Un nuevo estudio indica que grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 del pescado podrían explicar los bajos niveles de enfermedades coronarias que hay en Japón.
Comparando los niveles de omega-3 en sangre y de aterosclerosis en hombres japoneses, estadounidenses de raza blanca y estadounidenses japoneses se ha observado que los japoneses tienen los niveles más bajos de aterosclerosis y unos niveles de omega-3 dos veces más elevados que los estadounidenses de raza blanca y los estadounidenses de origen japonés.
El estudio, publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, se suma así a una consolidada literatura que respalda los beneficios cardiovasculares de los ácidos grasos omega-3.
Además de con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD), la investigación ha relacionado también estos ácidos grasos con un mejor ritmo cardíaco y un menor riesgo de padecer un segundo infarto.
«Nuestro estudio sugiere que unos niveles muy elevados de ácidos grasos omega-3 […] podrían ayudar a evitar la acumulación de colesterol en las arterias», señaló el autor principal del estudio Akira Sekikawa, de la Universidad de Pittsburgh. «En los EEUU se recomienda actualmente incrementar la ingesta de pescado hasta dos veces a la semana en personas sanas. Nuestro estudio indica que una ingesta de pescado mucho mayor, como la observada en los japoneses, puede proporcionar un fuerte efecto antiaterogénico».
El estudio transversal de base poblacional examinó los datos de 868 hombres de entre 40 y 49 años de edad, de los cuales 281 nacieron y viven en Japón, 306 eran hombres de raza blanca que nacieron y viven en los EEUU y 281 eran japoneses que nacieron y viven en los EEUU.
Los resultados indicaron que los japoneses tenían los niveles más bajos de aterosclerosis en comparación con los otros dos grupos, tras ajustar posibles factores de confusión como los niveles de colesterol, la tensión arterial, el consumo de tabaco, el índice de masa corporal y la diabetes. Los niveles de omega-3 en sangre, en cambio, eran hasta dos veces más elevados en los japoneses que en los otros dos grupos.
«Dado que los niveles de aterosclerosis en los japoneses estadounidenses y los estadounidenses de raza blanca son similares, eso nos indica que los niveles más bajos de enfermedad coronaria en los japoneses probablemente se deben más al estilo de vida que a diferencias genéticas», señaló Sekikawa.
El consumo de pescado entre los japoneses es uno de los más elevados del mundo, puesto que los hombres toman una media de 100gr diarios desde niños; mientras que los estadounidenses toman pescado menos de dos veces a la semana.
El riesgo por la presencia de contaminantes como el metil mercurio, las dioxinas o los bifenoles policlorinados en el pescado ha llevado a muchos a recomendar una reducción en la ingesta de pescado fresco, mientras otros defienden que en el consumo de pescado los beneficios superan los riesgos.
Fuente: Nutra Ingredients