Última moda: restaurantes sólo para socios o con una única mesa
Restaurante Mercès One Barcelona |
La última moda en restaurantes de la capital son los restaurantes privados sólo para socios, en los que se paga una cuota anual o se reserva por internet, o los restaurantes para todo el público que lo desee pero que sólo tienen una sola mesa. Esta tendencia la han marcado dos restaurantes de Madrid: un japonés situado en la famosa calle de Alcalá y un club al estilo inglés situado en el barrio de Retiro.
Suelen ser restaurantes discretos por fuera, pero por dentro son auténticos restaurantes con barra, cristaleras con las mejores bebidas y una gran mesa en el centro. Si, no nos hemos equivocado, un restaurante con una única mesa para que sus socios puedan comer, cenar, tomar una copa o lo que les parezca, de una forma íntima y privada pero fuera de casa. A estos restaurantes se puede acceder haciéndose socio y pagando una cuota anual o bien, reservando a través de Internet.
Esta tendencia ya es una realidad en ciudades como Nueva York, París o Londres, y ahora llega a España con la intención de aunar todos los buenos requisitos de un restaurante: buena comida, buena bebida, buena música y máxima intimidad.
En Madrid ya existen varias ofertas de este tipo, con salones de una única mesa o con capacidad máxima muy reducida. Un ejemplo es el restaurante japonés Yugo Sushi & Kobe, un discreto restaurante que en su puerta sólo muestra un cartel de take away. Detrás de la barra de este restaurante hay unas escaleras que conducen a un sótano, pero para acceder al sótano se necesita abrir una puerta de metal con código. Ese código se le envía a los socios que han efectuado su reserva al móvil, y sólo de esta forma se puede acceder a él. Abrir esa misteriosa puerta da entrada a un comedor con capacidad para 12 comensales decorado como un búnker japonés de la Segunda Guerra Mundial. Entre la exquisita y detallada decoración y la intimidad del lugar, la sensación es muy similar a la de estar dentro de uno de estos búnker de la época.
Lo mejor es que del lugar no sólo destaca a originalidad y la decoración, sino que la calidad de la comida es otro punto positivo. Materias primas de la mejor calidad para disfrutar con la gente que tu elijas. Desde atún rojo de calidad excepcional hasta salmón de Alaska, pasando por el pez mantequilla, wasabi natural o alga nori AA de la mejor calidad.
Hasta el momento el lugar tiene 250 socios, y el dueño no desea que sean más de 300. La cuota anual es de 200 euros y permite comer o cenar en el restaurante de lunes a sábado, siempre previa reserva. Los socios pueden llevar un total de 30 invitados por año. El precio por persona es de mínimo 60 euros, con bebidas no incluidas.
Otra opción en la capital es el Club A de Arzábal, con capacidad para 35 personas, que ofrece comida clásica o japonesa realizada por un sushi man así como una zona de copas servidas por el barman Pablo Collantes. El acceso es sólo para socios o clientes con reserva. El ser socio da acceso al lugar sin reserva, con un máximo de tres acompañantes, por la cuota anual de 300 euros.
Esta moda también ha llegado a Barcelona de la mano de Mercès One, que ofrece una única mesa en la que disfrutar de la gastronomía de Antonio Cornejo. En este lugar tan exclusivos no sólo se elige el menú, sino que también se puede elegir a través de su web la decoración y la música, así como dejarlo todo en manos de los profesionales. El primero en reservar será el único cliente, junto con quien elija, en disfrutar de la cocina de este restaurante. Todo un lujo.