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Salsa de tomate beneficiosa para la piel

30 de abril de 2008

La pizza y los spaghetti boloñesa podrían llegar a ser nuevas herramientas para combatir las arrugas y las quemaduras producidas por el sol, dado que un equipo de investigadores ha observado que la adición de cinco cucharadas de salsa de tomate a la dieta diaria de 10 voluntarios mejoró la capacidad de su piel para protegerse de los rayos ultravioletas.
Los daños producidos por estos rayos pueden producir un envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel.

El estudio, presentado en la British Society for Investigative Dermatology, sugiere que el antioxidante licopeno podría estar tras este aparente beneficio. Este componente de los tomates (que se encuentra en mayor concentración cuando el fruto ha sido cocinado) ha sido relacionado ya anteriormente con una reducción e el riesgo de cáncer de próstata.

Ahora, investigadores de las universidades de Manchester y Newcastle han sugerido que también podría proteger de daños en la piel, proporcionando algún tipo de protección frente a los efectos de los rayos UV. Para ello, los investigadores dieron a 10 voluntarios unos 55g de salsa de tomate estándar y 10g de aceite de oliva diarios, mientras que a otro grupo de 10 voluntarios se les dio solo el aceite de oliva.
Tras tres meses, las muestras de piel de los que tomaron tomate habían mostrado un 33% más de protección frente a las quemaduras solares (el equivalente a un protector solar de factor bajo) y unos niveles muy superiores de procolágeno, una molécula que mantiene la piel firme.

«La dieta del tomate aumentó significativamente los niveles de procolágeno en la piel, indicando un posible reverso del proceso de envejecimiento de la piel», señaló el Profesor Lesley Rhodes, dermatólogo de la Universidad de Manchester.
No obstante, advirtió que los tomates se deberían ver como una “útil adición” y no como una alternativa a los protectores solares.

Fuente: BBC Health

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Beneficios del consumo de micronutrientes para enfermos de tuberculosis

29 de abril de 2008

Los resultados de un nuevo estudio indican la existencia de una relación entre el consumo de suplementos de micronutrientes y una reducción en el riesgo de reaparición durante la quimioterapia de la tuberculosis.

El apoyo y cálculo nutricional en el tratamiento de la tuberculosis, algo común antes de la llegada de los fármacos antituberculosis, ha dejado de ser una parte integral de la terapia clínica en la mayoría de los países pobres, a pesar de que la malnutrición daña el sistema inmunológico e incrementa el riesgo de recaídas y de otras infecciones.

En Tanzania, Eduardo Villamor, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, junto con un equipo de investigadores, realizó un ensayo aleatorio de micronutrientes con dosis de vitamina A, B-complex, C, E y selenio o placebo en 887 pacientes que estaban siendo sometidos a un tratamiento para la tuberculosis. Posteriormente, se realizó un seguimiento de los pacientes durante una media de 43 meses; de los cuales 471 estaban coinfectados por el virus VIH y no recibían ningún tratamiento antiretroviral y 416 no estaban infectados por el VIH.

El estudio indicó que los suplementos de micronutrientes estaban asociados un índice reducido de reaparición de la tuberculosis. En dicho estudio, tanto los pacientes que estaban coinfectados por el VIH como los que no, pero que tomaban los suplementos mostraron un riesgo menor de reaparición de la tuberculosis en los meses siguientes tras haber dado negativo el cultivo para tuberculosis: un 45% en general y un 63% en el caso de pacientes coinfectados por el VIH. Los suplementos redujeron, también, la incidencia de neuropatías periféricas en un 57% independientemente de que estuviesen o no infectados por el VIH, e incrementaron los niveles de ciertas células (CD3 y CD4) importantes para la respuesta inmunológica en pacientes no infectados por el VIH.

