Los científicos averiguan por qué el brécol y la soja combaten el cáncer
El consumo de alimentos como el brécol y la soja se ha relacionado desde hace tiempo con unas tasas inferiores de cáncer. Ahora, según un artículo publicado el 16 de abril de 2007 en msnbc.com, un equipo de investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, afirma haber descubierto el mecanismo biológico que subyace a este efecto protector.
Los investigadores descubrieron que el diindolilmetano (DIM), compuesto que se obtiene en la digestión de vegetales crucíferos, y el genistein, isoflavona presente en la soja, reducen la producción de dos proteínas necesarias para que el cáncer de ovarios y de mama se extiendan.
“Creemos que estos compuestos podrían ralentizar o evitar la metástasis del cáncer de ovarios y el de mama, lo que incrementaría considerablemente la eficacia de los tratamientos actuales”, señala Erin Hsu, estudiante de postgrado en toxicología molecular de UCLA.
Los investigadores, que han presentado su descubrimiento en el congreso de la American Association for Cancer Research, probarán ahora su teoría en ratones.
Las células cancerosas presentan unos niveles muy elevados de un receptor de superficie conocido como CXCR4, mientras que los órganos a los que se extiende el cáncer segregan unos niveles elevados de CXCL12, un ligando que se enlaza a ese receptor en concreto. Esta atracción estimula las propiedades invasoras del cáncer y actúa como orientación natural, llevando las células cancerosas a órganos como el hígado o el cerebro.
Los investigadores de UCLA descubrieron que al tratar las células cancerosas con DIM o genistein, el movimiento hacia los CXCL12 se reduce en al menos un 80% en comparación con las células que no han sido tratadas.
Según los investigadores, las cantidades de DIM y genistein utilizadas en el estudio son equiparables al consumo de una dosis elevada de suplementos y probablemente no se pueden obtener tan solo con el consumo de alimentos.
Tanto el DIM como el genistein se están desarrollando ya para uso preventivo y en tratamientos de quimioterapia para el cáncer de mama aunque, según los investigadores, será necesario realizar estudios toxicológicos adicionales.
Fuente: MSNBC