Según este artículo de The Guardian, una nueva investigación indica que la obesidad puede debilitar el sistema inmunológico del cuerpo y reducir su capacidad para combatir las infecciones.
Estudios previos han insinuado la existencia de una relación entre la obesidad y un aumento en el riesgo de infecciones bacterianas, pero apenas se ha investigado la gravedad de los efectos.
Sin embargo, ahora, se ha convertido en un tema urgente, puesto que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas en muchos de los países desarrollados. En el Reino Unido, más de un quinto de los adultos son obesos y de la población restante, la mitad de los hombres y un tercio de las mujeres padecen de sobrepeso.
A nivel mundial hay aproximadamente unos 300 millones de obesos y la obesidad se ha relacionado ya con enfermedades coronarias, diabetes y muerte prematura.
En su experimento, los investigadores dirigidos por Salomon Amar, de la Universidad de Boston, infectaron ratones obesos con bacterias que causan enfermedad en las encías y observaron que, en comparación con los ratones delgados, los obesos mostraban un aumento de un 40% en la caída de dientes y pérdida ósea 10 días después de haber sido infectados.
Según los resultados de la investigación, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores de la Universidad de boston observaron que los ratones obesos tenían, además, más bacterias en sus encías que los ratones delgados, concluyendo que se debía a su incapacidad para organizar un ataque apropiado del sistema inmunológico contra las bacterias. De este modo, las bacterias podían perdurar en la boca y causar más daño.
Aunque no está claro qué es lo que hace que la obesidad afecte a la respuesta del sistema inmunológico, los investigadores sugieren que ganar peso puede afectar a un mecanismo corporal que reaccione a los organismos externos. Según ellos, el efecto podría tener consecuencias en muchas infecciones bacterianas.