5 trucos para adelgazar sin dieta
En ocasiones hacer dieta resulta muy complicado, ya sea por nuestros gustos y preferencias, por nuestros horarios laborales, académicos…étc o porque la fuerza de voluntad que en algunos momentos puede flaquear haciendo que comamos otros alimentos que no aparecían (ni por casualidad) en nuestra dieta, con el sentimiento de culpa que viene asociado.
Muchos estudios científicos apuntan a que pequeños cambios en nuestros hábitos diarios podrían dar lugar de manera gradual a la pérdida de peso sin que nosotros mismos seamos conscientes de ello, y terminando por mantener dichos cambios a largo plazo. Para ello, es importante que la pérdida de peso no sea una obsesión ya que así lo único que se conseguirá es desarrollar estrés y nerviosismo que además de ayudar a la subida de peso (por la mayor ansiedad, se consume más cantidad de alimentos), puede ocasionar graves problemas de salud a largo plazo.
1. Evita tener alimentos muy calóricos a la vista. En el momento de picar entre horas siempre será mejor tener a la vista alimentos saludables como las frutas antes que otros no tanto como los snacks o la bollería industria. Aunque tengas estos alimentos ya sea por que tengas niños, porque tu pareja suele consumirlos…étc, intenta que se encuentren en lugares menos visibles para que no se conviertan en tu primera opción.
2. No hagas la compra cuando tengas hambre. Esto es un aspecto fundamental, ya que muchos estudios indican que hacer la compra con hambre eleva el porcentaje de productos denominados como «comida basura» que se echan en la cesta de la compra. Si no tienes otra opción, escoge primero aquellos alimentos o productos del supermercado que más lugar ocupan en la cesta o carro, como los productos de higiene y droguería y después las frutas y verduras. De esta manera tu cesta tendrá menos espacio para llenar con comida poco saludable.
3. Utiliza platos pequeños. Al añadir la misma cantidad de comida en un plato más pequeño al habitual, hacemos que la sensación de cantidad en el plato sea mayor y por tanto el efecto de saciado llegue antes a nuestro cerebro. Además, el color azul de nuestra vajilla favorecerá que estemos más relajados y con menos ansiedad a la hora de comer.
4. Tómate tu tiempo. Las prisas nunca fueron buenas…y menos para comer. Evita que la hora de la comida sea en tiempo record, porque además de estar más acelerados y comer más, el efecto saciante tardará mucho más tiempo en aparecer. Según diversos estudios, la sensación de saciedad llega al cerebro pasados alrededor de 15-20 minutos desde que se comenzó la comida.
5. Cocina en casa. Haciendo tus propias recetas en casa, eres consciente de los ingredientes que utilizas y la cantidad de los mismos. Por lo que es más fácil controlar los ingredientes y hacer tus recetas más saludables, evitando así que aparezca un exceso de grasas saturadas o sal.
Estos son solo algunos trucos que te pueden ayudar en tu propósito de perder peso y además sin ello suponga demasiado esfuerzo. Como es normal los resultados serán visibles de manera gradual y más a largo plazo que con las denominadas «dietas milagro», pero así es cómo verdaderamente se conseguirá perder peso y no recuperarlo, ya que poco a poco se adquirirá el hábito y se incluirá en la vida diaria sin dificultad.
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