Los Mejores Restaurante de la capital de Argentina
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1. Don Julio, Palermo
Hay muchísima competencia por el título de mejor parrilla en la ciudad y ésta muestra constantemente poderosas razones para hacerse con el título al ofrecer un gran equilibrio entre tradición e indulgencia. El comedor da a una cocina abierta y si pedimos al camarero que nos explique los diferentes cortes de carne, estará encantado de darnos un curso acelerado, utilizando como muestra la carne que chisporrotea a lo lejos en la parrilla.
Desde el bife de chorizo y el lomo a las mollejas y los chinchulines, pronto entenderemos el viejo dicho que dice que «la única parte de la vaca que un argentino no come es el mugido».
2. El Cuartito, Recoleta
Además de los restaurantes especializados en carnes, hay otra experiencia fabulosa por excelencia: la pizzería económica. Inaugurado en 1934, este clásico tiene el aspecto de un restaurante de temática argentina (banderas blanco y celeste, recuerdos de fútbol y fotos de antiguos cantantes de tango). Argentina puede estar fundada en la inmigración italiana, pero hace la pizza a su manera: base de pan gruesa, con mucho tomate y rebosante de mozzarella.
Otros alimentos típicos argentinos que se pueden probar aquí son la fugazzeta (base de pizza con tiras de cebolla rizada) y el fainá (una especie de pan hecho con harina de garbanzos) (galeriaelcuartito.com.ar).
3. Tarquino, Recoleta
El sistema de las estrellas Michelín no llega a Argentina, pero se pueden encontrar chefs que han perfeccionado sus habilidades junto a algunos de los mejores del mundo para luego volver y darle un giro a su cocina nacional. Dante Liporace es uno de ellos, tras haber completado su preparación en El Bulli, con Ferran Adrià.
Liporace dirige ahora este restaurante relativamente nuevo, situado en una mansión colonial reconvertida en hotel de lujo: el hotel Hub Porteño. Los siete platos presentes en el menú degustación podrían incluir una pizza deconstruida o una absorción molecular del adorado flan argentino (tarquinorestaurante.com.ar).
4. Don Carlos, La Boca
Situado justo al lado del estadio azul y amarillo del Boca Juniors, ésta es una de las parrillas más antiguas de la ciudad. Se trata de un local sencillo con algunos fans de renombre, como Francis Ford Coppola. Durante mucho tiempo fue conocido por no tener carta: en su lugar, Don Carlos evaluaba a los clientes a su llegada y les presentaba una serie de platos que pensaba que les gustarían.
Los extranjeros ya no son una novedad hoy en día, por lo que es probable que nos reciban con una carta, pero si charlamos un poco con dueño, enseguida se hará cargo del procedimiento. Conviene no detenerlo.
Casa Félix, Chacarita
Los restaurantes a puerta cerrada de Buenos Aires surgieron tras la crisis económica de 2001, cuando algunos cocineros emprendedores buscaron aprovechar el auge del turismo. Diego Félix fue uno de los pioneros y, excepcionalmente por estos lares, está especializado en comida vegetariana y pescados. Ofrece un menú degustación de cinco platos en su propia casa y proporciona su dirección sólo a aquellos con una reserva. Tras llamar a la puerta, nos guiarán a través de un patio iluminado con velas hasta llegar a un pequeño jardín trasero, donde Félix cultiva muchas de sus hierbas y verduras. Después de disfrutar de un cóctel con los demás comensales, nos mostrarán nuestra mesa, lo que le da al procedimiento una sensación de mitad restaurante, mitad fiesta con cena (colectivofelix.com).
5. Restaurante HG, Palermo
Las iniciales corresponden al chef estrella: Hernán Gipponi, recomendado en la lista «50 Best hotlist» del año pasado. Su local se encuentra en el interior del Hotel Fierro, en una de las calles de adoquines más tranquilas de Palermo Hollywood.
Los restaurantes de los hoteles pueden ser bastante sofocantes e impersonales, pero Fierro se esfuerza por imprimirle un ambiente social. La última iniciativa son las «noches de una mesa», que reúne a los comensales para disfrutar de un menú único en un entorno comunitario. La carta de vinos también merece una exploración, ya que fue creada por el hermano del dueño, Andrés Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers (fierrohotel.com).
6. Chan Chan, Congreso
Mientras la comida peruana se convierte en una moda en todo el mundo, esta colorida cantina vuelve a los orígenes, con sus enormes platos de ceviche, lo suficientemente grandes para compartir. Probar su pescado picante, cocinado en jugo de limón y nadando en «leche de tigre», como se conoce a la salsa de cítricos con chile. No escatimar en los acompañamientos, ya sea incluyendo enormes platos de papas a la huancaina (patatas en rodajas con una salsa de queso espeso) o yuca frita.
7. La Esperanza de los Ascurra, Villa Crespo
Se trata de un bar de moda con un extenso menú de tapas. Al igual que un gran porcentaje de los argentinos, el propietario tiene antepasados españoles, y de ahí proceden muchos de sus platos. Se pueden encontrar papas bravas y jamón, además de un montón de toques argentinos, como la mozzarella «gaucho» (trocitos de queso fritos). Su ambiente relajado atrae a un público joven y moderno. Y ha demostrado ser tan popular que recientemente han abierto una segunda sucursal en Palermo (esperanzaascurra.com.ar).
8. Il Ballo Del Mattone, Palermo
Sería una exageración sugerir que esta trattoria tiene la mejor comida de la ciudad, pero sí se podría decir que tiene el mejor ambiente de fiesta. Fundada por artistas y siempre con vida, es un lugar fabuloso para comenzar una (larga) noche en la ciudad. Su interior es un derroche de color y a veces también tiene música en vivo. La comida es italiana y toda la pasta es de elaboración casera. Con su ropa vintage y peinados inconformistas, al ver al personal nos preguntaremos a dónde van de fiesta. Lo mejor es preguntar; no son tímidos (Facebook page).
9. Floreria Atlantico, Recoleta
Esta es otra opción para los amantes de la noche (si no somos nocturnos, puede que estemos en la ciudad equivocada). Actualmente, es la coctelería más de moda de Buenos Aires y se accede a ella entrando por una puerta «secreta» situada en la parte trasera de una floristería que está abierta hasta altas horas de la noche y tiene una línea lateral de venta de vinilos.
Las bebidas, claramente, son lo principal en este sofisticado bar clandestino de luz tenue (la lista de cócteles recorre todo el mundo), pero también hay un menú de comida fina. La mayoría de los platos están hechos para compartir, incluido un plato conocido como «bestias del Atlántico», que lleva langostinos, ostras y gambas (floreriaatlantico.com.ar).
10. iLatina, Villa Crespo
Este restaurante relativamente nuevo comenzó a puerta cerrada en Palermo y luego se corrió la voz rápidamente, animándoles a poner unas instalaciones más permanentes. Los tres hermanos que lo regentan provienen de Colombia, pero su comida se nutre de influencias de toda Sudamérica. Un ejemplo de menú podría incluir unas arepas de maíz con anís, carne de cerdo braseado en café y caña de azúcar y helado de aguacate y aguardiente (ilatinabuenosaires.com).
Fuente: The Guardian
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