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Alimentos que potencian los fármacos

23 de julio de 2007

Los alimentos adecuados pueden potenciar el efecto de los fármacos

Según un artículo publicado esta semana en BBCNews, expertos oncólogos de la Universidad de Chicago ha afirmado en la revista Journal of Clinical Oncology que combinar las medicinas con los alimentos adecuados podría mejorar la eficacia de los fármacos y reducir los costes del tratamiento.

Los comentarios se basan en una investigación que indica que tomar un fármaco para el cáncer de mama con alimentos grasos, en lugar de con el estómago vacío, impulsa la absorción del fármaco, lo cual implica que los pacientes podrían tomar dosis más pequeñas, reduciendo los costes.

Previamente, los expertos habían advertido acerca de los posibles riesgos de las interacciones entre fármacos y alimentos. Según ellos, estas interacciones podían hacer que los fármacos se volviesen tóxicos o menos eficaces.

Sin embargo, los profesores Mark Ratain y Ezra Cohen afirman que los últimos resultados acerca de las interacciones entre alimentos y fármacos para el tratamiento del cáncer se podrían aprovechar para ayudar a reducir los costes e incrementar los efectos beneficiosos de dichos fármacos.

Los investigadores observaron que tomar el fármaco lapatinib (TYKERB) con alimentos, en lugar de con el estómago vacío (como se sugiere en el prospecto), incrementa un 167% la presencia del fármaco en el cuerpo, lo que significa que el fármaco podría resultar más eficaz. Al tomarlo con alimentos ricos en grasa los niveles ascendieron hasta un 325%.

Según Ratain, bebiendo al mismo tiempo zumo de pomelo, que se sabe que incrementa la velocidad con la que algunos fármacos llegan al flujo sanguíneo, podría incrementar aún más estos porcentajes.

Por ejemplo, uno de los efectos secundarios del lapatinib es la diarrea, que se cree se produce a causa de la parte de fármaco que no se absorbe, por lo que tomar dosis más pequeñas con alimentos que impulsen su absorción ayudaría a reducir estos efectos.

Sin embargo, los autores advierten que los pacientes deben evitar realizar sus propios experimentos y señalan que es necesario realizar más investigaciones para evaluar los efectos de estas combinaciones en pacientes. Por su parte, ya están realizando un estudio para analizar los efectos de combinar un fármaco con el zumo de pomelo.

Según Cohen: «Si llegamos a entender la relación entre, por ejemplo, el zumo de pomelo y fármacos de uso frecuente, como las estatinas, un fármaco que millones de personas toman a diario para prevenir enfermedades coronarias, podríamos ahorrarnos una fortuna en costes».

La Dra. Joanne Lunn, nutricionista de la British Nutrition Foundation, está de acuerdo en que es necesario investigar más al respecto, ya que la dieta y los fármacos pueden interferir entre sí de muchas formas.

Fuente: BBC

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Relacionan el pomelo con el cáncer de mama

19 de julio de 2007

Según un artículo publicado estas semana en BBCNews, científicos estadounidenses afirman que el consumo diario de grandes cantidades de pomelo podría incrementar casi un tercio el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

En un estudio de 50.000 mujeres posmenopáusicas se observó que simplemente la ingesta de un cuarto de pomelo al día incrementa el riesgo hasta un 30%.

Se cree que esta fruta aumenta los niveles de estrógenos: hormona relacionada, según el British Journal of Cancer, con un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Sin embargo, los investigadores y otros expertos señalan que es necesario investigar todavía más sobre el tema.

En el estudio, las mujeres tuvieron que rellenar una encuesta acerca de la frecuencia con la que tomaban pomelo y cuánta cantidad.

Los investigadores, de las universidades de California del Sur y Hawaii, observaron que las mujeres que ingerían un cuarto de pomelo o más al día tenían un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de mama que las que no tomaban esa fruta en absoluto.

Estudios anteriores han demostrado que una molécula llamada citocroma P450 3A4 (CYP3A4) participa en la metabolización de los estrógenos. Y el pomelo puede impulsar los niveles de estrógenos en sangre inhibiendo esta molécula, lo que permite la formación de estas hormonas.

