Según un artículo publicado este mes en ScienceDaily, una nueva investigación internacional ha señalado que una taza de té negro podría ser la próxima línea de defensa frente a la amenaza del bioterrorismo.
El nuevo estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores de las Universidades de Cardiff y Maryland ha desvelado que una simple taza de té podría servir como antídoto para el bacilo Anthracis, más conocido como ántrax.
Los británicos con sumen grandes cantidades de té y los beneficios para la salud de la bebida favorita del país siempre han sido reconocidos. Ahora, el equipo de científicos dirigido por el Profesor Les Baillie, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Cardiff, y por la Doctora Theresa Gallagher, del Instituto de Biodefensa que forma parte del Centro de Biotecnología Médica del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Maryland, en Baltimore, ha descubierto que el famoso English Breakfast tea inhibe la actividad del ántrax, siempre que se trate de té negro.
Según ha señalado el Profesor Baillie en el trabajo publicado en el ejemplar de marzo de la revista Society for Applied Microbiology: «Nuestra investigación buscaba determinar si el English Breakfast tea era más eficaz para combatir el ántrax que un café tostado medio Americano disponible en el mercado. Descubrimos que unos componentes especiales del té conocidos como polifenoles tenían la capacidad de inhibir considerablemente la actividad del ántrax».
El estudio proporciona más pruebas del amplio abanico de beneficios farmacológicos y fisiológicos de esta bebida común en los hogares.
La investigación ha demostrado también que la adición de leche entera a la taza de té inhibe completamente su actividad antibacteriana frente al ántrax.
De ahí que el Profesor Baillie haya sugerido que, ante la amenaza de un posible ataque terrorista con armas biológicas, se debería evitar añadir esa pizca de leche al té, al menos hasta que la situación esté bajo control.