Como observó Villamor: «Observamos que la administración de micronutrientes en pacientes con tuberculosis que se estaban sometiendo a un tratamiento antituberculosis parecía reducir el riesgo de recaída. El efecto fue mayor en los pacientes infectados también por el VIH. Esto podría ser importante dado que la reaparición de la tuberculosis es frecuente en pacientes infectados por el VIH». Según Villamor: «sería importante averiguar si los micronutrientes mejoran los resultados del tratamiento en pacientes coinfectados por ambos virus y que se estén sometiendo a un tratamiento antiretroviral».

Fuente: Science Daily

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Tratamiento eficaz para niños obesos

14 de abril de 2008

Investigadores de la Universidad de Glasgow han descubierto un nuevo enfoque para el tratamiento de la obesidad infantil y han demostrado que su método es más eficaz que otras prácticas actuales.

El equipo, dirigido por el Prof. John Reilly, se centró en los cambios de estilo de vida, en lugar de en la pérdida de peso, animando a los niños a controlar su tratamiento y realizar más actividades físicas.

El programa utilizó un enfoque basado en la familia según el cual son el niño y sus familiares quienes determinan los cambios, establecen sus propios objetivos y monitorizan su comportamiento para mantener su peso. Además, como parte del tratamiento, los niños aprendieron a utilizar un ‘sistema de semáforo’, en le que los alimentos y las bebidas están codificados como ROJO (de elevado contenido energético y que se deben tomar solo en ocasiones especiales), ÁMBAR (consumo restringido) y VERDE (consumir en cualquier cantidad).

“Se animó a los niños a modificar su dieta, incrementar su actividad física y reducir los comportamientos sedentarios, como ver la televisión o jugar a videojuegos, a no más de dos horas al día”, señaló el Prof. Reilly. También se utilizaron técnicas del comportamiento para animar a las familias y ayudarles a realizar los cambios en su estilo de vida. Puesto que el programa se centró en los cambios en el estilo de vida y no en la pérdida de peso, los niños solo se pesaron tres veces durante los seis meses del programa.

“Comparamos el programa de tratamiento estándar de la seguridad social escocesa con este nuevo programa práctico. Ahora, se ofrecen a los niños unas 3 ó 4 consultas externas con pediatras dietistas a lo largo de 6 a 10 meses, con un contacto total con el paciente de 60-90 minutos”, señaló Reilly. “Nuestro método consiste en ocho consultas (7 consultas externas y 1 visita a casa) a lo largo de 26 semanas con un contacto total con el paciente de unas cinco o seis horas.

Ambos tratamientos resultan beneficiosos para la calidad de vida de los niños, pero el nuevo obtuvo mayores beneficios en cuanto a peso y estilo de vida. Y lo más importante: fue bien recibido tanto por los niños y como por sus padres.
El Profesor Reilly trabajó con investigadores de los Sick Children’s Hospital de Glasgow y Edimburgo y sus resultados se publicaron en el ejemplar de marzo de la revista médica estadounidense Pediatrics.

Fuente: Universidad de Glasgow

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El consumo de manzanas disminuye el riesgo de síndrome metabólico

11 de abril de 2008

Los adultos que comen manzanas y toman zumo y salsa de manzanas tienen un riesgo considerablemente inferior de síndrome metabólico, un grupo de problemas de salud relacuionados con numerosas enfermedades crónicas como las cardiovasculares o la diabetes.

Los resultados del estudio, presentados en el congreso Experimental Biology 2008, were proceden de un análisis de datos sobre el consumo de alimentos en adultos recogidos mediante la encuesta 1999-2004 National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), la base de datos de salud y consumo alimentario más extensa del gobierno.

El Dr. Victor Fulgoni analizó los datos, observando concretamente la asociación entre el consumo de manzanas y los productos de manzanas, la ingesta de nutrientes y varios parámetros fisiológicos relacionados con el síndrome metabólico. En comparación con los que no consumían esta fruta, los adultos que comían manzanas o productos de manzana mostraron un 27% menos de probabilidades de padecer síndrome metabólico.

“Observamos que los adultos que comen manzanas y productos de manzana tienen cinturas más delgadas que indican menos grasa abdominal, una tensión arterial más baja y un menor riesgo de desarrollar lo que se conoce como síndrome metabólico”, señaló Fulgoni.