Los investigadores observaron también que las mujeres que tomaban al menos un cuarto de pomelo al día, los niveles de estrógenos eran más elevados. Y añaden: «Es de sobra sabido que los estrógenos están relacionados con el riesgo de cáncer de mama». De esto se deduce que «si la ingesta de pomelo afecta al metabolismo de los estrógenos conduciendo a unos niveles más elevados en sangre, entonces, es biológicamente plausible que la ingesta regular de pomelo incremente el riesgo de cáncer de mama».

Según los investigadores, esta es la primera vez que se relaciona un alimento de consumo habitual con un aumento en el riesgo del cáncer de mama en mujeres mayores. Sin embargo, advierten que es necesario seguir investigando para confirmar estos resultados, ya que por ejemplo, este estudio solo ha tenido en cuenta la fruta en sí y no el zumo de pomelo.

Según la Dra. Joanne Lunn, nutricionista de la British Nutrition Foundation: «Aunque empezamos a ser más conscientes de cómo puede influir nuestra dieta en el riesgo de enfermedades como el cáncer, todavía estamos lejos de identificar alimentos concretos que puedan aumentar o disminuir el riesgo de enfermedades de forma específica».

Sin embargo, señala que sí hay algunos patrones dietéticos relacionados con una reducción en el riesgo de ciertos tipos de cáncer y se sabe que una dieta rica en una serie frutas y vegetales variados podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedad coronaria y de algunos cánceres.

Fuente: BBC News

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Grasas buenas y grasas malas

18 de julio de 2007

En un artículo publicado este mes en timesunion.com, se indican algunos datos para identificar las grasas que debemos tomar o eliminar de la dieta. Cabe observar que todos los tipos de grasa contienen las mismas 9 calorías por gramo, de modo que aunque el aceite de oliva pueda ser bueno para el corazón y el tocino malo, ambas cosas nos harán engordar si tomamos cantidades excesivas.

Los ácidos grasos omega-3: aunque en realidad se encuadran en el grupo de los poliinsaturados, se suelen considerar como una categoría aparte. Son buenos para las enfermedades coronarias, el cáncer, las articulaciones inflamadas e, incluso, para el eczema y la depresión. Se encuentran en el pescado, el marisco, las semillas de lino, las nueces, la canola y el aceite de soja.
Función básica: baja el colesterol malo, sube el colesterol bueno.

Grasas monoinsaturadas: reducen las grasas malas e incrementan las buenas en la sangre. También ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre. Se encuentran sobre todo en las aceitunas, el aceite de oliva, el aceite de canola, el aceite de cacahuete, los anacardos, almendras, cacahuetes y aguacates.
Función básica: baja el colesterol malo, sube el colesterol bueno.

Grasas poliinsaturadas: líderes a la hora de reducir los niveles de colesterol, aunque en los últimos años han pasado a una posición secundaria en favor de los omega-3 y las grasas monoinsaturadas. Las grasas poliinsaturadas proporcionan ácidos grasos saludables, pero son mejores aún subordinadas a los omega-3 y las grasas monoinsaturadas. Se encuentran en las nueces, las semillas de lino, los granos integrales y los aceites vegetales, incluido el de canola, el de girasol, el de soja y el de maíz.
Función básica: baja el colesterol malo, sube el colesterol bueno.

Grasas saturadas: se sabe que atascan las arterias y se sospecha que puedan ser las causantes de otros problemas que afectan a la salud coronaria. Se encuentran en los alimentos de origen animal: ternera, cerdo, cordero, mantequilla, nata, helado y otros productos lácteos enteros. Son malas, pero añaden mucho sabor a los alimentos. Aceptables en pequeñas dosis.
Función básica: incrementa el colesterol malo.

Ácidos grasos Trans: ignoradas durante décadas. Ahora se sabe que son realmente malas. Incrementan el colesterol malo que atasca las arterias. Su posición es delicada cuando aceites líquidos saludables están procesados en grasa vegetal sólida, como en la margarina. Están presentes en numerosos alimentos procesados: galletas saladas, pasteles, galletas dulces, pastas, cereales, sopas y aliño para ensaladas. A menudo figura etiquetado como «aceite vegetal parcialmente hidrogenado».
Función básica: incrementa el colesterol malo.

