Archivo de la categoría ‘embarazo’

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La dieta de embarazadas influye en el sexo de su bebé

24 de abril de 2008

Una nueva investigación de las Universidades de Exeter y Oxford ha proporcionado la primera prueba de que el sexo de los niños está relacionado con la dieta de sus madres. El estudio muestra una clara relación entre una ingesta energética elevada durante el período de concepción y el nacimiento de hijos varones. Estos resultados podrían ayudar a explicar la caída en el número de nacimientos de varones en los países industrializados.

El estudio se centró en 740 mujeres del Reino Unido, embarazadas por primera vez y que desconocían el sexo de su feto. Se les pidió que llevaran un registro de sus hábitos alimentarios antes y durante las primeras etapas del embarazo.

Posteriormente, fueron divididas en tres grupos según el número de calorías que consumían al día en torno al momento de la concepción. El 56% de las mujeres incluidas en el grupo de la ingesta energética más elevada, dieron a luz un hijo varón, en comparación con el 45% de las mujeres del grupo con la ingesta energética más baja. Además de consumir más calorías, las mujeres que tuvieron hijos eran más propensas a consumir cantidades más elevadas y una variedad más amplia de nutrientes, incluidos potasio, calcio y las vitaminas C, E y B12. También se observó una fuerte correlación entre las mujeres que tomaban cereales de desayuno y el nacimiento de hijos varones.

En los últimos 40 años ha habido una ligera, pero constante, reducción anual en el porcentaje de nacimientos de varones en los países industrializados. Investigaciones previas han indicado también una reducción en el promedio de ingesta energética en estos países desarrollados.

Según la Dra. Fiona Mathews, principal autora del trabajo: «Esta investigación podría ayudar a explicar por qué en los países desarrollados, en los que muchas mujeres jóvenes eligen dietas bajas en calorías, está decayendo la proporción de nacimientos de hijos varones. Nuestros resultados son especialmente interesantes dado el debate que ha tenido lugar recientemente en el Comité de Embriología y Fertilización Humana sobre si regular la clínica de ‘género’ que permitiría a los padres seleccionar el sexo de su prole manipulando el esperma sin razones médicas. Ahora tenemos pruebas de la existencia de un mecanismo ‘natural’ por el cual las mujeres parecen estar controlando ya el sexo de sus hijos mediante la dieta».

Los científicos ya sabían que muchos animales tienen más hijos varones cuando la madre cuenta con abuntantes recursos. El fenómeno se ha estudiado ampliamente en invertebrados, pero también se ha observado en caballos, vacas y algunas especies de ciervo.

Aunque el género lo determina genéticamente el padre, las madres parecen poder favorecer el desarrollo de un sexo en vez de otro. El mecanismo en los mamíferos todavía no está claro, pero se sabe por las investigaciones de la fecundación in vitro que unos niveles elevados de glucosa favorecen el desarrollo de los embriones macho, inhibiendo el de los embriones hembra. En los humanos, saltarse el desayuno, como hacen muchas mujeres en los países desarrollados, reduce los niveles de glucosa, lo que puede ser percibido por el cuerpo como un indicador de pobres condiciones ambientales y baja disponibilidad de alimentos.

Fuente: Science Daily

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El consumo de omega 3 durante el embarazo favorece a los bebés

18 de abril de 2008

Un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses y canadienses afirma que los ácidos omega-3 en los últimos meses de embarazo incrementan las habilidades motoras y cognitivas del bebé.

Según los investigadores, estos resultados, publicados en la revista Journal of Pediatrics, destacan la importancia que tiene para el desarrollo de los niños la exposición prenatal a los ácidos grasos omega-3 y concluyen que los beneficios de consumir pescado con bajos niveles de contaminación y un elevado contenido de omega-3, como son la trucha, el salmón y las sardinas, superan con creces los posibles riesgos incluso durante el periodo de embarazo.

Los investigadores de la Universidad de Laval, en Quebec, y la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit, midieron la concentración de DHA o ácido docosahexaenoico en la sangre del cordón umbilical de 109 bebés recién nacidos.

La concentración de DHA en el cordón umbilical es un buen indicador de exposición intrauterina a los ácidos grasos omega-3 durante el último trimestre de embarazo, un período fundamental para el desarrollo de las neuronas y los fotorreceptores retinales, señalaron líderes del estudio Eric Dewailly y Gina Muckle.
Las pruebas realizadas a los bebés a los 6 y a los 11 meses revelaron que su agudeza visual y su desarrollo motor y cognitivo estaban estrechamente relacionados con la concentración de DHA en la sangre del cordón umbilical.

