Un nuevo estudio indica que las personas cuya ingesta diaria de líquidos consiste principalmente en agua suelen, por lo general, tener dietas más saludables, en oposición a las que toman otras bebidas.
Tras examinar los datos procedentes de una encuesta de salud nacional en la que participaron más de 12.000 estadounidenses, los investigadores descubrieron que las personas que bebían más «agua corriente» eran más propensas a tomar más fibra, menos azúcar y menos alimentos de elevada densidad calórica.
Según un informe del estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, se observó lo opuesto en las personas cuya ingesta de líquidos procedía principalmente de otras bebidas alternativas.
Aunque los resultados no implican necesariamente que los bebedores de agua se conviertan en comedores más sanos, la investigadora principal, la Dra. Ashima K. Kant, profesora del Queens College de la City University of New York (CUNY) señaló para Reuters Health que sí sugiere una conexión, una razón l suficientemente buena como para animar a la gente a elegir agua en lugar de otras bebidas.
Los resultados se basan en los datos de 12.283 estadounidenses de 20 años de edad en adelante que participaron en una encuesta gubernamental de nutrición y salud entre 1999 y 2006. En general, el agua constituía un tercio de los fluidos ingeridos diariamente por los encuestados, un 48% correspondía a otras bebidas y el resto procedía de los alimentos.
La encuesta mostró que, por lo general, cuanta más agua bebía la gente, más fibra y menos azúcar consumían. También tendían a tomar alimentos de menor densidad calórica, lo que indica una dieta más saludable.
La densidad calórica se refiere a la proporción de calorías en un alimento con respecto a su peso. La fruta y los vegetales son buenos ejemplos de alimentos con una baja densidad calórica.
Kant señaló que desde una perspectiva «puramente fisiológica», las personas pueden obtener cantidad de fluidos de diversas fuentes. Aunque un nivel de bebida puede no ser absolutamente necesario, según Kant es preferible.
Las personas suelen preguntar cuánta agua deben beber, pero no hay una cantidad exacta a pesar de la recomendación habitual de beber ocho vasos de agua al día.
Kant sugiere a los adultos sanos sedentarios que sigan las indicaciones de su sed para saber cuando beber.
Fuente: Redorbit