Fuente: Times Union

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Altos niveles de urato en la sangre puede reducir Parkinson

13 de julio de 2007

Relacionan los niveles elevados de urato en sangre con una reducción en el riesgo de Parkinson

Según un artículo publicado el mes pasado en la Web de la Harvard School of Public Health (HSPH), en un nuevo estudio prospectivo a gran escala en el que se estudió la relación entre los niveles de urato en sangre y el riesgo de Parkinson, los investigadores de la HSPH han descubierto que unos niveles elevados de urato en sangre están asociados a una reducción en el riesgo de la enfermedad. Los resultados, publicados en línea el 20 de junio de 2007 en la revista The American Journal of Epidemiology, aparecerán posteriormente en un ejemplar impreso de la revista.

El urato es un componente habitual de la sangre y, aunque unos niveles elevados pueden producir gota, el urato también puede tener efectos beneficiosos para salud por ser un potente antioxidante.

«Esta es la prueba más sólida hasta la fecha de que el urato puede proteger frente a la enfermedad de Parkinson», señala el autor principal del estudio Marc Weisskopf, Prof. ayudante de Epidemiología Ocupacional y Medioambiental en la HSPH.

Los investigadores utilizaron como fuente de datos el Estudio de seguimiento de profesionales de la salud de la HSPH, elaborado con una población de hombres profesionales de la salud establecidos en 1986. La muestra de estudio incluía más de 18.000 hombres sin Parkinson que habían dado muestras de sangre entre 1993 y 1995 y de los cuales se realizó un posterior seguimiento de su estado de salud.

Los investigadores observaron que los hombres con las concentraciones de urato en sangre más elevadas tenían un 55% menos de riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson que los hombres con las concentraciones más bajas. Esta diferencia no se pudo explicar por diferencias en la edad u otros factores de riesgo de la enfermedad. Los resultados de dos estudios previos habían sugerido una posible relación inversa entre los niveles de urato en sangre y el riesgo de Parkinson, pero no ha sido hasta ahora, con la combinación de esos datos con los del nuevo estudio, cuando las pruebas han adquirido peso y han empezado a ser convincentes.

Los autores suponen que las propiedades antioxidantes del urato ayudan a reducir los efectos del estrés oxidativo, que parece contribuir a la pérdida progresiva de las células del cerebro que producen dopamina, algo que sucede en los individuos con Parkinson. De ser cierto, elevar los niveles de urato en sangre podría ser beneficioso en pacientes con Parkinson, señala Alberto Ascherio, Prof. asociado de Nutrición y Epidemiología en la HSPH y autor senior del estudio.

«Todavía no se puede afirmar con seguridad que el urato ejerza un efecto neuroprotector, no obstante, el enfoque de elevar los niveles de urato vale la pena como posible estrategia neuroprotectora», señala Ascherio, quien actualmente está trabajando con el coautor del estudio, Michael Schwarzschild, entre otros, en el diseño de un ensayo clínico con individuos con Parkinson para estudiar esta posibilidad. «Sin embargo, elevar el urato en sangre incrementa el riesgo de cálculos renales y puede tener efectos cardiovasculares adversos, por lo que sólo se debería llevar a cabo en el contexto de un ensayo aleatorio estrictamente controlado hasta que se hayan demostrado sus efectos beneficiosos», añadió.

Fuente: Universidad de Harvard

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El aceite de pescado puede proteger los ojos de los bebés prematuros

11 de julio de 2007

Según un artículo publicado esta semana en Foxnews.com, un equipo de científicos internacionales ha empezado una serie de pruebas para comprobar si los aceites de pescado pueden prevenir una enfermedad que ataca silenciosamente bajo los diminutos párpados de los bebés prematuros.

El estudio forma parte de una investigación sobre tres compuestos aparentemente relacionados con la salud ocular y que los bebés prematuros no llegan a absorber de sus madres. «Intentamos imitar lo que sucede en el útero», explica la Dra. Lois Smith, oftalmóloga del Children’s Hospital Boston que dirige el trabajo. «En lugar de administrar fármacos, estamos haciendo un tratamiento de sustitución».

El objetivo es prevenir la enfermedad llamada retinopatía de la prematuridad o ROP, porque una vez desarrollada no hay modo de garantizar que no se pierda la visión. La terapia láser disminuye la posibilidad de ceguera, pero no la elimina totalmente y aunque muchos bebés no se quedan ciegos, sufren graves daños.