Fuente: Redorbit

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Relación entre la dieta de mujeres embarazadas y obesidad infantil

9 de abril de 2008

Una nueva investigación indica que las ratas alimentadas durante el embarazo y el período de lactancia con una dieta de grasa hidrogenada tienen crías más gruesas que las alimentadas con una dieta normal. Una dieta insana tiene consecuencias nocivas para la salud incluso tras haber eliminado las grasas de la dieta y está relacionada con la producción de insulina.

«Sabemos que el crecimiento del feto está influenciado por el estado nutricional de la madre», explicó la nutricionista brasileña Luciana Pisani. «Las condiciones nutricionales durante el embarazo desempeñan un papel fundamental en las interacciones hormonales y metabólicas entre el cuerpo de la madre, la placenta y el feto. Hasta la fecha tan solo unos cuantos estudios han observado los efectos que tienen los ácidos grasos trans durante los períodos de embarazo y lactancia sobre la prole cuando ésta alcanza la edad adulta. Nosotros observamos que la grasa en los cuerpos de las crías aumentaba cuando se alimentaba a las madres con una dieta rica en grasas hidrogenadas y esto podría estar relacionado con la expresión génica de las adipoquinas».

Se pesó la prole semanalmente y la exposición a la dieta rica en ácidos grasos trans una vez abandonada condujo a un aumento de un 40% de la grasa corporal en las ratas jóvenes. Las ratas cuyas madres se alimentaron con la dieta de ácidos grasos y que continuaron consumiendo estas grasas hasta la edad adulta mostraron la eficacia metabólica más elevada. Las mismas ratas incrementaron también su producción de insulina.

Pisani añadió: «Las grasas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del feto y los cambios en los ácidos grasos alimentarios tienen importantes consecuencias para el desarrollo postnatal y del feto. Un elevado consumo de grasas muy hidrogenadas ricas en ácidos grasos trans incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y reduce la sensibilidad a la insulina, conduciendo a la diabetes de tipo 2. Necesitamos investigar más sobre esto, puesto que tiene importantes consecuencias para las dietas de las personas, especialmente, para las mujeres embarazadas».

Fuente: Science Daily

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Cafeína puede provocar abortos

22 de enero de 2008

Según un artículo publicado esta semana en The Guardian, se recomienda a las mujeres reducir el consumo de cafeína durante los tres primeros meses de embarazo, con el fin de reducir el riesgo de aborto espontáneo. El aviso se produce como resultado de un estudio en el que se ha observado que las mujeres embarazadas que consumen al menos dos tazas de café al día tienen el doble de probabilidades de sufrir un aborto que las que no consumen nada de café.

El estudio, en el que participaron 1.063 mujeres embarazadas, mostró que las que tomaban al menos 200mg de cafeína al día tenían un 25% más de riesgo de aborto frete al 12% que presentaban las que evitaban todo tipo de cafeína, incluidos el té, los refrescos y el chocolate.

El aviso de los médicos de una de las organizaciones sanitarias privadas más importantes de los EEUU va más allá que las directrices introducidas por los funcionarios de sanidad del gobierno británico en el 2001, que recomendaban a las mujeres limitar su ingesta diaria de cafeína a 300mg.

La advertencia del gobierno se basaba en un repaso de la literatura científica existente llevado a cabo por la Food Standards Agency, en el que se observó un incremento en el riesgo cuando la ingesta de cafeína superaba los 300mg (tres tazas de café instantáneo) diarios durante las primeras 15 semanas de embarazo.

Ahora, «parece que 200mg al día es ya una dosis suficiente para incrementar el riesgo de aborto», señaló el Dr. De-Kun Li, epidemiólogo perinatal que dirigió el estudio en Kaiser Permanente, una fundación para la salud sin ánimo de lucro de California que dirige 32 hospitales. Según él, las mujeres deberían evitar la cafeína o, al menos, reducir su ingesta a menos de 200mg diarios durante las primeras 12 semanas de embarazo.

Los médicos estudiaron otros factores que se sabe afectan a la tasa de abortos, incluidos la edad, la renta, un historial de abortos y el consumo de alcohol o tabaco. En total, 172 mujeres sufrieron un aborto espontáneo, el 95% durante las primeras 15 semanas de embarazo.

