Un nuevo estudio de modelos animales, financiado por el ARS (Agricultural Research Service) del Ministerio de Agricultura estadounidense, indica que la adición de una cantidad moderada de nueces a una dieta ya saludable podría ayudar a los ancianos a mejorar su rendimiento en tareas que requieren habilidades motoras y conductuales.
Las nueces contienen polifenoles y otros antioxidantes y ácidos grasos esenciales.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Tufts, en Boston, Massachussets, se ha publicado en la revista British Journal of Nutrition.
Al envejecer, el cerebro sufre muchos cambios que pueden dar lugar a alteraciones o daños en el funcionamiento neuronal. Estos trastornos se pueden atribuir en parte a alteraciones en la «plasticidad sináptica» o capacidad de las conexiones entre las neuronas para cambiar en cuanto a función y resistencia; y también a un aumento en el daño oxidativo del tejido neuronal. En roedores ancianos, estos daños se ven en su pobre rendimiento en pruebas de equilibrio, coordinación y memoria “espacial”.
Para el estudio, se asignaron ratas ancianas, combinadas por peso, a uno de los cuatro grupos dietéticos. Antes de realizar las pruebas de memoria y habilidades motoras, las ratas se alimentaron, durante ocho semanas, con unas mezclas especiales que contenían un 2%, un 6% o un 9% de nueces o bien nada de nueces. La dieta con un 6% de nueces equivale a que un humano tome unas 7-9 nueces al día.
El estudio observó que en ratas ancianas, las dietas que contenían un 2% o un 6% de nueces ayudaban a hacer frente a las dificultades cognitivas y motoras relacionadas con la edad, mientras que la dieta con un 9% de nueces dañaba la memoria de referencia. Según los investigadores, las nueces, consumidas con moderación, parecen estar entre los alimentos que, por su contenido en polifenoles y sustancias bioactivas, presentan múltiples efectos sobre el tejido neuronal.
Fuente: Science Daily