Sin embargo, no es solo un problema de los bebés prematuros. El mismo crecimiento anormal de los vasos sanguíneos que subyace tras la ROP, dispara también el desarrollo de dos de las principales causas de ceguera en adultos: la retinopatía diabética y la degeneración macular por envejecimiento. De ahí que los científicos ya estén estudiando si estos ácidos grasos omega-3 (los mismos recomendados para la salud coronaria) podrían proteger también los ojos de los adultos.

¿Pero qué relación hay entre los omega-3 y la enfermedad? Esta enfermedad destruye la retina, la capa más interna del ojo, que alberga un porcentaje más elevado de ciertas grasas que otros órganos. Además, la composición de la retina varía con la dieta, es decir, si una persona come mucho salmón, rico en omega-3, este tipo de ácidos grasos predominará en su retina; si, por el contrario, come mayoritariamente hamburguesas, en la retina predominarán los ácidos grasos omega-6.

Las madres pasan ácidos grasos omega-3 a sus hijos antes de nacer, especialmente durante el tercer trimestre de embarazo, que es cuando los ojos se desarrollan con mayor rapidez. Los bebés prematuros no solo no reciben parte o la totalidad de esta transferencia, sino que además, los omega-3 tampoco están incluidos en la alimentación intravenosa que muchos de ellos requieren.

Smith y sus colegas, de Harvard y del National Eye Institute, dañaron las retinas de ratones de modo similar a la enfermedad y, a continuación, les dieron distintos alimentos: la mitad siguieron una versión para ratones de la típica dieta occidental, rica en omega-6 y baja en omega-3; y la otra mitad siguieron el equivalente a una dieta japonesa, con un contenido en omega-3 un 2% más elevado.

Este simple cambio redujo a la mitad la enfermedad de la retina entre los ratones con la dieta rica en omega-3, según informó Smith el mes pasado en la revista Nature Medicine. Los omega-3 no solo evitaron la formación de vasos sanguíneos defectuosos, sino que ayudaron a crecer a los normales.

Ahora, Smith está a punto de iniciar un estudio con bebés prematuros en su hospital en Boston para comprobar si la adición de omega-3 a su alimentación intravenosa reduce el riesgo de daño ocular.

Hace tiempo que se sabe que los ácidos omega-3 son importantes para el desarrollo del cerebro en los bebés recién nacidos, de ahí que se hayan incorporado a la leche y papillas para bebés. En Alemania hay también una versión de alimentación intravenosa para bebés prematuros rica en omega-3, pero no ha llegado a Norteamérica, señala el Dr. Sylvain Chemtob, especialista en ROP del Sainte-Justine University Health Centre de Montreal. «Tiene sentido desde el punto de vista biológico», afirma.

Fuente: Fox News

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El chocolate puro ayuda a bajar la tensión

10 de julio de 2007

Según un artículo publicado este mes en SFGate.com, durante la realización de un ensayo clínico la ingesta de un pequeño trozo de chocolate negro todos los días antes de acostarse redujo la tensión arterial lo suficiente como para que pueda haber llegado el momento de recomendar este delicioso tratamiento a modo de suplemento dietético. Este estudio, realizado en Alemania, es el primero en estudiar los efectos sobre la salud del chocolate disponible en el mercado.

El estudio, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, es el último de una larga serie de proyectos de investigación en estudiar cómo los flavanoles del cacao relajan y dilatan los vasos sanguíneos, reduciendo la tensión arterial. Los estudios anteriores se habían centrado en grandes dosis de extractos líquidos o porciones de chocolate diseñados específicamente para contener una cantidad extra de flavanoles, es decir, no estudiaban el chocolate que los consumidores pueden comprar en un supermercado o incluso en una tienda especializada en chocolates.

Los nutricionistas y cardiólogos todavía no están decididos a recetar chocolate a los pacientes con riesgo de apoplejía o infarto, pero cada día es más difícil llevar la contraria al creciente número de pruebas en favor del chocolate negro, señala el Dr. Stanley Rockson, jefe de cardiología consultiva en el Centro Médico de la Universidad de Stanford.

