcumina es todavía nueva pero muy prometedora. Los primeros estudios del M. D. Anderson han demostrado que la curcumina es tolerable e inocua a elevadas dosis orales.

En un ensayo sobre la curcumina realizado recientemente por la Dra. Kurzrock y sus colegas con 49 pacientes con cáncer pancreático avanzado, que suele ser considerablemnete resistente al tratamiento, dos de los pacientes tuvieron una respuesta significativa, permaneciendo estables durante 8 y más de 22 meses, respectivamente. Otro experimentó una respuesta breve, pero asombrosa: una reducción de un 73% en el tamaño del tumor.

Según la Dra. Kurzrock: “Esto indica que la curcumina sí tiene una actividad biológica en el cáncer pancreático […]. Todavía es demasiado pronto para saber si influirá en la tasa de supervivencia, pero definitivamente está garantizada más investigación al respecto”.

vie
3

La cafeína y el ejercicio podrían reducir el riesgo de cáncer de piel

3 de agosto de 2007

Según un artículo publicado esta semana por Reuters, investigadores de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, afirman que el ejercicio combinado con el consumo moderado de cafeína podría ayudar a proteger del cáncer de piel inducido por el sol.

Los experimentos realizados con ratones han apuntado a que, de algún modo, la cafeína y el ejercicio juntos facilitan la destrucción de las células precancerosas cuyo ADN se ha visto dañado por la radiación UV-B.

«Creemos que será importante para la prevención y, posiblemente, no sólo del cáncer de piel, sino también de otros tipos de cáncer», señaló el investigador de Rutgers Allan Conney, uno de los científicos del estudio.

Los investigadores estudiaron grupos de ratones sin pelo previamente expuestos a lámparas de radiación UV-B que habían dañado el ADN de sus células epiteliales. Un grupo tomó agua que contenía una cantidad de cafeína equivalente en humanos a un par de tazas de café diarias; el segundo grupo hizo ejercicio en una rueda; el tercero, se ejercitó y tomó la cafeína; y el cuarto, no hizo ejercicio ni tomó cafeína.

Tanto la cafeína como el ejercicio por separado incrementaron aproximadamente un 100% la capacidad de los ratones para eliminar las células precancerosas que podían derivar en un cáncer de piel en comparación con los que no tomaron ni hicieron nada. Pero además, los ratones que combinaron ambas cosas mostraron un incremento en esta capacidad de cerca de del 400%.

Los investigadores están ansiosos por descubrir si estos resultados se pueden aplicar a los humanos. No obstante, mientras tanto, advierten a la gente que no deje de usar los protectores solares. “No deben creer que saliendo a hacer un poco de ejercicio y bebiendo mucho café van a estar protegidos”, señala Conney.
El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los investigadores han recordado, también, que estudios previos han proporcionado pruebas de que el ejercicio y el consumo de cafeína en forma de café, puede estar relacionado con una reducción en el riesgo de otros tipos de cáncer.
Conney pretende averiguar, ahora, el modo preciso por el cual la combinación de ambas cosas produce este efecto protector sobre la piel dañada por el sol.

Fuente: Reuters

jue
19

Relacionan el pomelo con el cáncer de mama

19 de julio de 2007

Según un artículo publicado estas semana en BBCNews, científicos estadounidenses afirman que el consumo diario de grandes cantidades de pomelo podría incrementar casi un tercio el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

En un estudio de 50.000 mujeres posmenopáusicas se observó que simplemente la ingesta de un cuarto de pomelo al día incrementa el riesgo hasta un 30%.

Se cree que esta fruta aumenta los niveles de estrógenos: hormona relacionada, según el British Journal of Cancer, con un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Sin embargo, los investigadores y otros expertos señalan que es necesario investigar todavía más sobre el tema.

En el estudio, las mujeres tuvieron que rellenar una encuesta acerca de la frecuencia con la que tomaban pomelo y cuánta cantidad.

Los investigadores, de las universidades de California del Sur y Hawaii, observaron que las mujeres que ingerían un cuarto de pomelo o más al día tenían un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de mama que las que no tomaban esa fruta en absoluto.

Estudios anteriores han demostrado que una molécula llamada citocroma P450 3A4 (CYP3A4) participa en la metabolización de los estrógenos. Y el pomelo puede impulsar los niveles de estrógenos en sangre inhibiendo esta molécula, lo que permite la formación de estas hormonas.

Los investigadores observaron también que las mujeres que tomaban al menos un cuarto de pomelo al día, los niveles de estrógenos eran más elevados. Y añaden: «Es de sobra sabido que los estrógenos están relacionados con el riesgo de cáncer de mama». De esto se deduce que «si la ingesta de pomelo afecta al metabolismo de los estrógenos conduciendo a unos niveles más elevados en sangre, entonces, es biológicamente plausible que la ingesta regular de pomelo incremente el riesgo de cáncer de mama».

Según los investigadores, esta es la primera vez que se relaciona un alimento de consumo habitual con un aumento en el riesgo del cáncer de mama en mujeres mayores. Sin embargo, advierten que es necesario seguir investigando para confirmar estos resultados, ya que por ejemplo, este estudio solo ha tenido en cuenta la fruta en sí y no el zumo de pomelo.

Según la Dra. Joanne Lunn, nutricionista de la British Nutrition Foundation: «Aunque empezamos a ser más conscientes de cómo puede influir nuestra dieta en el riesgo de enfermedades como el cáncer, todavía estamos lejos de identificar alimentos concretos que puedan aumentar o disminuir el riesgo de enfermedades de forma específica».

