Alimentación post-infarto

26 de noviembre de 2014

Dieta después de un infarto

Dieta adecuada después de infarto cardiaco

Las enfermedades de tipo cardiovascular son de las más importantes en la actualidad, situándose junto con la obesidad y los accidentes de tráfico en las principales causas de muerte a nivel mundial.
En España, las muertes caracterizadas por un fallo cardiaco se sitúan alrededor del 32% de la población total.

Un ataque al corazón típico se produce por la obstrucción a nivel de las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente pudiendo provocar la muerte del afectado en pocos minutos. Esta obstrucción arterial puede darse por diferentes factores, entre ellos destaca un exceso de colesterol en sangre que se almacena en forma de placas de ateroma en las arterias, causando un estrechamiento de las mismas y por lo tanto que la sangre no circule con la fluidez que debiera.

Detectar un ataque al corazón en sus primeros estadios es de vital importancia, ya que el pronóstico es muy rápido y en caso de no actuar a tiempo la muerte podría suceder dentro de la primera hora desde que se detectó el fallo cardiaco. Por otra parte, las posibilidades de sobrevivir tras un infarto son muy elevadas (en torno al 95%) si se trata al paciente a tiempo.

Dieta a llevar a cabo tras un infarto cardiaco

Una vez que se ha superado un accidente cerebro-vascular, será muy importante pautar en el paciente afectado una serie de prácticas a tener en cuenta para su alimentación, ya que así se protegerá su función cardiaca normal evitando que se produzcan futuros infartos.

Según estudios recientes publicados por la Universidad de NewCastle (Australia) estas serían algunas de las pautas alimentarias indicadas para estas situaciones:

  1. Aumentar el consumo de cereales de grano entero o integrales, como la cebada, el trigo sarraceno, el maíz, el mijo, la avena, la quinoa, el arroz integral o salvaje, el centeno, y la espelta. Estos cereales van a suponer un aumento de la ingesta de fibra al día, lo que va a resultar de gran interés ya que esta fibra ejerce un efecto de ¨barrido¨ del colesterol en las arterias, evitando así su acumulación en las mismas. Compuestos presentes en estos cereales como los beta-glucanos, son fibras solubles que favorecen este proceso, disminuyendo los niveles de LDL o ¨colesterol malo¨. Por otra parte se encuentran los arabinoxilanos que son unas fibras del trigo que mejoran los niveles de azúcar en sangre y por tanto la sensibilidad a la insulina, dando lugar además a que las posibilidades de padecer diabetes sean menores.
  2. Aumentar el consumo de frutas y verduras. Según varios estudios realizados dentro de este ámbito, se ha visto una menor incidencia de infartos, así como de recaidas,en personas cuyo consumo de frutas y verduras era el adecuado. Además se cree que las cantidades de fitonutrientes contenidos en las frutas y los vegetales, como puedan ser los polifenoles, la vitamina C, los flavonoides y los carotenoides podrían ayudar a retrasar el endurecimiento de las arterias y la coagulación sanguinea. Otra buena razón para consumirlos es que estos dos grupos de alimentos contienen potasio de manera significativa, ayudando a mitigar los efectos nocivos del sodio (sal) sobre la salud de estos pacientes, como veremos más adelante.
  3. Limitar las grasas a las de tipo saludable. Para mantener una correcta salud coronaria será muy importante presentar un perfil lípidico en sangre lo más normalizado posible, para ello se van a sustituir las grasas de tipo saturado como las presentes en el tocino, los lácteos grasos y los productos industrializados, por otras de tipo más saludable como por ejemplo las que se encuentran en los pescados azules, los aguacates, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra. Ya que estos últimos, van a contribuir a reducir el colesterol total y LDL, optimizando el HDL o ¨colesterol bueno¨.
  4. Moderar el consumo de alcohol. Dentro de un consumo moderado como por ejemplo una copa de vino o una cerveza al día no tendría por que conllevar efectos negativos para la salud. Pero superando estas cantidades los efectos podrían ser muy diferentes sobre todo el personas con una salud cardiovascular delicada. Esto se debe a que el alcohol consumido en grandes cantidades, favorece la vasoconstricción coronaria, que como se ha nombrado al comienzo es la causa por la que se producen los ataques al corazón.
  5. Limitar el consumo de sal, así como de todos aquellos alimentos muy salados o de los cuales se desconozca su preparación, ya que en la mayoría de estos productos se valen de potenciadores del sabor con elevadas cantidades de sal para que el resultado del alimento sea más palatable. La sal igualmente ejerce un efecto de vasoconstricción con la cual se aumenta la presión arterial y se retiene una gran cantidad de líquidos.

Además de estas pautas a seguir en cuanto a la alimentación, también será muy importante comenzar a adquirir hábitos de vida saludables como la práctica de ejercicio físico moderado. Esta científicamente comprobado que con una vida activa en la que se encuentre la práctica deportiva, los individuos tenderán a aumentar sus niveles de HDL o colesterol bueno, que en resumen favorecerá el perfil lipídico de estas personas.
También pueden ser interesantes algunos preparados de tipo fitoterapéutico que se encuentran en el mercado y se componen a base de plantas medicinales, ya que en ocasiones (habrá que valorar muy bien el caso) ayudan a modificar las cantidad de triglicéridos y colesterol en sangre importantes para la mejora de salud en estos pacientes.

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