Se cree que el chocolate reduce la tensión arterial cuando los flavanoles del cacao estimulan la liberación de óxido nítrico, el cual dilata los vasos sanguíneos e incrementa la circulación de la sangre. Los flavanoles son unas sustancia químicas que se encuentran en la semilla del cacao, pero gran parte de ellos se pierden durante el procesado del chocolate, de ahí que los estudios anteriores se centraran en muestras ricas flavanoles, elaboradas en los laboratorios, pero no necesariamente sabrosas.

En el estudio alemán participaron 44 personas, todas ellas sanas, pero con la tensión arterial ligeramente elevada. Los voluntarios se dividieron en dos grupos: los de un grupo tomaron chocolate negro y los del otro chocolate blanco. A los del grupo del chocolate negro se les pidió que tomasen un cuadrado (6,3 gramos y 30 calorías) de un chocolate Ritter Sport Halbbitter, que tiene un 50% de cacao, todas las noches durante 18 semanas.

Durante ese tiempo, la tensión arterial de los miembros de este grupo se redujo entre 2 y 3 puntos, mientras que en el grupo del chocolate blanco no se produjeron variaciones.

Relacionado: Chocolate y Salud
Beneficios del chocolate
Recetas de chocolate

Fuente: San Francisco Chronicle

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El vino podría reducir las caries

8 de julio de 2007

El vino podría reducir las caries (Fox News)

Según un estudio realizado en Italia, el vino, tanto el blanco como el tinto, podría ayudar a combatir las bacterias que originan las caries. En cualquier caso hay que tener en cuenta que es estudio se ha realizado en tubos de ensayo, por lo que aún es pronto para confiar en que unos vasos de vino nos curen las caries.

Los investigadores de la Universidad de Pavia, entre los que se incluye la Doctora Gabriella Gazzani, se dirigieron a una tienda y compraron valpolicella (un vino tinto italiano) y pinot nero (vino blanco italiano). De vuelta en el laboratorio, extrajeron el alcohol del vino, con el objetivo de que el etanol no interfiriese en las pruebas. A continuación, los investigadores añadieron a los vinos estreptococos, unas bacterias que producen caries, y observaron que ambos tipos de vino hacían frente a las bacterias, así como a otros tipos de estreptococos causantes de algunos tipos de infecciones de garganta.

Según el equipo de Gazzani, el vino tinto podría tener más propiedades antibacterianas que el blanco, aunque no es algo seguro.

Los investigadores aislaron también los ácidos presentes en el vino tinto y el blanco y los probaron con las mismas bacterias, conocidas como S. mutans y S. pyogenes.

Los ácidos aislados fueron más efectivos aún frente a las bacterias que los vinos, por lo que los investigadores dedujeron que aunque el vino combate las bacterias S. mutans y S. pyogenes, contiene además otros compuestos que diluyen, hasta cierto punto, los beneficios.

Fuente: FoxNews

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Los tomates orgánicos tienen más antioxidantes

7 de julio de 2007

Según un artículo publicado en la versión en línea de NewScientist, un estudio de 10 años en el que se compararon los tomates orgánicos con los cultivados de modo tradicional sugiere que podrían ser más sanos los primeros.

Según los nuevos resultados, se observó que el nivel medio de los flavonoides quercetina y kaempferol era de un 79% y un 97%, respectivamente, más elevado en los tomates orgánicos. Estos flavonoides son conocidos antioxidantes y se han relacionado con una reducción en las tasas de enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer y demencia, señala Alyson Mitchell, que dirigió la investigación en la Universidad de California, Davis.

Las diferencias en la calidad de la tierra, las prácticas de irrigación y el manejo de los productos recolectados han dificultado las comparaciones directas en el pasado, señala Mitchell. Por ello, en este estudio, que se publicará en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, los investigadores utilizaron datos de un proyecto a largo plazo en el que se utilizaron las técnicas de agricultura estandarizadas para revelar las tendencias en la productividad de los cultivos.

El equipo de Mitchell señala que los resultados se pueden explicar por la disponibilidad de nitrógeno. Los flavonoides se producen como mecanismo de defensa que se dispoara por una deficiencia de nutrientes. El nitrógeno inorgánico es un fertilizante convencional que se encuentra con facilidad para plantas y, según sugiere el equipo, los bajos niveles de flavonoides se podrían deber a un exceso de fertilización.

