Lomo durante el embarazo
La toxoplasmosis es una de las preocupaciones de las mujeres embarazadas. Se trata de una enfermedad infecciosa, que pueden afectar con infecciones en el feto y llegar a un problema grave si se trata de toxoplasmosis congénita que puede causar la muerte del feto. Se trata de una enfermedad provocada por el protozoo toxoplasma gondii, un parásito.
El porcentaje tan elevado de infecciones por toxoplasmosis se debe en gran medida al consumo de carne cruda. El control en las mujeres embarazadas es muy importante, ya que la infección puede provocar un aborto. ¿Cómo se puede controlar? Pues bien, el lomo, jamón serrano y, embutidos en general que han llevado a cabo procesos de curación cortos o procesos de embuchado dónde no se han sometido a cambios bruscos de temperatura y, que por tanto el parásito ha continuado… presentan estas inquietudes. Por ello hoy planteamos… ¿Podemos consumir lomo durante el embarazo?
Tanto el jamón en el embarazo como el lomo pueden transmitir infección del toxoplasma sino están cocinados. Dado que el lomo no se expone a temperaturas de cocción ni de congelación, el parásito permanece en la carne y, por tanto podemos contraer la enfermedad.
Pero, no debemos eliminar los embutidos de la dieta cuándo se está embarazada. Pues la carne de cerdo es muy rica en proteínas y aporta al organismo mucha energía y muchos nutrientes para el buen desarrollo del bebé. Además, la carne de cerdo es rica en vitaminas del grupo B, calcio, hierro y fósforo; lo que ayudará a prevenir la anemia gestacional. Todo consumo con moderación y cautela, sin abusar de estar carnes y siempre habiendolas cocinado o congelado.
Consejos del lomo durante el embarazo:
Si vamos a tomar lomo embuchado en el embarazo, este debemos someterlo a procesos de congelación durante, al menos, 3 días. Así el parásito desaparecerá y podremos disfrutar de todo el sabor y textura del embutido.
Lomo de cerdo durante el embarazo. Esta parte del cerdo tiene mucha vitamina B1 lo que hace que sea una carne recomendada tanto durante el embarazo como durante al etapa de lactancia pero, su digestión es pesada y lenta, por lo que también se recomienda no abusar de esta carne. Siempre debemos consumir la carne bien cocinada durante el embarazo para evitar cualquier infección.
Lomo adobado en el embarazo y lomo de sajonia estando embarazada. Este dilema suele residir en las mujeres embarazada Igual que sucedía en los casos anteriores, tanto el lomo adobado como el de sajonia debemos congelarlo varios días antes y así no habrá problema en su consumo.
La mejor manera de disfrutar del sabor, textura y propiedades nutritivas de este producto durante esta etapa de nuestra vida es consumir el lomo congelado durante el embarazo y, si se trata de carne de lomo cocerla y cocinarla para que, al someter la carne a temperaturas elevadas, el parásito no resista y desaparezca. Con el lomo ibérico sucede lo mismo, por más que el cerdo se haya alimentado de bellota y sea un proceso de curación superior al año, siempre aconsejan congelarlo y así no cabe duda de que el toxoplasma gondii ha desaparecido.
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