Restaurante La Capella
San Pablo, 1
Altea Altea
Tel: 966 880 484
La cocina de las marinas de Alicante tiene una extraordinaria personalidad donde se mezcla el mar y la montaña. No es fácil encontrar puntos de encuentro entre la cocina tradicional y una cocina más evolucionada que tenga el respaldo popular, más allá de la excelencia culinaria actual por una parte y de la tradición inamovible por otra.
Quizás el sitio que puede echar puentes entre tradición y modernidad sea La Capella. Un sitio que gusta a todos. En sus mesas se sienta gente de todas las nacionalidades junto a los lugareños. Y la profesionalidad de Florencio Cano y su familia (en la cocina) se ha consolidado por más de 13 años en una tónica ascendente a este bonito restaurante que hace que su variopinta clientela le sea entusiasta y fiel.
Especialidades de La Capella
Todo lo que pidas está bueno. Sí, así de sencillo. Desde los aperitivos (un increible montadito de jamón ibérico), el pan ajo-tomate, las cocas (a la lluna, o lumbre), salazones de la tierra, espencat, arroces (muy buenos arroz al horno y arroz a banda), o los excelentes pescados de la zona (si no hay lubina o dorada, siempre hay un gallo, un mero…, con una buena selección de la materia prima).
Hay que informarse bien de cunado está cerrado, según nuestras últimas noticias: miércoles (en verano, sólo mediodía), segunda quincena de febrero, tercera semana de septiembre y primera quincena de noviembre. No obstante, llamar por teléfono antes, dado que además conviene reservar.
El comedor y la terraza tienen un encanto un aire rústico, mezclado un mabiente donde caben obras de Díaz Azorín y otros notables artistas de Altea y también se disfruta de unas espléndidas vistas.
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La primera vez que fuí fabuloso…todo muy bien la comida la atención…pero la segunda vez que fuí…fatal horroroso..la atención nefacta..muy poca profesionalidad..la carne dura como una piedra..el pescado sabía a rayos ….el pan de haccía tres semanas por lo menos…hace falta mas profesionalidad por parte de los empleados..después de pagar casi 100 euros…nos quitaron la mesa sin pedir explicaciones..y le dimos la opción a pedir postre..negándose rotundamente ya que los chicos tendrían ganas de fiesta….ahí es cuando me refiero a la profesionalidad, ya que si empiezas a servir una mesa…"cuando algo se empieza se acaba sino…no quedes mal …y después del sablazo padre ….no tengas opción ni a postre.."porque los gandules de ciertos empleados sin experiencia que habitaban el citado lugar tenían las vértebras dañadas de apoyarse en las esquinas ,asícomo la educación al estilo me la cargué brillaba por su ausencia…PARA TODOS LOS COMENSALES Y TOQUE DE ATENCIÓN AL DUEÑO Y SEÑOR DE TAL LOCAL PARA QUE ESTÉ MAS PENDIENTE DE SUS CLIENTES….
TOQUE DE ATENCIÓN EL CLIENTE NO ES QUE TENGA SIEMPRE LA RAZÓN…PERO QUE NO LLEVE A EQUÍVOCO EL HECHO DE SERVIR, ES HACER UN FAVOR …YA QUE SE PAGA CON CRECES…SALUDOS DE UN CLIENTE INSATISFECHO QUE POR EDUCACIÓN NO PUSO LA RECLAMACIÓN OPORTUNA.