La cascarilla es un producto que no resulta del todo conocido para el gran público, es un producto que en un corto período de tiempo ha pasado de ser un «salvavidas» de la población más pobre a convertirse en un producto delicatessen, difícil de conseguir y de precio elevado.
Pero..¿qué es la cascarilla?…pues no es, ni más ni menos, que la cáscara de la semilla del cacao una vez este ya ha sido tostado. Para mi sorpresa, en países productores de cacao no la usan, la desprecian o bien la venden a empresas que la utilizarán única y exclusivamente para fines cosméticos.
Pero, en La Coruña, la cascarilla es un mundo aparte y, por algo los coruñeses( y en general, todos los amantes de la cascarilla) son conocidos como «cascarilleiros» y la ciudad como «Villa Cascarilla».
A principios del siglo pasado (y finales del anterior) La Coruña era un importante puerto en lo que a descarga de cacao se refiere y, de ahí es que surgieron en la ciudad numerosas fábricas de chocolate y, por tanto había un excedente de «cascarilla» que no se utilizaba. Comenzaron a surgir numerosas tiendas «de cascarilla» donde la gente con menos recursos (criados y gente de aldea que acudía a la ciudad a trabajar y/o vender el excedente de sus cosechas)podían adquirir por mucho menos de lo que costaba el cacao y el café(hay que recordar también, que tras la posguerra el precio del café subió mucho su precio y se hizo un bien de lujo) algo con lo que «manchar» la leche o el agua que, en muchas ocasiones era su única comida.
Lo habitual era (y es) tomar la cascarilla con sopas de pan. Los locales en los que la gente podía tomar un buen vaso de cascarilla no servían pan por lo que la gente debía de llevarse el pan de casa.
Con el paso de los años, las fábricas de chocolate de la ciudad fueron cerrando lo que llevo a que las tiendas de cascarilla cerraran con ellas y, en la actualidad es complicado encontrar cascarilla y, sobre todo, encontrar cascarilla de calidad, como aquella que aún recuerdan nuestros padres y abuelos.
En el último año desde La Ciudad Vieja, han querido recuperar este pasado de la ciudad y organizan unas jornadas de exaltación de la cascarilla, donde la podemos degustar en tapas y pinchos y, también, en su forma clásica.
¿Preparamos un vaso de cascarilla?
Tenemos dos formas de preparar las sopas de cascarilla
- Para una cascarilla más concentrada que prepararemos cociendo primero la cascarilla durante un par de horas en agua (serán unos 2,5 litros de agua por cada 300gr de cascarilla) y, pasado este tiempo, colarla y añadirle la leche y el azúcar deseado.
- La forma más rápida pero igual de deliciosa, donde herviremos la cascarilla directamente en la leche y, pasado un buen rato, la colaremos, añadiremos azúcar (porque la cascarilla en si, es amarga) y disfrutaremos con un buen trozo de pan.
¿Te animas a probar la cascarilla? Una vez la pruebes…siempre querrás más, terminarás siendo un cascarilleir@.
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