Sin embargo, señala que sí hay algunos patrones dietéticos relacionados con una reducción en el riesgo de ciertos tipos de cáncer y se sabe que una dieta rica en una serie frutas y vegetales variados podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedad coronaria y de algunos cánceres.

Fuente: BBC News

mié
20

Posible riesgo de dietas bajas en hidratos de carbono

20 de junio de 2007

La dieta Atkins podría incrementar el riesgo de cáncer de intestino

Según un artículo publicado esta semana en thisislondon.co.uk, las dietas bajas en hidratos de carbono, como la controvertida dieta Atkins, podrían incrementar el riesgo de cáncer de intestino.

Según una nueva investigación, el motivo sería la relación existente entre una disminución en la ingesta de hidratos de carbono y unos niveles más bajos de una sustancia química llamada butirato, un ácido fabricado por bacterias que combate el cáncer de intestino eliminando las células cancerosas.

Investigadores del Aberdeen’s Rowett Research Institute han descubierto que las dietas bajas en hidratos de carbono pueden reducir hasta cuatro veces estas bacterias que combaten el cáncer.

Professor Harry Flint, who led the research, said: «In the long run, it is possible that such diets could contribute to bowel cancer. It is a preventable disease, and there is evidence that poor diet can increase your risk.»

La dieta Atkins ha ayudado a adelgazar a famosas como Jennifer Anniston, Catherine Zeta-Jones o Renee Zellweger. Consiste en una reducción drástica en la ingesta de carbohidratos, incluidos alimentos como las patatas, lo productos lácteos o el alcohol. Esto supuestamente cambia la química del cuerpo, que pasa de ser una máquina que quema hidratos de carbono a quemar grasas, dando lugar a una importante pérdida de peso. En principio, esta reducción debe durar alrededor de dos semanas para luego ir aumentando lentamente los niveles de carbohidratos durante las semanas posteriores.

Sin embargo, según el Prof. Harry Flint, que ha dirigido esta investigación, algunos dietistas caen en la tentación de prolongar el tiempo de reducción, lo que incrementa el riesgo de cáncer de intestino.

En el estudio del Instituto Rowett, se dieron a 19 hombres obesos tres dietas con diferentes niveles de hidratos de carbono: alto, medio y bajo. Los de la dieta con un nivel elevado de hidratos de carbono consumieron 400gr diarios, mientras que los de la dieta con el nivel más bajo de carbohidratos tomaron tan solo 24gr al día (lo habitual en las dietas bajas en hidratos de carbono). En este último grupo se observó una reducción de hasta cuatro veces en el nivel de bacterias que combaten el cáncer.

Según Flint, es probable que los resultados, que han sido publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology, sean los mismos para las mujeres.
Las dietas bajas en carbono han creado mucha controversia. Los que la defienden se basan en que es la dieta más eficaz para perder peso en comparación con cualquier otro enfoque, mientras que los que están en contra critican sus riesgos para la salud, como un incremento en el riesgo de enfermedad coronaria o de osteoporosis en las mujeres.

Fuente: This is London

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sáb
16

Barbacoas y cáncer

16 de junio de 2007

Cómo protegerse del cáncer que produce la barbacoa

Un estudio realizado por el Lawrence Livermore National Laboratory ha demostrado que la parrilla produce a una serie de carcinógenos en la carne. Un tipo de estos compuestos causantes del cáncer, conocido como aminas heterocíclicas (HA), se desarrolla por el efecto del calor en los aminoácidos y la creatinina de la carne. En general, cuanto más tiempo se cocina la carne y a temperaturas más elevadas, más aminas heterocíclicas se producen. A la parrilla es el método más dañino, seguido de los fritos, mientras que al vapor, cocida o a la plancha se producen menos HA.

A continuación se indican algunas sugerencias para reducir la ingesta de HA, basadas en un trabajo realizado por Jim Felton, Garrett Keating y Mark Knize, del programa de investigación del UC-Davis Cancer Center:

  • Antes de asar la carne a la parrilla, cocinarla parcialmente en el microondas y desechar el jugo que quede en el recipiente. El hecho de precocinar una hamburguesa durante unos minutos en el microondas elimina hasta un 95% de los HA.
  • Voltear las hamburguesas con frecuencia. Voltear la hamburguesa una vez por minuto reduce la formación de HA hasta un 100%, probablemente debido a que se mantiene la carne de dentro a menor temperatura.
  • Adobar la carne antes de asarla a la parrilla. Un estudio del laboratorio Livermore demostró que adobar el pollo 40 minutos con una mezcla de azúcar moreno, aceite de oliva, vinagre de sidra, ajo, mostaza, zumo de limón y sal reduce la formación de HA entre u 92 y un 99%.
  • Utilizar un termómetro para carnes. Cocinar la carne de ave a una temperatura de 74°-82° C, la carne picada de ternera, cerdo y cordero entre 71°-76° y los asados y filetes de ternera entre 63°-71°. No cocine la carne “bien pasada”.
  • Tome vegetales crucíferos, como el brécol, el repollo, la coliflor, la col rizada o las coles de bruselas, uno o dos días antes de la barbacoa. Todos ellos contienen una serie de compuestos que activan una enzimas en nuestro cuerpo capaces de neutralizar la toxicidad de las HA.

Fuente: Universidad de Davis