Además de tener un 30% menos de probabilidades de padecer de tensión arterial diastólica elevada y un 36% menos de probabilidades de padecer de tensión arterial sistólica elevada, los consumidores de productos de manzana presentan un 21% menos de riesgo de tener una circunferencia de talle excesiva (todos ellos indicadores de enfermedad cardiovascular y un aumento de las probabilidades de padecer síndrome metabólico). Además, los adultos que consumen productos de manzana presentan unos niveles considerablemente inferiores de proteína C reactiva, otro indicador relacionado con el riesgo cardiovascular.

Es más, se observó que las dietas de los consumidores de productos de manzana eran más saludables que las de los no consumidores, incluyendo una mayor ingesta de fruta y de nutrientes fundamentales como fibra, vitaminas A y C, calcio y potasio. También se observó que consumían menos grasas y azúcares añadidos.

Fuente: PhysOrg

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Dieta meditarranea durante embarazo reduce el riesgo de asma

18 de enero de 2008

Un estudio demuestra que la dieta mediterránea reduce el riesgo de que los hijos desarrollen enfermedades como asma o alergias.

Según un artículo publicado esta semana por Reuters, investigadores griegos afirman que los hijos de las mujeres que durante el embarazo siguen una dieta mediterránea rica en frutas y vegetales son mucho menos propensos a desarrollar asma o alergias a lo largo de su vida. Además, según señalaron los investigadores para la revista Thorax, el consumo de vegetales más de ocho veces por semana, de pescado más de tres veces por semana y de legumbres más de una vez por semana parece impulsar más aún esta protección.

Probablemente sea la combinación de alimentos saludables con una serie de antioxidantes y nutrientes conocidos lo que marque la diferencia, aunque según Leda Chatzi, de la Universidad de Creta, y sus colegas, será necesario realizar más estudios para averiguar de qué modo funciona exactamente esta protección.
Los resultados aportan más pruebas acerca de los beneficios para la salud de una dieta mediterránea en la que priman los vegetales, el pescado y las grasas saludables como el aceite de oliva y el de canola.

Para llegar a estos resultados, los investigadores estudiaron a 468 mujeres embarazadas y, tras el parto, realizaron un seguimiento posterior de seis años y medio de duración a través de cuestionarios dietéticos.

Las madres proporcionaron información acerca de los síntomas alérgicos y respiratorios de sus hijos, a los que además se les hicieron pruebas de alergias y sibilancia recurrente.

Según se observó en el estudio, los hijos de las mujeres que habían seguido una dieta mediterránea de calidad tenían un 80% menos de probabilidades de padecer sibilancia recurrente, el síntoma más común del asma infantil, y un 45% menos de probabilidades de desarrollar alergias. Paralelamente, los hijos de las mujeres que habían consumido más carne roja mostraron un mayor riesgo de desarrollar estas afecciones, mientras que la dieta de los niños durante su etapa infantil pareció no influir.

Fuente: Reuters

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Excesivo azúcar afecta a las hormonas sexuales

27 de noviembre de 2007

Según un artículo publicado esta semana en ScienceDaily, un nuevo estudio señala que tomar demasiada fructosa y glucosa puede desactivar el gen que regula los niveles de estrógenos y testosterona activa en el cuerpo. El estudio, publicado este mes en la revista Journal of Clinical Investigation, refuerza la recomendación de consumir más carbohidratos complejos y evitar el azúcar.

La glucosa y la fructosa se metabolizan en el hígado, pero si hay demasiado azúcar en la dieta, el hígado la transforma en lípidos. Utilizando un modelo de ratón y cultivos de células hepáticas humanas, los investigadores descubrieron que el aumento en la producción de lípidos desactiva un gen llamado SHBG (globulina fijadora de las hormonas sexuales) y reduce la cantidad de proteína SHBG en sangre.