Los resultados sugieren que incluso cantidades moderadas de cafeína incrementan el riesgo, aunque solo se confirmó en mujeres que consumían 200mg o más al día. No se observó ninguna diferencia dependiendo de si la cafeína provenía de café, té, chocolate o refrescos de cola.

Todavía no está claro por qué la cafeína afecta en el comienzo del embarazo, aunque se sabe que las mujeres embarazadas tardan más en procesarla y, por ello, puede atravesar la placenta y llegar al torrente sanguíneo del bebé.

Tracy Flanagan, director de salud de las mujeres de Kaiser Permanente, aconseja a las mujeres que se pasen a bebidas descafeinadas y a impulsores energéticos naturales como los paseos rápidos, el yoga o los frutos secos.

Fuente: The Guardian

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Dieta y Fertilidad

15 de enero de 2008

Según una nota de prensa publicada por la Universidad de Harvard, las mujeres con una combinación de al menos cinco factores de estilo de vida, entre los que se incluye haber modificado aspectos específicos en sus dietas, presentaron un 80% menos de riesgo de infertilidad por trastornos ovulatorios en comparación con las mujeres que no siguieron ninguno de los factores. El estudio ha sido realizado por investigadores de la Harvard School of Public Health (HSPH).

“El mensaje clave de este trabajo es que unas elecciones dietéticas adecuadas y una cantidad de actividad física apropiada en la vida diaria pueden marcar una gran diferencia en la probabilidad de ser fértil en caso de tener problemas con la ovulación”, señaló Walter Willett, autor senior del estudio y jefe del Departamento de Nutrición de la HSPH. El autor principal es Jorge Chavarro, becario de investigación del Departamento de Nutrición de la HSPH.

Pulse aquí para visualizar un breve vídeo en el que los Drs. Willett y Chavarro explican los resultados fundamentales de su trabajo.

Los investigadores realizaron un seguimiento de un grupo de 17.544 mujeres casadas que habían participado en el Nurses’ Health Study II del Brigham and Women’s Hospital. El equipo ideó un sistema de puntuación sobre factores dietéticos y de estilo de vida que según estudios previos predecían la infertilidad por trastorno ovulatorio. Entre estos factores estaban: la proporción en la dieta de grasas (desde las monoinsaturadas a los ácidos grasos trans), el consumo de proteínas (de origen animal y vegetal), el consumo de carbohidratos (incluida la ingesta de fibra y el índice glicémico dietético), el consumo de productos lácteos (enteros y desnatados), el consumo de hierro, el consumo de multivitaminas, el índice de masa corporal (IMC: peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros) y la actividad física.

Los investigadores asignaron una puntuación de uno a cinco, equivaliendo la máxima puntuación al menor riesgo de infertilidad asociado con los trastornos ovulatorios.

Las mujeres con las puntuaciones más elevadas consumieron menos ácidos grasos trans y azúcar de carbohidratos, más proteínas vegetales que animales, más fibra y hierro y más multivitaminas; además, tenían un IMC más bajo, hacían ejercicio durante largos periodos de tiempo a diario y, sorprendentemente, consumían más productos lácteos enteros. La relación entre una puntuación elevada en sus sistema de evaluación y un menor riesgo de infertilidad fue similar en diferentes subgrupos de mujeres, independientemente de su edad y de si habían estado o no embarazadas en el pasado.

Según Chavarro, al analizar qué sucedía con las mujeres que seguían uno, dos, tres, cuatro o más factores diferentes, se observó que, a medida que las mujeres empezaban a seguir más recomendaciones, su riesgo de infertilidad disminuía sustancialmente por cada una de las estrategias de estilo de vida o dietéticas que añadían. De hecho, se observó una diferencia en el riesgo de hasta seis veces entre las mujeres que seguían al menos cinco de los hábitos recomendados y las que no seguían ninguno.

