Los resultados de un estudio presentado en la National Osteoporosis Society Conference, celebrada en Manchester, en el Reino Unido, indican que los hijos de las mujeres que mantienen una dieta saludable y bien equilibrada durante el embarazo tienen los huesos más fuertes y grandes que los de las mujeres con dietas más pobres.
«Nuestros datos añaden pruebas de que las influencias medioambientales durante la vida intrauterina alteran la trayectoria del desarrollo óseo de la prole», señaló para Reuters Health la Dra. Zoe Cole, de la Universidad de Southampton, que presentó el estudio.
Cuando los investigadores evaluaron las dietas de 198 mujeres embarazadas, surgieron dos patrones generales: el primero era un patrón dietético saludable, lleno de fruta y vegetales, yogurt, pan integral y cereales de desayuno; el segundo, era menos saludable e incluía grandes cantidades de alimentos como patatas fritas y asadas, azúcar, pan blanco, carnes procesadas, vegetales en conserva y refrescos.
La valoración ósea de los niños, realizada a los 9 años, sugirió que el consumo de una dieta saludable durante el embarazo estaba asociado con una mayor densidad ósea y un mayor tamaño de los huesos en los hijos.
«Los niños de las madres con las dietas más saludables, identificadas dentro del primer cuarto de la clasificación dietética, durante el final del embarazo tenían un 11% más de contenido mineral en los huesos de todo el cuerpo y un 8% más de área ósea en todo el cuerpo que los de las madres con las dietas menos saludables, las situadas en el último cuarto de la distribución», señaló Cole.
Los investigadores observaron también que incluso al agrupar a las madres según su estatus de fumadoras, vitamina D y clase social, las diferencias en la dieta todavía influían considerablemente en los huesos de sus hijos. La relación entre una dieta saludable durante el embarazo y unos huesos más sanos en los hijos se mantuvo incluso después de tener en cuenta el peso, la altura, la circunferencia de brazo y el peso de nacimiento e los niños.
«Una dieta saludable durante el embarazo tiene unos efectos a largo plazo en el desarrollo de los huesos de los niños», señaló Cole, pudiendo incluso reducir su futuro riesgo de padecer osteoporosis.
Fuente: Reuters