Esta proteína desempeña un papel fundamental en el control de la cantidad de testosterona y estrógenos disponible en el cuerpo. Si hay menos proteína SHBG, se liberan más testosterona y estrógenos por el cuerpo, lo cual está asociado con un incremento en el riesgo de acné, infertilidad, ovarios policísticos y cáncer uterino en mujeres con sobrepeso. Unas cantidades anormales de SHBG también alteran el delicado equilibro entre estrógenos y testosterona, que está asociado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en mujeres.

“Hemos descubierto que unos niveles bajos de SHBG en sangre implican un desequilibro en el estado metabólico del hígado, ya sea por una dieta inapropiada o por un problema en el hígado, mucho antes de que se manifieste cualquier síntoma de enfermedad”, señala el Dr. Geoffrey Hammond, principal investigador del estudio, director científico del Child & Family Research Institute de Vancouver, Canadá, y profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de British Columbia.

“Con este nuevo descubrimiento, ahora podemos utilizar el SHBG como biomarcador para controlar que el hígado funciona bien antes de que aparezcan los síntomas”, señala el Dr. Hammond. “También podemos utilizarlo para determinar la eficacia de las intervenciones dietéticas y los fármacos destinados a mejorar el estado metabólico del hígado”.

Tradicionalmente, los médicos medían el SHBG en sangre para determinar la cantidad de testosterona libre de un paciente, información fundamental para diagnosticar trastornos hormonales. Además, los niveles de SHBG se utilizan para diagnosticar el riesgo de un individuo de desarrollar diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Este descubrimiento descarta la anterior presunción de que demasiada insulina reduce el SHBG, una idea que surgió de la observación de que los individuos prediabéticos con sobrepeso tienen unos niveles elevados de insulina y bajos de SHBG. Este nuevo estudio demuestra que la insulina no es la responsable, sino el metabolismo del azúcar por parte del hígado.

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Dieta sana para evitar demencia senil

14 de noviembre de 2007

Según un artículo publicado esta semana en BBCNews, científicos estadounidenses han desvalado más pruebas de que una dieta rica en pescado azul y vegetales puede reducir las posibilidades de desarrollar demencia en las últimas etapas de la vida.

Otros estudios publicados en revistas estadounidenses sugieren también que la dieta mediterránea o el consumo de suplementos de betacaroteno a largo plazo podrían proteger de la enfermedad. Ambos contienen antioxidantes, que protegen el cerebro.

El primer estudio, publicado en la revista Neurology, analizó las dietas de más de 8.000 hombres y mujeres sanos de más de 65 años y en el se observó que los que tomaban ácidos grasos omega-3 con regularidad (presentes en algunos aceites de cocina, pescado azul y productos con suplementos de omega-3) eran mucho menos propensos a desarrollar demencia en los cuatro años siguientes. Además, las personas que consumían pescado al menos una vez a la semana tenían un 40% menos de riesgo de desarrollar la enfermedad, mientras que la ingesta de fruta y vegetales una vez al día reducía el riesgo en un 35%. En cambio, el consumo de otros tipos de aceites que contienen omega-6 en lugar de omega-3, como el de girasol, duplicaba el riesgo.

El segundo estudio analizó los efectos de los suplementos de betacarotenos durante una media de 18 años. Los 4.000 voluntarios tomaron una pastilla de betacarotenos o bien un placebo si ingrediente activo cada día. Durante el estudio, los que tomaban el betacaroteno obtuvieron mejores puntuaciones en las pruebas mentales, especialmente en las de “memoria verbal”.

El motivo por el cual estos alimentos o suplementos pueden proteger frente a la demencia se desconoce, pero muchos expertos sugieren que los antioxidantes pueden frenar el daño de las células del cuerpo que por lo general se acumula a lo largo de la vida.

Por otra parte, la Dra. Kristine Yaffe, de la Universidad de California, en San Francisco, señala que los resultados de los diversos estudios acerca de los suplementos de betacarotenos son muy diversos y un análisis global no justifica su uso para impulsar la memoria. De hecho, incluso hay un estudio que sugiere que la ingesta de betacarotenos a largo plazo puede ser perjudicial.

