Una nueva investigación de la Universidad de California San Francisco indica que un aumento en el consumo de ácidos grasos omega-3 puede proteger de un estado avanzado de cáncer de próstata.
Según los resultados publicados en la revista Clinical Cancer Research, puede que los ácidos grasos funcionen modificando una variante específica del gen COX-2, un conocido gen inflamatorio.
Según los investigadores, la variante, conocida como rs4647310, está relacionada con un aumento de hasta cinco veces del riesgo de cáncer de próstata avanzado, pero un consumo elevado de omega-3 puede reducir el riesgo, incluso a pesar de ser portador de la variante COX-2.
«Las investigaciones anteriores han mostrado una protección frente al cáncer de próstata, pero este es uno de los primero estudios en mostrar una protección frente al cáncer de próstata avanzado y una interacción con el gen COX-2», señaló el Profesor John Witte, autor principal del estudio.
El estudio se suma así a un pequeño, pero creciente, cuerpo de pruebas que relacionan el consumo de pescado y de omega-3 con posibles beneficios frente al cáncer. De hecho, algunos resultados publicados en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, una ingesta más elevada de los ácidos grasos omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentaenoico) pueden reducir un 40% el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata. Por otra parte, el nuevo estudio no muestra ninguna relación entre el consumo de pescado y el riesgo de cáncer de próstata.
El Profesor Witte y sus colaboradores realizaron un análisis caso-control de 466 hombres con cáncer de próstata agresivo y 478 sanos. Los investigadores utilizaron cuestionarios de frecuencia alimentaria para evaluar la dieta de los individuos y también se determinó el genotipo de nueve polimorfismos un solo nucleótido de COX-2.
Según señalaron los investigadores, los consumos medios más elevados de ácidos grasos omega-3 se asociaron con una reducción de un 63% en el riesgo de cáncer de próstata agresivo, en comparación con los hombres con las cantidades más bajas de ácidos grasos omega-3 de cadena larga.
Cuando el análisis se centró en la variante rs4647310, los investigadores observaron que, a pesar del aumento en el riesgo de cáncer de próstata en los hombres con esta variante, un elevado consumo de omega-e reducía considerablemente el riesgo.
Fuente: Nutraingredients