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El Día Internacional Sin Dietas se creo con dos fines principales:
- Crear un día en el que se aceptara el cuerpo humano tal cual es, con su diversidad de formas.
- Recordar y criticar los peligros de algunas dietas de adelgazamiento: las famosas dietas milagro.
Una dieta para adelgazar es una buena opción si se padece obesidad o sobrepeso, ya que la obesidad es por sí misma una enfermedad que además da lugar a muchas otras enfermedades. Por tanto, si se previene o supera la obesidad o se elimina el sobrepeso se previenen a la vez muchas otras enfermedades. Otra cosa es convertir la dieta para adelgazar en una obsesión o convertir la vida en una dieta sin fin. Una dieta para adelgazar tiene sentido si el objetivo final es obtener un peso saludable para sentirse mejor y ganar salud, pero no va a cambiar la forma de nuestro cuerpo ni convertirnos en esa modelo de la tele que tanto admiramos.
Una dieta para perder peso debe ser un nuevo estilo de vida, y no una dieta de un mes en la que descuidar las necesidades del cuerpo y por tanto, la salud. Este tipo de dietas para adelgazar en las que se pierden 5 kilos en una semana, 10 kilos en 3 días… o todas las variedades y barbaridades que se os ocurran (si, todas existen) no son más que una absoluta tontería y un peligro para la salud. Aunque consigas perder peso con estos métodos, si tras acabar la dieta milagro no empiezas a comer bien volverás a tu peso rápidamente. Entonces, ¿por qué no aprender directamente a comer bien y nos dejamos de dietas peligrosas para la salud? Esta es la mejor opción y es mucho menos sacrificada: dieta equilibrada y variada adaptada a las necesidades de cada persona, para de esta forma conseguir perder peso poco a poco a la vez que aprendemos nuevos hábitos de vida para no volver a recuperar esos kilos de más nunca y mantener un cuerpo saludable. No se trata de buscar ese producto milagro que ayude a perder peso, ni esa dieta que permite bajar 5 kilos en dos días, ni de comer durante una semana sólo manzanas o piña… sino de buscar un equilibrio con nuestro cuerpo para comer bien, de forma saludable y en las cantidades adecuadas y así conseguir sentirse bien. No podemos comer barbaridades y pedirle al cuerpo que se mantenga sano.
Una dieta de adelgazamiento es algo necesario cuando se trata de conseguir un peso saludable pero deja de serlo cuando se convierte en un método para bajar por debajo de un peso adecuado. Este es otro tema. Nuestro cuerpo es como es, cada persona tiene un cuerpo distinto, y de hecho, en la diversidad esta la hermosura. Qué aburrido sería si todos fuéramos iguales. Con ello intento decir que cada persona debe aceptar su cuerpo y no intentar cambiarlo probando todas las dietas para perder peso que proponen las revistas. Unas personas, por naturaleza, tienen más curvas que otras, los muslos más anchos que otras. No podemos ponernos como objetivo de una dieta de adelgazamiento conseguir el cuerpo de otra persona, y tampoco el cuerpo de esa famosa de la tele. Una dieta de adelgazamiento debe entenderse como una forma de empezar a cuidarse, de aprender a vivir de forma más saludable, de sentirse mejor y de ganar salud, y nunca como un período de sufrimiento en el que no se puede comer todo lo que deseamos.
No existe un cuerpo perfecto, todo cuerpo es perfecto si se encuentra en un estado óptimo y saludable. Cuidemos nuestro cuerpo… es el único sitio que tenemos para vivir.
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