No obstante, según Susanne Sorensen, Directora de Investigación de la Alzheimer’s Society, las personas deberían ser conscientes de que hay cosas que pueden hacer, como adoptar la llamada “dieta mediterránea”, para reducir su riesgo de desarrollar la enfermedad. «La mayoría de la población puede reducir su riesgo siguiendo una dieta rica en vegetales, fruta y pescado», señala Sorensen. Fuente: BBC Health

Relacionado con dieta sana para evitar demencia senil:

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Demasiada grasa podría alterar nuestro reloj interno

11 de noviembre de 2007

Unos científicos afirman que una dieta rica en grasas puede descontrolar el reloj interno del cuerpo. Según ellos, solo unas cuantas comidas con un elevado contenido en grasa son suficientes para trastocar el reloj interno del cuerpo, entrando en un círculo vicioso que puede conducir a la obesidad o la diabetes.

Los investigadores de la Universidad de Northwestern y del Evanston Northwestern Healthcare en Illinois, sugieren que comer en exceso altera el mecanismo interno del reloj corporal y trastoca el ritmo de señales internas como el control del apetito. Según ellos, el cambio se puede producir en cuestión de días.

Este reloj interno, conocido como reloj circadiano, controla los ritmos diarios del cuerpo, regulando cuando dormir, despertar, comer, etc. Se trata de un antiguo mecanismo para adaptar el comportamiento a los cambios en el entorno externo, que varían según la rotación de la Tierra y los ciclos de luz y oscuridad.

Otra investigación, realizada por el Dr. Joe Bass, observó que un reloj corporal defectuoso puede incrementar el riesgo de obesidad y de diabetes, pero este estudio más reciente demuestra que comer en exceso puede desencadenar el proceso.

Para el estudio, los investigadores utilizaron dos grupos de ratones genéticamente similares. Durante dos semanas todos siguieron una dieta normal; luego, la mitad de los ratones continuó con dicha dieta, mientras la otra mitad pasó a una dieta rica en grasas en las que el 45% de las calorías procedía de grasas.

El estudio se realizó a oscuras para evitar que cualquier factor externo guiara a los animales y se observó que, en dos semanas, los ratones de la dieta rica en grasas empezaron a cambiar sus hábitos y pasaron a comer y descansar a horas inadecuadas, mientras que los de la dieta normal no modificaron su comportamiento.
Los investigadores observaron cambios también en los componentes moleculares del reloj circadiano y en importantes aspectos de la química metabólica.

Para el Dr. Bass, el hecho de que los animales de la dieta rica en grasas pasaran a comer a deshoras, consumiendo prácticamente todo el exceso de calorías cuando deberían estar durmiendo, es equiparable las personas que van a la nevera en medio de la noche y se hinchan de comida basura.

Según él, estos genes metabólicos controlados por reloj están expresados en partes del cerebro, así como en el hígado y el tejido adiposo, y la dieta rica en grasas suprime la actividad de los genes del reloj interno. Además de los cambios en la actividad y la alimentación, también se ven alterados los procesos moleculares que intervienen en el metabolismo.

La investigación, publicada en el número actual de la revista Cell Metabolism, una publicación de Cell Press, ha sido financiada por los Institutos Nacionales de Salud y por aportaciones de Amylin Pharmaceuticals y Eli Lilly and Co.

Fuente: News Medical Net

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Alimentación sana en el trabajo

1 de noviembre de 2007

Mantener unos hábitos alimenticios adecuados en el trabajo puede resultar difícil. Según una nueva encuesta de Working Mother Media, 8 de cada 10 mujeres coinciden en que el acceso a alimentos adecuados y nutritivos a la hora de la comida y de los aperitivos les ayudaría a controlar mejor su peso y vencer los malos hábitos alimenticios en la oficina.

Sin embargo, aunque más del 80% de las mujeres encuestadas están de acuerdo en que la nutrición es importante, reconocen que solo prestan de vez en cuando atención a las elecciones de alimentos que realizan.

