Ayer compré una «sandía de agricultura ecológica» en el supermercado de un muy conocido y selecto centro comercial. Era una sandía de la «variedad negra, origen Almería» y pequeña (2,7 kilos). a un precio de 1,60 euros /kilo. En total, me costó 4,32 euros.
Al verla pequeña y de no muy buen aspecto pensé en la proeza de los tomates raf de los primeros años. Aquel sabor inigualable que recordaba el de los tomates auténticos que se comían en el campo y en los huertos por los sesenta y que ahora imitan todos, incluidos los alicantinos de Muchamiel. Por tanto, compré la sandía sin dudarlo y estuve impaciente por probarla hasta llegar a casa.
El resultado no pudo ser más decepcionante. Probarla y tirarla a la basura fue todo de una vez. No sólo no me recordaba a las excelentes sandías de mi infancia sino que su sabor era sencillamente horrible.
El control de los productos ecológicos
La agricultura ecológica es importante por múltiples motivos ya conocidos por todos. Pero su desarrollo dependerá en gran medida de la capacidad de atraer una demanda relevante y capaz de pagar unos precios más altos. Esto sólo se conseguirá sobre la base de la calidad y de la divulgación de las ventajas que su práctica lleva consigo.
De ahí que la normativa y control de los productos ecológicos sea fundamental. Bajo la etiqueta de «organic» o «ecológico» tienen que haber un concepto de calidad muy riguroso y traducible en la percepción de los consumidores. Quizás de poco sirva un «cultivo orgánico» si la calidad de las aguas, las simientes plantadas, o los propios procesos de cuidado y manipulalización en la cormercialización se ajusten a cánones de calidad.
Dicho en pocas palabras, la agricultura triunfará en aquellos países en los que los controles de calidad tengan como objetivo que el producto que llegue al mercado sea percibido por el consumidor como un avance notable, aunque para ello tenga que pagar más.
Algunos restaurantes cultivan sus propios productos. La razón es bien sencilla: pretenden ofrecer a sus clientes una calidad diferencial notable respecto de los que se obtiene normalmente en el mercado. Este móvil es el que no hay que perder de vista.
Temas relacionados con el control de los productos ecológicos:
Me parece importante el comentario. Se comercializan productos ecológicos sin calidad y con un sabor que no solo no rememora sabores perdidos y añorados sino que es inferior incluso a los producidos en la artificialidad de los cultivos actuales, sin tocar tierra y con los nutrientes que un laboratorio diseña a medida. Si las genet fuera consciente de cómo se hacen los cultivos actuales de tomates y otras verduras quizás se convertirían en acérrimos partidarios de los cultivos ecológicos.., ¿qué falta? Control de calidad.