Según un artículo publicado este mes en telegraph.co.uk, un equipo de investigadores ha descubierto que seguir una dieta saludable puede reducir, casi un tercio, en algunas mujeres el riesgo de que un cáncer de mama vuelva a aparecer.
Las mujeres en una fase temprana de cáncer de mama que no padecen sofocos durante la enfermedad se pueden beneficiar de tomar grandes cantidades de fruta, vegetales y fibra, y poca grasa.
Estas mujeres tienden a tener en sus sistemas unos niveles elevados de estrógenos (hormona femenina) que pueden potenciar el desarrollo del cáncer de mama.
Según observó el equipo de la Universidad de California, San Diego, la dieta redujo en un 31% las posibilidades de que el cáncer se reprodujera en las mujeres de este grupo, que tienen tendencia a tener unos índices más elevados de recurrencia y más bajos de supervivencia que las mujeres que sí padecen sofocos.
Se cree que la dieta anula el efecto de los niveles elevados de hormonas y reduce las posibilidades de que el cáncer se reproduzca equiparándolas con las de las mujeres que padecen sofocos.
En la investigación, publicada en la revista Journal of Clinical Oncology, participaron 3.000 mujeres a las que se les asignó de forma aleatoria una dieta normal –con cinco porciones diarias de fruta y vegetales– o una dieta más sana entre 1995 y 2000. Alrededor del 30% de ellas padecía sofocos al inicio y se asignó a ambas dietas igual número de mujeres con y sin sofocos.
El equipo observó que las mujeres con la dieta de intervención tenían un índice más bajo de recurrencia (16,1%), en comparación con el grupo de las que seguían la dieta normal, donde al 23,6% se le repitió.
El profesor John Pierce, director de Control y Prevención del Cáncer de la Facultad de Medicina de la UC, San Diego, señaló: «Nuestro interés en observar este subgrupo surgió debido a que los sofocos se asocian con bajos niveles de estrógenos en circulación, mientras que la ausencia de sofocos se asocia con unos niveles más elevados de estrógenos. Reducir los efectos de los estrógenos es uno de los principales tratamientos del cáncer de mama».
«Parece que un patrón dietético rico en frutas, vegetales y fibra, que se ha observado que reduce los niveles de estrógenos en circulación, puede ser importante solo en las mujeres con unos niveles de estrógenos en circulación por encima de cierto umbral».
Según los investigadores, la dieta puede ayudar a mujeres que no responden a los tratamientos de hormonales como el tamoxifeno y los inhibidores de la aromatasa.
Fuente: Telegraph Health