MIGRAÑA Y DEPRESIÓN: ALGUNOS PELIGROS DEL EXCESO

31 de enero de 2010
Las bebidas alcohólicas en general producen reacciones no deseadas sobre el cerebro, cuando la ingesta no conlleva la obligada moderación en el consumo. Esta nota señala los efectos de migraña y depresión. Para tener en cuenta.
Un par de vasos de vino y tres cervezas se considera consumo excesivo de bebidas alcohólicas. El consumo excesivo de alcohol aumenta la posibilidad de sufrir migraña y otras cefaleas, un riesgo que los neurólogos sitúan en un par de vasos de vino o de tres cervezas diarias.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte en una nota de que el consumo continuado de alcohol, incluso en cantidades moderadas y de forma episódica, aumenta el riesgo de depresión y otras enfermedades del sistema nervioso.
Esto es así porque el alcohol es un enemigo natural del sistema nervioso y un potente neurotóxico.
Se entiende por consumo excesivo de alcohol, a partir de un par de vasos de vino, tres cervezas o tres copas de cava/champán, según esta sociedad médica.
En el caso de personas que sufren de migraña u otras cefaleas el alcohol multiplica la probabilidad de sufrir una crisis.
Las fechas festivas también pueden aumentar la frecuencia de crisis de migraña debido a los excesos dietéticos, los cambios en el ritmo de vida y el abandono o irregular cumplimiento de los tratamientos antimigrañosos pautados previamente por los médicos.
Otro efecto de los excesos con el alcohol es la resaca, “algo más que un dolor de cabeza».
La resaca también produce deshidratación, síntomas autonómicos (dolor abdominal, diarrea) y trastornos neuro psicológicos, como dificultades a la hora de tomar decisiones, coordinar movimientos, trastornos de los procesos de atención y memorización y compromiso de las habilidades visuales y espaciales.
En España, el porcentaje de “bebedores excesivos esporádicos» (al menos una vez a la semana), es cada vez más numeroso y comienza a edades más tempranas.
“La población debe saber que el consumo excesivo de alcohol pasa factura. El alcohol aumenta el riesgo de padecer procesos cerebrales como depresión y epilepsia, y a más dosis, mayor riesgo», afirma Samuel Díaz, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.
“Cuando el consumo de alcohol se acompaña de otras sustancias neurotóxicas como tabaco, cannabis, cocaína y otras drogas, los daños en el sistema nervioso se potencian, pudiendo producir pérdida de neuronas en determinadas áreas de los lóbulos frontales, hipocampos y cerebelo», añade el doctor.
Ricardo E. Brizuela
Diario del Vino

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