Fuente Harvard University

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La carne y los productos lácteos orgánicos mejoran la leche materna

2 de agosto de 2007

Según un artículo publicado esta semana en earthtimes.org, un nuevo estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition, señala que los productos cárnicos y lácteos orgánicos en la dieta de las madres afecta positivamente a la calidad nutricional de la leche materna, incrementando de forma importante los ácidos grasos beneficiosos.
Concretamente, una dieta en la que el 90% o más de los productos cárnicos y lácteos sean orgánicos está correlacionada con unos niveles considerablemente más elevados de ácido linoléico conjugado (CLA). El CLA es un tipo de grasa que se cree posee efectos anticancerígenos, antiaterosclerosis, antidiabetes y de refuerzo del sistema inmunológico, así como una influencia favorable en la composición de la grasa corporal. Se cree que, en los recién nacidos, el CLA ayuda al desarrollo del sistema inmunológico.
«Este estudio demuestra que las madres que amamantan a sus hijos pueden influir en el aporte y la calidad de los ácidos grasos que toman sus hijos, siguiendo una dieta con productos lácteos orgánicos», señala el Dr. Lukas Rist, autor principal del estudio y director de investigación del Hospital Paracelsus, en Suiza.
En el estudio participaron 321 mujeres de los Países Bajos con hijos de un mes de edad.
Otros estudios recientes se suman al creciente número de pruebas de que los alimentos orgánicos ofrecen importantes beneficios nutricionales. Se ha demostrado que las vacas cuyo alimento proviene, en su mayoría, de las praderas de pastoreo producen leche con unos niveles inferiores de grasas saturadas (las “malas”) y unas concentraciones más elevadas de ácidos grasos insaturados y CLA (las “buenas”).
«Muchos consumidores saben que los alimentos orgánicos reducen su exposición a pesticidas, hormonas y antibióticos,pero este estudio muestra que los alimentos orgánicos también ofrecen una calidad nutricional superior», señala Charlotte Vallaeys, analista de políticas alimentarias y agrarias del Instituto Cornucopia.
«Hay una sinergia y una lógica en el enfoque que los granjeros orgánicos siguen en su modelo de producción», señala Dave Minar, de Cedar Summit Dairy, un productor agrícola orgánico de New Prague, Minnesota. «Concentrarse en la salud y fertilidad del suelo da como resultado unos pastos de calidad nutricional superior, lo que deriva en un ganado increíblemente más saludable. No debería resultar tan sorprendente que un creciente número de pruebas científicas respalde los beneficios de una dieta orgánica, especialmente en el caso de bebés y niños».
Fuente: Earth Times

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Alimentación durante el embarazo

22 de mayo de 2007

El consumo de manzanas durante el embarazo beneficia a los bebés

Según un artículo publicado este mes en BBCNews, una nueva investigación sugiere que los hijos de madres que consumen gran cantidad de manzanas durante el embarazo son menos propensos a desarrollar asma.

El proyecto de la Universidad de Aberdeen encuestó, sobre sus hábitos alimenticios, a 2.000 mujeres a punto de ser madres y, posteriormente, observaron la salud de sus hijos durante cinco años. Los responsables del proyecto observaron que los hijos de las que habían comido al menos cuatro manzanas a la semana tenían la mitad de probabilidades de ser asmáticos que los de las que habían comido una manzana o menos a la semana.

En el estudio, presentado en el congreso de la American Thoracic Society, los investigadores observaron también una relación entre el consumo elevado de pescado durante el embarazo y un menor riesgo de que los hijos desarrollen eczema alérgico. Según esto, en los los hijos de las mujeres que habían consumido una o más porciones de cualquier tipo de pescado a la semana durante el embarazo, las posibilidades de desarrollar eczema en los primeros cinco años se reducen a la mitad.

Todavía no está claro el motivo por el cual las manzanas y el pescado producen este beneficio, aunque el consumo de manzanas en adultos se ha relacionado con una mejor salud pulmonar, quizá debido a sus propiedades antioxidantes, y el pescado azul en concreto contiene ácidos grasos omega-3, también beneficiosos para la salud.
En cualquier caso, es muy complicado establecer una relación entre la dieta materna y la salud de los hijos, debido al elevado número de factores que pueden influir en el desarrollo de enfermedades como el asma y el eczema.

El proyecto, financiado por la organización Asthma UK, ha desvelado también con anterioridad la existencia de una relación entre el consumo de vitaminas durante el embarazo y una reducción en los niveles de asma.

Por su parte, el Dr. Graham Devereux, uno de los investigadores principales, señaló que podría haber otro factor en el estilo de vida de las mujeres que comen muchas manzanas que esté influyendo en el resultado. En cualquier caso, a pesar de la falta de pruebas definitivas, los resultados son suficientes para recomendar una dieta equilibrada durante el embarazo. Según Devereux, “existe una relación clara y es menos controvertido recomendar el consumo de fruta que el de vitaminas durante el embarazo”.

