Investigadores del Laboratory for Nutrition and Vision Research (LNVR) en el Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging (HNRCA) de la Universidad de Tufts, han señalado que los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado azul, como el atún o el salmón, pueden proteger frente a la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), aunque los beneficios parecen depender de la fase en la que se encuentre la enfermedad y de si se toman o no ciertos suplementos.
Los investigadores calcularon la ingesta de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA) mediante cuestionarios administrados a 2.924 hombres y mujeres, de edades comprendidas entre los 55 y los 80 años, que participaron en un ensayo con suplementos de ocho años de duración, el “Age-Related Eye Disease Study” (AREDS) del National Eye Institute (NEI). Los resultados del ensayo AREDS sugieren que tomar suplementos de antioxidantes más zinc previene la progresión de la DMAE en su fase final. Se dividió a los participantes del estudio AREDS de forma aleatoria para recibir un placebo o suplementos que contienen las vitaminas antioxidantes C y E y betacarotenos; los minerales zinc y cobre; o una combinación de ambos.
«En el estudio se observó que participantes del grupo placebo con la DMAE en sus primeras fases se beneficiaron de una ingesta más elevada de DHA, pero parece que los suplementos con una dosis elevada de antioxidantes y/o minerales interfirieron de algún modo con los beneficios del DHA de cara a frenar la progresión de la DMAE en sus primeras etapas», señala el autor principal Allen Taylor, Director del LNVR en el USDA HNRCA.
Los suplementos de antioxidantes no parecieron interferir con los efectos protectores del DHA y el EPA a la hora de frenar la progresión de la DMAE en etapas avanzadas. Los participantes que consumieron cantidades más elevadas de DHA y EPA parecieron mostrar un riesgo inferior de progresión para las dos formas de DMAE avanzada, la seca y la húmeda. Los resultados están publicados en línea (previamente a su impresión) en la revista British Journal of Ophthalmology.
«Los datos del presente estudio indican también que los suplementos y los ácidos grasos omega-3 colaboran con las dietas de bajo índice glicémico (IG) en la lucha contra la progresión de la DMAE avanzada», señala el autor de contacto Chung-Jung Chiu, científico del LNVR y profesor ayudante en TUSM. «Nuestra investigación previa sugiere que una dieta de bajo índice glicémico puede prevenir la progresión de la DMAE en fase avanzada. Nuestra hipótesis es que el rápido aumento de glucosa en sangre iniciado por los alimentos de elevado IG produce como resultado un daño celular que las células de la retina no pueden resolver, dañando así los tejidos oculares».
El consumo de dos o tres raciones a la semana de pescado azul, como el salmón, el atún o la caballa, proporcionaría la cantidad diaria recomendada de DHA y EPA. Sin embargo, la mayoría de los participantes del ensayo AREDS tomaba mucho menos de la cantidad recomendada. «Si no es fácil cambiar los hábitos alimenticios, los suplementos son una opción», señala Chiu.
Los autores resaltan que todavía es muy prematuro concluir unas recomendaciones alimenticias para las personas con DMAE y remarcan la necesidad de llevar a cabo más estudios al respecto.
Fuente: Physorg