Una dieta apropiada es un componente fundamental para mantenerse sano. La longevidad, el estado de nuestro corazón y otros órganos vitales dependen en gran medida de nuestra alimentación.
Cuando se trata de introducir grasas en nuestra dieta (sí necesitamos grasas en la dieta), es necesario consumir los tipos adecuados de grasas. Las grasas monoinsaturadas y las poliinsaturadas deberían constituir al menos el 30% de la dieta.
El consumo de grasas menos saludables, como las saturadas, las trans y las poliinsaturadas, puede producir inflamación, que a su vez puede actuar como catalizador acelerando el proceso de envejecimiento. El consumo de OMEGA-3 puede, en cambio, ralentizar dicho proceso. Cuando no se proporcionan al cuerpo suficientes grasas esenciales, la piel, el pelo y las uñas se pueden resecar y escamar, por lo que es necesario tomar los tipos adecuados de grasa para evitar volverse anhidros. os alimentos ricos en Omega-3 contienen esas grasas esenciales necesarias para que la piel se mantenga sana y con buen aspecto.
Las grasas omega-3 se pueden encontrar en el salmón, la caballa, el pescado blanco, las nueces, el atún y el aceite de semillas de lino. También en algunos productos cárnicos a los que se les ha añadido estas grasas, como los productos de alta charcutería de la empresa Grupo Frial.
Fuente: Examiner