Según un nuevo estudio, unos niveles elevados en sangre de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA están relacionados con menor índice de obesidad, lo que sugiere un papel de los aceites de pescado en el control de peso.
Nuevos resultados publicados en la revista British Journal of Nutrition indican que las personas con sobrepeso y obesidad tienen unos niveles en sangre de ácidos grasos omega-3 casi 1% más bajos que los de las personas con un peso saludable.
“Nuestros resultados sugieren que los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) n-3 pueden desarrollar un papel importante en el peso y la adiposidad abdominal”, señalaron los investigadores, dirigidos por el Profesor Monohar Garg, de la University de Newcastle, y presidente electro de la Nutrition Society of Australia.
Estudios previos han relacionado los ácidos omega-3 con efectos protectores frente a la obesidad; el nuevo estudio se suma a este pequeño, pero creciente, cuerpo de pruebas. Un número considerable de estudios defienden ya los beneficios del ácido eicosapentaenoico (EPA, C20:5 n-3) y el ácido docosahexaenoico (DHA, C22:6 n-3), ambos acidos grasos omega-3, para la salud cardiovascular y la cognitiva. Otras áreas de potencial para estos ácidos grasos incluyen el humor y el comportamiento, la salud de la vista, la reducción del riesgo de cáncer y un mejor desarrollo infantil.
“Estudios previos con niños y adolescentes han mostrado una correlación negativa entre la adiposidad y las concentraciones en plasma de los omega-3 DHA y PUFA, pero las investigaciones parecen ser escasas en adultos”, explicaron los investigadores.
Los investigadores reclutaron a 124 personas de pesos variados: 21 de ellas se incluyeron en el grupo de personas con un peso saludable, según su índice de masa corporal (IMC); 40 fueron incluidas en el grupo de personas con sobrepeso; y 63 en el grupo de personas obesas. Los investigadores resaltaron que excluyeron de su estudio a las personas que tomaban suplementos de omega-3.
Después de que los participantes ayunaran al menos 10 horas, se tomaron muestras de sangre. El Prof. Garg y sus colegas registraron una relación inversa entre los niveles totales en sangre de omega-3, así como de DHA y EPA, con su IMC, el tamaño de cintura de los sujetos y su circunferencia de cadera.
De hecho, las personas obesas presentaron unos niveles de omega-3 del 4,53%, en comparación con el 5,25% observado en sus pares con un peso saludable. Cuando los investigadores clasificaron a los participantes en función de sus niveles de omega-3, en lugar de por su peso, observaron una vez más que los niveles mayores de omega-3 estaban asociados con un IMC más saludable, una cintura más pequeña y una circunferencia de cadera menor.
“[Otros] estudios, además de nuestras observaciones, sugieren que el consumo de suplementos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podría desempeñar un papel importante para evitar el aumento de peso y mejorar el adelgazamiento cuando los suplementos se toman simultáneamente a un programa de adelgazamiento estructurado”, añadieron los investigadores.
Fuente: Nutraingredients