Grasas saturadas: incluso un pequeño abuso puede ser demasiado
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Sydney, en Australia, ha desvelado que los aperitivos ricos en grasas saturadas afectan negativamente al cuerpo, incluso si no se toman regularmente. En las pruebas, 14 participantes sanos de entre 18 y 40 años de edad, tomaron un solo trozo de pastel de zanahoria rico en grasas y bebieron un batido.
Los investigadores observaron cómo el festín rico en grasas comprometió la capacidad de las arterias de los participantes para expandirse y aumentar el flujo sanguíneo. El repentino incremento de lo que se conoce como grasas saturadas obstaculizó los efectos del llamado colesterol «bueno», la lipoproteína de alta densidad o HDL, impidiendo que esta hiciese su trabajo, es decir, protegiese la pared interna de las arterias de los agentes inflamatorios que fomentan la acumulación de placas adiposas. Son estas placas las que con el tiempo atascan los vasos sanguíneos y causan las enfermedades coronarias.
«Las comidas ricas en grasas saturadas pueden predisponer a la inflamación de los vasos y la acumulación de placas en su interior», señala el director del estudio, el Dr. David Celermajer, profesor de cardiología en el Instituto de Investigación Coronaria y el Departamento de Cardiología del Royal Prince Alfred Hospital.
El equipo de Celermajer pidio a los voluntarios que tomasen dos comidas, con una separación de un mes entre ambas. Cada comida consistía en una porción de pastel de zanahoria y un batido, pero en un caso los alimentos estaban elaborados con grasas saturadas y en el otro, se habían elaborado con aceite de alazor, rico en grasas poliinsaturadas y, por tanto, mucho más sano.
La comida rica en grasas, que contenía alrededor de un 90% de grasas saturadas, contenía un equivalente a 68 gramos de grasa. Por el contrario, la comida elaborada con el aceite poliinsaturado contenía tan solo un 9% de grasa. Según los investigadores, la comida rica en grasas equivalía a una persona de 56kg comiendo una hamburguesa doble con queso, una ración grande de patatas fritas y un batido grande.
Antes y después de ambas comidas, los investigadores extrajeron muestras de sangre de los participantes, con el fin de evaluar si las propiedades antiinflamatorias del llamado colesterol bueno o HDL habían disminuido. Los investigadores observaron que las propiedades antiinflamatorias habían disminuido tras la comida rica en grasas, y se habían incrementado tras la comida elaborada con el aceite poliinsaturado. Según Celermajer, el mensaje del estudio, publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, es claro: es importante reducir todo lo posible el consumo de grasas saturadas.
La American Heart Association establece el límite de grasas saturadas en menos de un 7% de las calorías diarias.
Fuente: Live Science