Según un artículo publicado este mes en The Guardian, nuevos resultados confirman la relación entre el consumo de alimentos con determinados aditivos artificiales y la hiperactividad y la conducta conflictiva en los niños. El estudio, encargado por el gobierno británico, se ha publicado en la revista médica Lancet.
La FSA publicará una guía revisada para aconsejar a los consumidores que eviten el consumo de los productos que contengan una serie de aditivos (E-número) si sus hijos muestran signos de hiperactividad o de TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Sin embargo, los expertos afirman que el gobierno debería haber recurrido a una línea más estricta, prohibiendo totalmente los aditivos en cuestión, en lugar de dejar el trabajo a los padres, que deberán revisar las etiquetas en busca de estos aditivos. Además, muchos dulces y pasteles se venden sin etiqueta, como por ejemplo, algunos helados.
La FSA ha anunciado también que no enviará ninguna recomendación formal a los directores de las escuelas con respecto al contenido de los alimentos que se den en ellas.
En su lugar, la FSA pasará la información del estudio a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria para que sea ésta quien decida acerca de una posible prohibición como parte de una revisión de la seguridad de todos los colorantes alimentarios.
Para realizar el estudio, los investigadores de la Universidad de Southampton registraron la respuesta de 153 niños de tres años y 144 niños de ocho y nueve años de edad tras el consumo de mezclas de aditivos en diferentes bebidas. Entre las mezclas ingeridas por los niños había colorantes artificiales y el conservante benzoato de sodio, muy frecuente en los refrescos con gas.
Los resultados del estudio muestran que cuando los niños tomaban estas bebidas se producía un aumento de hiperactividad, aunque los resultados no eran similares en todos los niños. Se observó también que el deterioro de comportamiento se producía en los niños en general y no sólo en los que habían sido diagnosticados con hiperactividad.
Según el Profesor Jim Stevenson, que dirigió el estudio, ahora existen pruebas definitivas de que la mezcla de ciertos colorantes alimentarios con el conservante benzoato de sodio puede influir de forma negativa en el comportamiento de los niños.
Fuente: Guardian Life and Health
Muy útil este post, Gracias. He visto confirmadas muchas actitudes de mis niños
No me sorprende nada los resultados del estudio. Cuando mis hijas van a una fiesta de cumpleaños y consumen refrescos con gas noto siempre un cambio en su comportamiento. También les ocurre cuando comen chucherías. Se ponen muy nerviosas, es muy difícil razonar con ellas y más dificil todavía lograr que se relajen. Me pregunto si los aditivos presentes en las chucherías y gominolas son iguales que los descritos en este artículo.