Las semillas están de moda y cada vez son (o mejor dicho, somo) más las personas que las incluimos en nuestra dienta diario y, no solo por que sea una moda o por el sabor sino, por lo que nos aportan.
Hasta hace no mucho utilizabamos de una manera muy concreta y, muchas de las semillas ni las conocíamos pero, hoy, toman un especial protagonismo en muchas de nuestras preparaciones tanto, molidas como en grano.
Las podemos incluir como snack, para dar un toque divertido a la plasta, para complementar nuestros desayunos (tostadas untadas en queso o mermelada, leche y batidos…),para darle un toque «crunchy» a nuestras ensaladas, en rellenos de carnes o pastes (dulce o salados ¡todo vale!).
Las semillas, en general, nos dan un aporte extra de fibra, calcio, potasio, vitaminas, ácido fólico, etc..
Un ejemplo sencillo de lo que podemos preparar con semillas las siguientes recetas que, he preparado con mis semillas favoritas.
Semillas de lino o linaza
Aproximadamente un 50% de la composición de cada semilla de lino son omega 3 y, el resto se lo reparten entre minerales y vitaminas. El lino se presenta como un potente antiinflamatorio, antioxidante y combatiente del colesterol, por lo que es muy interesante incluirlo en nuestra dieta y, lo mejor, es que tiene un sabor delicioso.
Introducir las semillas en la dieta es muy sencillo y, la recetas que os propongo da buena cuenta de ello (pincha en la imagen y podrás ver la receta al completo) y, la idea de añadirla a nuestras tostadas cada mañana es deliciosa:
Semillas de chía
La «fuerza» de los Mayas y los Aztecas es un súper alimento, incluso estas civilizaciones lo llegaron a considerar como más valioso que el propio oro. ¿Por qué es un súper alimento? los datos lo demuestran; contiene 5 ves más calcio que la leche, 3 veces más antioxidantes que los arándanos, 3 veces más hierro que las espinacas, 2 veces más fibra que la avena, 2 veces más proteína que cualquier verdura o semilla y 2 veces más potásico que un plátano. Además, de ser una semilla rica en omega 3, minerales y vitaminas.
No se trata de basar nuestra dieta solo en la chía, sino de incluirla de manera sencilla en diversas recetas y, lo mejor ¡sabe a nuez! Te propongo dos recetas sencillas y deliciosas:
Semillas de quinoa
La quinoa es otra de esas semillas que, poco a poco, se va popularizando pero, lo cierto, es que se trata de un súper alimento cultivado desde hace 5000 años.
Esta semilla da mucho juego en la cocina ya que además de utilizarla como semilla le podemos dar el uso que le debemos, habitualmente, a cualquier cereal por lo que, es ideal para la dieta de personas celíacas.
Como el resto de semillas tiene un alto contenido en proteínas, grasas (omega 6 y omega 3), fibra, minerales y, vitaminadas B y E.
En la cocina nos da mucho ya que, una vez bien lavada y hervida, la podemos utilizar para hacer hamburguesas, en ensadalas, en salteados, y, por ejemplo, en cualquier preparación en la que habitualmente usemos la avena.
Particularmente, me gusta combinar la quinoa con mariscos y/o pescados, lo podéis comprobar en las siguientes dos recetas :
Semillas de sésamo o ajonjolí
Quizás esta sea una de las semillas a las que estamos más habituados y, de las que más usamos por su versatilidad y su estupendo sabor.
El sésamo también contiene altas dosis de proteínas, grasas poliinsaturadas y calcio, además de minerales y vitaminas.
Dos recetas sencillas y deliciosas:
Y tú, ¿ya has introducido semillas en tu dieta?
Estoy contigo al 100%, me parece una opción super saludable y además para combinar con cualquier plato. Por no hablar de las propiedades para la salud que conlleva su consumo.
Un post buenísimo!! Lo comparto pero ya!!! Un abrazo 🙂
Gracias Irene!!me encanta ver que te gusta 🙂
¡¡¡Yo las estoy disfrutando mucho mucho!! 🙂 Me estás enseñando un montón de cosas 🙂 Tengo que hacerme con un kit de semillas 🙂