Con el final de los Carnavales, llega la Cuaresma, un tiempo de reflexión e introspección incluido en el calendario cristiano, destinado a prepararse para la Semana Santa. Como sucede con muchas celebraciones de carácter religioso, la influencia en la mesa es muy marcada ¡y deliciosa! Los menús de estos días tan importantes para la Cristiandad reflejan algunos ritos que, aunque ya no se practican de manera generalizada, sí se han quedado instalados en el gusto y los hábitos de los españoles, y también en muchos países de América Latina.

Porrusalda con migas de bacalao, de Cocina con Bárbara

Prescindimos de las carnes y optamos por el pescado, se aprovechan ingredientes que aportan energía y que están de temporada para conseguir el mismo efecto saciante y la intensidad de sabor, un vestigio del ayuno (que también se practica en Semana Santa). Los productos de la huerta, del pimentón a la patata, pasando por los puerros, los tomates, las alcachofas o las espinacas, aportan color y matices, y nos recuerdan el origen humilde de estas especialidades, que conservan su toque campesino y sencillo, de cocina lenta y pausada ¡que tanto nos gusta!

  • Platos de Cuaresma: Caldos y guisos triunfan en esta época del año, empleando pescados y verduras de temporada, con recetas que prescinden de las proteínas de ternera o cerdo, para incorporar pescados, mariscos o pulpo. Destacan la porrusalda (una sopa elaborada con puerros, patatas y otros vegetales), o platos de cuchara con legumbres y vegetales muy nutritivos (una excelente opción vegetariana), y guisos de Garbanzos de Vigilia, el ingrediente básico del conocido Potaje de Cuaresma, que no puede faltar en las mesas de estas fechas.
Potaje de Vigilia (Garbanzos con Bacalao), de LasRecetasdeMiMadre
  • Recetas con bacalao, la estrella de la Cuaresma: Este pescado carnoso y de sabor intenso es el protagonista del menú de Cuaresma, no solo porque está de temporada, sino por su textura densa y su gran aporte de proteínas, razón por la que se le conoce como “la ternera del mar”. El bacalao se popularizó como alternativa a las carnes también por la facilidad de conservación y transporte, ya que gracias a la salazón era fácil llevarlo desde el puerto a cualquier punto de la geografía española. Su versatilidad admite muchas combinaciones: más allá del Potaje de Vigilia, se puede preparar con patatas, con salsas, al horno con verduras, y por supuesto en frituras, como los Buñuelos de Bacalao.
Migas de Bacalao confitadas con Piquillos caramelizados, de José Villalta
  • Buñuelos de Cuaresma: Los buñuelos entran en la categoría culinaria de frutos de sartén, o lo que es lo mismo masas fritas de harina, huevos, leche, agua y levadura, muy presentes en nuestra gastronomía. Los buñuelos tienen raíces romanas y árabes, y aparecen en muchas festividades religiosas a lo largo del año, como San José, Semana Santa o el Día de Todos Los Santos. En Cuaresma es habitual tomarlos rellenos de bacalao desmigado, usando una receta del siglo XIX muy popular en España y Portugal; pero también son muy tradicionales las opciones con rellenos dulces, desde confituras o crema pastelera, a compotas de fruta como la manzana, hasta miel, nata, chocolate o trufa.
Buñuelos de Viento, de Verónica (@Vero_Delicious)
  • Dulces de Cuaresma: Y aunque la tradición dicta privarse de ciertos gustos, incluso en Cuaresma ¡a nadie amarga un dulce! A los buñuelos de viento con rellenos de frutas y crema se suman otros postres caseros que también se toman en Carnaval, como las torrijas, las flores fritas, los pestiños o la leche frita, esta esponjosa tortita de leche aromatizada y maicena, frita y bañada en licor, azúcar y canela.
Leche frita infusionada con mandarina, de Sandra M. (@cocina_practica_)

Deja que la devoción por la cocina llegue a tus fogones, prepara todos estos platos típicos de Cuaresma y ¡comparte con la Comunidad tu propuesta para disfrutar o reinventar estas recetas llenas de Historia!