En determinadas ocasiones, aunque la madre lo desee, no es posible alimentar al bebé mediante leche materna, o directamente, es posible que la madre no quiera o no pueda. En estos casos, el bebé se alimentará desde el nacimiento mediante leche de fórmula, que trata de imitar la composición de la leche materna.
En estas ocasiones en las que no se puede dar lactancia materna, se empieza alimentando al bebé con leche para lactantes o fórmulas de inicio. Son leches elaboradas a partir de leche de vaca, pero modificada para que se parezca lo máximo posible a la leche materna. Este tipo de leche se debe utilizar de forma exclusiva hasta los seis meses, y a esta edad, se debe complementar la alimentación del bebé según está establecido.
Leche para lactantes o fórmulas de inicio
Están fabricadas a partir de leche de vaca, que se modifica para hacerla semejante a la leche materna y que cubra correctamente las necesidades nutricionales del bebé. En este tipo de leche se ha modificado el contenido proteico, debido a que los bebés al nacer no tienen desarrollado el organismo y no tolerarían bien la leche de vaca tal cual. Además, se añaden aminoácidos presentes en la leche de vaca como la taurina y la carnitina, que se sabe que son beneficiosos, aunque no se han establecido todavía las cantidades necesarias para obtener dicho beneficio.
Las grasas de la leche para lactantes o fórmulas de inicio debe constituir el 40-55% del aporte calórico total. Esta limitada por la Directiva europea la cantidad de ácidos láurico y mirístico, así como el uso de ácidos grasos trans saturados. También se tiene en cuenta en la modificación de la leche de vaca que no pueden sintetizar todavía ni el ácido araquidónico (ARA) ni el ácido docosoexanoico (DHA) a partir de los precursores linoleico y alfa-linolénico, por lo que se pueden incluir en la leche de fórmula.
La lactosa debe ser el hidrato de carbono mayoritario. El contenido en sales minerales debe ser reducido, aunque no debe ser inferior al de la leche materna. La relación calcio/fósforo debe estar entre 1 y 2, y deben contener las vitaminas y minerales necesarios.
Preparados de continuación
Este tipo de leche se debe usar a partir de los 6 meses. Son fórmulas semejantes a las de inicio, pero se adaptan mejor a esta edad del lactante. Se diferencia de la leche anterior en que puede contener más proteínas y que se les puede añadir sacarosa, fructosa y miel. Además tienen mayor contenido de hierro y pueden contener probióticos aceptados, que sean adecuados y seguros.
En general se trata de fórmulas que hay que preparar. Es muy importante seguir las indicaciones del fabricante, para obtener leche en concentraciones adecuadas de nutrientes. Los materiales utilizados tanto para su preparación como para su consumo deben lavarse cuidadosamente y esterilizarse para el lactante menor de 4 meses.
A partir de los seis meses de edad, además de cambiar a la leche de continuación, se debe empezar a introducir alimentación complementaria en el orden adecuado.
¿Utilizas leche de fórmula para tu bebé? Cuéntanos tu experiencia.
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Hola Aurora!
Si, los profesionales sabemos de los beneficios de la leche materna y se suele intentar concienciar a la gente para que opte por esta opción. Pero está claro que si no es posible, no es posible, y eso no quiere decir que no vayas a tener un bebé sano y fuerte, ni mucho menos. Así que disfruta de tu bebé y gracias por el comentario.
Un abrazo!
Ester
Gracias, siempre se habla de los beneficios de la leche materna, pero en algunas ocasiones no es posible aunque la madre quiera, como es mi caso.