Fuente: BBC Health

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Beneficios de comer pescado durante el embarazo

19 de febrero de 2007

Según un artículo publicado el 16 de febrero de 2007 en NewScientist.com, un nuevo estudio sugiere que las mujeres que siguen las indicaciones del gobierno estadounidense y no comen más de tres raciones de alimentos marinos a la semana durante el embarazo están contribuyendo a aumentar el riesgo de que sus hijos sufran un pobre desarrollo de las capacidades verbales y sociales. Según los expertos, los resultados de este estudio implican que las agencias de salud estadounidenses, como la FDA (Food and Drug Administration), deberían reconsiderar sus actuales recomendaciones sobre este tema.

Joseph Hibbeln, del National Institute of Health de Bethesda, Maryland (EEUU), y sus colegas encuestaron a unas 12.000 mujeres acerca de su consumo de pescado y marisco en los últimos meses de embarazo. Tras el nacimiento del niño, las madres completaron regularmente unos cuestionarios acerca de los progresos en el desarrollo de sus hijos. Finalmente, los investigadores evaluaron el coeficiente intelectual (CI) de los niños a los 8 años de edad.

Tras valorar los factores que podrían dar lugar a confusiones, como el estatus socioeconómico, los científicos observaron que los niños cuyas madres comieron menores cantidades de pescado y marisco durante el embarazo obtuvieron las peores puntuaciones en las pruebas de desarrollo social y de CI verbal.

Los hijos de las mujeres que no comieron marisco ni pescado durante el embarazo tenían un 50% más de probabilidades de estar en la parte inferior de la tabla de puntuación de rendimiento verbal, en comparación con los niños cuyas madres consumieron más alimentos marinos que el límite recomendado de 344 g. semanales. En los niños cuyas madres consumieron algún marisco o pescado, pero sin superar el límite recomendado, se observó un incremento del 10%.

En el 2004, la US Environmental Protection Agency y la FDA recomendaron a las mujeres embarazadas no comer más de 340 g. de alimentos marinos a la semana, debido a los niveles de mercurio presentes en dichos alimentos. Los investigadores encontraron evidencias de que el mercurio podía aumentar el riesgo de parto prematuro. Sin embargo, basándose en los nuevos resultados de este estudio, Hibbeln concluye que sólo los hijos de las mujeres que comen una cantidad de alimentos marinos superior a la recomendada durante el embarazo desarrollan sus capacidades al máximo. Según Hibbeln, los ácidos grasos omega-3 presentes en estos alimentos parecen impulsar el crecimiento del cerebro durante el desarrollo del feto.

Algunos expertos ya se han pronunciado señalando que las agencias deberían revisar la cantidad recomendada. Las agencias gubernamentales “deberían volver a estudiar su recomendación en base a los nuevos resultados”, señala el neurólogo Gary Myers, del University of Rochester Medical Center, de Nueva York. Según él, se debería animar a las mujeres a comer más alimentos marinos durante el embarazo.

Fuente: New Scientist

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Posible relación entre el cobre y la depresión posparto

16 de febrero de 2007

Según un artículo publicado el 12 de febrero de 2007 en Msnbc.msn.com, un nuevo estudio ha descubierto que las mujeres con un historial de depresión posparto suelen tener unos niveles inusualmente elevados de cobre en la sangre, lo que sugiere que este mineral podría desempeñar un papel en el trastorno.

Alrededor de un 15% de mujeres desarrollan una fuerte depresión posparto tras dar a luz. Ante la duda de por qué algunas mujeres son más vulnerables que otras, los resultados de un nueva investigación, publicada en la revista Journal of Trace Elements in Medicine and Biology, sugieren que la regulación de los niveles de cobre en el cuerpo podría tener algo que ver.

Los investigadores observaron que los niveles de cobre en sangre eran significativamente más elevados en 78 mujeres con un historial de depresión posparto, en comparación con otras mujeres sin depresión o que sufrían otros tipos de depresión no relacionadas con el parto.