Prácticamente todas las mujeres encuestadas coinciden en que tanto la saciedad como la comodidad son importantes para los alimentos que toman en el trabajo. A continuación se indican algunas recomendaciones para mantener una rutina alimentaria saludable durante la semana:

  • Acostúmbrate a llevar la comida. Prepárala la noche anterior asegurándote de llevar una comida equilibrada. Puedes incorporar carne, pollo, pavo, jamón, pescado, huevos, queso bajo en grasa, un yogur desnatado y frutos secos.
  • Elige alimentos ricos en proteínas y fibra. Muchas mujeres afirman pasar hambre todo el día mientras trabajan. Este tipo de alimentos ayudan a sentirse lleno y controlar los niveles de apetito para no pasarse el día picando.
  • Prueba una fruta o vegetal nuevo cada semana. Si se elige lo mismo por rutina día tras día, puede acabar aburriendo. Prueba cosas nuevas para mantener tu interés en las comidas de diario.
  • Hidratate. Conviene tener agua a mano para mantenerse sano. Sustituye por agua el zumo, los refrescos, el café o cual sea tu bebida habitual.
  • Defiende la iniciativa en el trabajo, animando a los directivos de tu empresa a promover unos hábitos alimentarios saludables en el entorno de trabajo. Puedes sugerir que incluyan una oferta más amplia de alimentos saludables en la cafetería de su lugar de trabajo o en las máquinas expendedoras.
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Un estudio indica que los hidratos de carbono no engordan

10 de octubre de 2007

Según un artículo publicado este mes en news-medical.net, un nuevo estudio estadounidense podría mostrar que una dieta rica en almidón y azúcar, lejos de hacernos engordar, podría dejarnos más delgados y sanos. Y es que según el Prof. Glenn Gaesser, la actual «histeria anti-carbohidratos» carece de sentido.

Tras analizar numerosos estudios que observaban los hábitos alimenticios y la salud de cientos de miles de hombres y mujeres, el Prof. Gaesser opina que los que comen grandes cantidades de carbohidratos no pesan más. Sus resultados rebaten la percepción promovida y reforzada por dietas como la dieta de Atkins o la del IG, que señalan que es fundamental reducir los carbohidratos presentes en el pan, los pasteles y las patatas para combatir los michelines.

El Prof. Gaesser, experto en obesidad de la Universidad de Virginia, afirma contrariamente a la corriente nutricional que los carbohidratos no engordan y que aquellos que disfrutan comiendo carbohidratos están a menudo más delgados y sanos que los que reducen de forma severa su ingesta.

Según Gaesser no hay motivo para tomar menos carbohidratos, dado que éstos no son el enemigo y, por lo general, una reducción en su consumo conduce a tomar más alimentos grasos y, con ello, a un aumento de peso.

Gaesser cree que los carbohidratos desempeñan un papel importante en una dieta equilibrada, proporcionando fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Recomienda que se cuenten las calorías en lugar de los carbohidratos y afirma que la clave para perder peso es tomar alimentos ricos en fibra, hacer ejercicio de forma regular y tomar productos lácteos desnatados y carnes magras.

Sin embargo, sus resultados han sido cuestionados por por algunos expertos que afirman que estudios realizados con animales demuestran que las dietas ricas en carbohidratos se convierten rápidamente en grasa.

El Prof. Gaesser, en cambio, señala que tomar sandwiches con pan blanco o algún donuts de vez en cuando, no tiene por qué poner en peligro nuestro estado de salud y tampoco conduce necesariamente a la obesidad.

Gaesser estudió también la relación entre el consumo de carbohidratos y algunas enfermedades, como la diabetes de tipo 2, el cáncer o enfermedades coronarias, y no observó ninguna prueba concluyente de que evitar el consumo de carbohidratos con un elevado índice glucémico (IG) ayude a prevenir estas enfermedades.

Según Gaesser reducir cualquier parte de la dieta, ya sea carbohidratos, proteínas o grasas, tendrá como resultado una modesta pérdida de peso a corto plazo, si se reduce el consumo de calorías; pero para mantener el paso a largo plazo, una dieta rica en carbohidratos y baja en grasas es la mejor opción.

Fuente: News Medical Net