El lugar del cuerpo en el que acumula la grasa puede suponer una gran diferencia para la salud. Investigadores alemanes señalan que incluso en gente con peso normal, un exceso de grasa acumulada en la zona abdominal puede incrementar el riesgo de muerte prematura.
El Dr. Tobias Pischon, epidemiólogo y médico en el Instituto Alemás de Nutrición Humana de Potsdam, analizó los datos recogidos en una extensa base de datos europea de sujetos. Entre 359.000 sujetos a lo cuales se les realizó un seguimiento de cerca de 10 años, los que tenían la mayor medida de cintura (102,6cm o más en los hombres y 88,9cm o más en las mujeres) tenían el doble de probabilidades de morir de forma prematura que los que tenían las cinturas más delgadas (menos de 85,9cm en los hombres y 70,1cm en las mujeres). Al final del estudio, 4.232 de las personas con las cinturas más gruesas habían muerto por varias causas, desde enfermedades coronarias a cáncer, mientras que tan solo 2.155 de las personas con las cinturas más delgadas murieron durante el mismo período de tiempo. Lo más sorprendente fue que la asociación se daba incluso en hombres y mujeres que no padecían de sobrepeso.
Las recomendaciones actuales sobre obesidad dependen del índice de masa corporal (IMC), una proporción de la altura y el peso. El problema es que muchos expertos han observado que el componente del peso no distingue entre grasa y masa muscular ni tiene en cuenta cómo está distribuida dicha grasa. Investigaciones recientes sugieren que la grasa que se acumula en la zona media (en zonas profundas del cuerpo y alrededor de los órganos) es más probable que contribuya a enfermedades como las coronarias y la diabetes, dado que es más activa metabólicamente. Estas célula adiposas, conocidas como grasa visceral, tienden a segregar hormonas y citokinas que pueden acabar con la energía y alterar su equilibro bioquímico; en cambio, la grasa subcutánea, que se encuentra justo bajo la piel en otras partes del cuerpo, es más inerte, actuando principalmente como depósito de energía.
El estudio de Pischon destaca la importancia de medir la cantidad de esta grasa visceral más activa y, como sugieren sus resultados, la circunferencia de la cintura puede ser un marcador eficaz
Fuente: Time Health