Dieta para obesidad en niños. Recetas divertidas

30 de noviembre de 2013

Dieta para obesidad infantil, las recetas más atractivas

La obesidad es una enfermedad que está tomando cada vez más importancia en niños y adolescentes de países desarrollados. Según el estudio ALADINO (Alimentación, Actividad física, Desarrollo infantil y Obesidad) desarrollado por la AESAN, sobre 7.659 niños y niñas de 6 a 9 años, durante el curso escolar 2010/2011 en todas las Comunidades Autónomas de España, se halló un 18,3% de niños obesos y un 26,2% de niños con sobrepeso. Por ello debemos prestar especial atención a los hábitos y la alimentación de los niños, tratando que éstos lleven a cabo una alimentación equilibrada y actuando desde que son pequeños.

1. Alimentación

La dieta que han de seguir los niños tiene que ser sana, equilibrada y variada. La niñez debe ir siempre acompañada de una correcta alimentación, hábitos de vida saludables y ejercicio físico. Siguiendo estas recomendaciones, se consigue una mejora de la calidad de vida así como una disminución de peso y control de los diferentes parámetros como: glucemia, grasas de la sangre y valores de presión arterial, entre otros.

Es importante que a diario en una dieta para niños se consuman:

  • Leche y derivados lácteos como yogures y quesos, procurando siempre que éstos sean bajos en grasa (mejor desnatados o semidesnatados que enteros).
  • Cereales; evitando aquellos que sean azucarados e introduciendo de vez en cuando cereales integrales. Podrían tomarse cereales ricos en fibra, pan integral, biscotes integrales, arroz integral, etc.
  • Carnes y pescados. Hay que evitar las carnes que son muy grasas e incluir todo tipo de pescados en la dieta; esto último puede también ser algo más complicado, por lo que buscaremos formas atractivas de introducirlos en el menú.
  • Frutas y verduras variadas. Este punto resulta complicado por el rechazo que suelen presentar los niños a estos alimentos. Para asegurar que toman fruta y verdura diariamente, habrá que realizar recetas atractivas y «disfrazar» algunos de los alimentos del plato. Es aconsejable que se consuman frutas con piel para aumentar la cantidad de fibra de la dieta.

Se deben evitar los alimentos fritos, la bollería industrial, los zumos, la comida rápida, los alimentos muy grasos, las chucherías, patatas tipo chips, los refrescos azucarados, las salsas, etc. Tomarlos únicamente de manera ocasional.

 ¿Cómo hago para que mi hijo coma de todo?

Es importante que tanto el niño como los padres estén concienciados de que se debe seguir una dieta equilibrada y variada; Debido a que los niños suelen presentar rechazo hacia ciertos alimentos, es importante que pensemos las formas en las que podemos darles de todo:

  • Productos lácteos

Los láctoes son importantes por el aporte de calcio. Podemos dar a los niños un vaso de leche con cacao y cereales (en el desayuno, por ejemplo), yogures naturales o saborizados, enriquecer algunos platos como purés o cremas añadiendo quesos bajos en grasa, etc.

  • Cereales

En el caso de los cereales, pueden ser incluidos de diversas formas (pastas, arroces, pan), acompañándolos siempre de alimentos que enriquezcan los platos y evitando otros menos sanos; por ejemplo, en el caso de la pasta, sería preferible consumirla con atún en lugar de bacon o salchichas tipo frankfurt.

Es importante evitar salsas muy grasas y calóricas, en su lugar, podrían elaborarse salsas con verduras trituradas. En caso de añadir carnes, es preferible usar las menos grasas como pollo, pavo o conejo. Otra forma de incluir estos alimentos, sería en forma de bocadillos; por ejemplo, el almuerzo de los niños puede constar de un bocadillo con pavo, jamón serrano, jamón cocido, queso o atún y una fruta, en lugar de incluir bollería industrial, dulces, chucherías o zumos industriales.

  • Carnes y pescados

Las carnes suelen incluirse más fácilmente en los menús de los niños. Sin embargo, es más complicado que se coman el pescado, y a veces, puede suponer una «lucha» incluirlo en la dieta. Es importante que los pescados estén limpios de espinas, y que la forma de prepararlos resulte atractiva. Pueden hacerse, por ejemplo, rollitos de salmón y queso de untar, hamburguesas caseras de atún, nuggets caseros de bacalao, albondigas de pescado, medallones de merluza con una salsa de tomate, etc.

  • Frutas y verduras

En cuanto a las frutas y las verduras, hay miles de formas de incluirlas. Además de cremas, purés, batidos, zumos o papillas, también se pueden elaborar recetas divertidas y atractivas, que suelen ser muy útiles para que los niños las coman. Cada vez está más de moda la cocina creativa, y no está de más probarla si además esto nos va a ayudar en la dieta de los más peques.

Os propongo aquí algunas recetas de este tipo, que pueden ayudar a que los niños se diviertan mientras toman aquellos alimentos que más nos cuesta introducir en su dieta:

 2. Ejercicio físico

Se debe realizar ejercicio físico a diario. Es frecuente que los niños no realicen actividad física debido a que dedican la mayor parte del tiempo libre a los videojuegos, el móvil o el ordenador. Por ello, deben ser animados a que cambien estos hábitos sedentarios y que practiquen algún deporte. Las actividades extraescolares resultarán por lo general más atractivas, preferiblemente aquellas que se realizan en grupo, con los amigos.

Referencias:

  1. Bel Comós J, Murillo Valles M. Obesidad y síndrome metabólico. Protoc diagn ter pediatr. 2011;1:228-35
  2. Manonelles Maqueta P, Alcaraz Martínez J, Alvarez Medina J, Jiménez Díaz F, Luengo Fernández E, Manuz González B, et al. La utilidad de la actividad física y de los hábitos adecuados de nutrición como medio de prevención de la obesidad en niños y adolescentes. Documento de consenso de  la FEMEDE. 2008; 25 (127): 333-353

Autor: Zaira Muela García-Serrano

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