El problema de la creciente obesidad entre los niños y los jóvenes está fomentando la realización de estudios sobre hábitos alimenticios de estos en algunos países. Este el caso de un reciente estudio llevado a cabo en los Estados Unidos que señala a las bebidas refrescantes azucaradas como responsables de la obesidad entre los adolescentes.
El debate se mantiene sobre el papel de las bebidas endulzadas o azucaradas en el crecimiento de la obesidad entre niños y jóvenes. Pero un estudio presentado esta semana sugiere que podría ser un importante factor.
Publicado en la revista Pediatrics, los investigadores dieron cuenta de lo que ocurrió cuando le pidieron a un grupo de adolescentes que pararan de beber bebidas azucaradas durante 25 semanas -y se repartieron bebidas sin azúcar añadido a los hogares de los adolescentes para reforzar el compromiso-.
Los investigadores, dirigidos por Cara B. Ebbeling del Children’s Hospital Boston, han encontrado que el consumo de bebidas de elevadas calorías por los adolescentes bajo un 80% durante el estudio y que los adolescentes que lo siguieron con más sobrepeso experimentaron significativas reducciones en sus indicadores de masa corporal al final de las 25 semanas.
Los investigadores reconocieron que hay muy pocas pruebas de que las bebidas azucaradas o con sirope de maíz jueguen un importante papel en la obesidad comparadas con otras comidas. Pero el estudio afirma que la tasa de obesidad entre los jóvenes ha crecido en los últimos años coincidiendo con el consumo creciente de bebidas con azúcar altamente publicitadas.
Bebidas y refrescos
Los refrescos son casi imposibles de evitar para los adolescentes, según señala uno de los autores el Dr. David S. Ludwig, director o del programa sobre obesidad en el Children’s Hospital. «Las bebidas refrescantes están por todas partes: colegios, cafeterías, máquinas de bebidas y en cualquier punto de la ciudad».
Los investigadores reclutaron 100 voluntarios de edades comprendidas entre los 13 y los 18 y asignaron la mitad a un grupo para que prescindiera de tomar refrescos. Miembros de este grupo recibieron semanalmente en casa bebidas no azucaradas a su elección, incluyendo agua y refrescos y bebidas- diet.
Los adolescentes también recibieron llamadas telefónicas de los investigadores para la motivación y avisos en el frigorífico: «piensa antes de beber».
El Dr. Ludwig señala que un estudio similar se está llevando a cabo en la actualidad con más adolescentes y durante un período de tiempo más largo.
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