La teoría de los investigadores es que algunas mujeres podrían tener problemas para eliminar el exceso de cobre del cuerpo. Durante el embarazo los niveles de cobre de las mujeres suelen aumentar hasta más del doble de lo normal, normalizándose posteriormente, tras el nacimiento del niño. Pero, por algún motivo, en las mujeres con depresión posparto los niveles de cobre no se normalizan. Según los autores del trabajo esto se debe probablemente a un trastorno genético en la proteína que regula los niveles de cobre.

Los niveles elevados de cobre podrían contribuir a la depresión posparto debido al papel del metal en la química cerebral. El exceso de cobre en el cerebro puede alterar el equilibrio de la dopamina y la norepinefrina, dos sustancias químicas que regulan el estado de ánimo.

En su estudio, Walsh y su colega, el Dr. John W. Crayton, examinaron los datos de un grupo de pacientes tratados en el centro Pfeiffer entre 1990 y el 2002. Se centraron en los niveles de cobre en sangre de 78 mujeres con un historial de depresión posparto, 148 con un historial de depresión por otros motivos y 28 sin ningún historial de depresión.

El nivel medio de cobre en el grupo de las mujeres con depresión posparto era de 131 microgramos por decilitro de sangre, frente a los 111 mcg/dL del grupo de mujeres con otros tipos de depresión y los 106 mcg/dL de las mujeres sin depresión.

Estas diferencias no prueban que los niveles elevados de cobre causen depresión posparto, pero sí indican que pueda ser un factor que contribuye a la propensidad de sufrirla. Además, las mujeres con depresión posparto respondieron a tratamientos con suplementos que “normalizaron” sus niveles de cobre en sangre.

Fuente: MSNBC

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Acido fólico durante el embarazo

26 de junio de 2006

Las mujeres necesitan ácido fólico durante el embarazo

Según un artículo publicado el 18 de junio de 2006 en USATODAY.com, no existen pruebas de que la mayoría de los suplementos vitamínicos sean beneficiosos para la salud, sin embargo, según un informe de un grupo de expertos reunido por el Instituto Nacional de la Salud de EEUU, el ácido fólico podría ser una excepción.
Esta vitamina B, una forma sintética del folato que se encuentra en alimentos como las lentillas y el brécol, previene graves defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal, circunstancias por las que mueren algunos bebés y otros quedan parcialmente paralizados.

Según los expertos, a comienzos de los 90, los llamados defectos del tubo neural, entre los que se incluye la espina bífida, se dieron en unos 4.000 embarazos al año en EEUU. Los estudios sugerían que entre el 50% y el 70% de los casos se podrían haber evitado con una ingesta adecuada de ácido fólico en las primeras semanas del embarazo. Por ello, en 1992, el Servicio de Salud Pública de los EEUU recomendó que cualquier mujer que se quedara embarazada tomase un suplemento diario de 400 microgramos de ácido fólico (la cantidad habitual en una polivitamina).

Unos años más tarde, la Food and Drug Administration (FDA) dictaminó que los productos de grano enriquecido debían incluir suficiente ácido fólico para proporcionar a la mujer al menos 100 microgramos al día. Pero actualmente, sabemos que eso no es suficiente y que, aunque las medidas que se iniciaron en los años 90 evitan unos 1.000 casos al año, “todavía nacen niños con discapacidades que se pueden evitar”, afirma Godfrey Oakley, investigador en salud pública de la Universidad de Emory, en Atlanta, y antiguo funcionario del Center for Disease Control and Prevention.

Uno de los problemas es, según las encuestas, que tan sólo un tercio de las mujeres toman los suplementos. Según Nancy Green, directora médica de March of Dimes, y quien ha dirigido las encuestas, es decepcionante, pero la mayoría de los embarazos en EEUU no están planeados y no es fácil convencer a una mujer de que se tome un suplemento para proteger a un bebé cuando quizá ni siquiera piensa tener hijos.
Otro problema es que no todas las mujeres toman los mismos alimentos enriquecidos. Por ejemplo, la tasa de defectos del tubo neural es más elevada entre la población hispana, probablemente debido, en parte, a la dieta.

Por ello, March of Dimes y otras organizaciones han pedido a la FDA que ordene un incremento en la dosis de ácido fólico presente en todos los cereales enriquecidos. Ya hemos empezado a redactar un informe científico serio acerca de los posibles beneficios y riesgos que enviaremos en breve a la FDA, afirma Green. De momento existen indicios de que podría disminuir la tasa de muertes por infartos y evitar además otros tipos de defectos de nacimiento.

Fuente: USA Today