Las investigaciones previas con zanahorias y trigo no han observado ninguna diferencia entre los productos orgánicos y los convencionales. Y un estudio que afirma que la leche orgánica tiene unos niveles más elevados de ácidos grasos omega-3 no logró convencer a la FSA (Food Standards Agency) del Reino Unido, que señaló estos ácidos grasos de cadena corta no proporcionan los beneficios que ofrecen los aceites con omega-3 de cadena larga.

Este último estudio no demuestra que una dieta sana deba ser orgánica. Las pruebas de los beneficios para la salud de los flavonoides son conflictivas, señala Peter Bramley del Royal Holloway, de la Universidad de Londres. E incluso si esos beneficios existieran, unos niveles elevados de flavonoides no significan que los alimentos orgánicos sean necesariamente más sanos, señala John Krebs, antiguo presidente de la FSA, ahora en la Universidad de Oxford. «Eso depende de la importancia de las diferencias del cuerpo humano», añade. «El ketchup tiene unos niveles más elevados de licopenas que cualquier otro tomate orgánico o convencional. Por esa regla de tres, si quisieras más licopenas deberías tomar ketchup».

Fuente: Pheedo

Enlaces relacionados con los tomates orgánicos tienen más antioxidantes:

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Los ácidos grasos omega-3 protegen de las enfermedades oculares

3 de julio de 2007

Según un artículo publicado la semana pasada en foodconsumer.org, un nuevo estudio realizado con animales sugiere que los ácidos grasos omega-3 presentes en un reducido número de alimentos, como el pescado azul, las semillas de lino y las nueces pueden proteger de la retinopatía humana, un deterioro de la retina que puede llegar a producir ceguera. Por el contrario, un consumo elevado de ácidos grasos omega-6 se asocia con un incremento en el riesgo de retinopatía, según el estudio publicado en la revista Nature Medicine.

La retinopatía es frecuente en pacientes diabéticos y en niños prematuros.

En el estudio, Kip Connor, de la Escuela de Medicina de Harvard, y John Paul SanGiovanni, del National Eye Institute, estudiaron en un ratón modelo los efectos de los ácidos grasos omega-3 y omega-6 sobre esta enfermedad y observaron que un incremento en la ingesta diaria de omega-3 junto con una reducción de la ingesta de omega-6 reducía el área de pérdida de vasos que daría lugar finalmente al crecimiento de vasos anormales, produciendo ceguera.

El estudio se realizó en ratones modificados genéticamente para evitar que convirtieran los ácidos omega-3 y omega-6. Los investigadores alimentaron a los ratones con una dieta rica en omega-3 o en omega-6.

Los animales con la dieta rica en ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA), dos ácidos grasos omega-3 muy comunes, mostraron entre un 40 y un 50% menos de pérdida inicial de vasos en la retina en comparación con los de la dieta de omega-6.

Los investigadores creen que los ácidos grasos omega-3 inhiben un tipo de proteína inflamatoria conocida como factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), que se encuentra en células conocidas como microglía. El TNF-α está relacionado con los vasos sanguíneos de la retina.

En las retinas de los ratones con la dieta rica en omega-3 se produjeron los compuestos antiinflamatorios neuroprotectin D1, resolvin D1 y resolvin E1, que protegen del crecimiento patológico de los vasos, pero no en los de la dieta rica en omega 6.

Según Nutraingredients.com, está prevista la realización de un ensayo humano para aclarar los efectos de los ácidos grasos omega-3 en la retinopatía humana. El ensayo se realizará con niños prematuros con riesgo de quedarse ciegos a causa de esta enfermedad.

Fuente: Food Consumer

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Se prohiben los superalimentos

1 de julio de 2007

Entra en vigor la prohibición de los “superalimentos”

Según un artículo publicado esta semana en BBCNews, los productos conocidos como superalimentos estarán prohibidos de acuerdo con la nueva normativa de la UE que entrará en vigor el domingo. La nueva normativa se aplicará a todos los alimentos o bebidas elaborados o vendidos para consumo humano en los países de la UE.

Cerca de 100 productos han sido descritos como “superalimentos” (alimentos ricos en nutrientes), entre ellos los arándanos, el salmón, las espinacas y la soja. Algunos nutricionistas han afirmado que estos alimentos pueden proteger del cáncer y de las enfermedades coronarias y las ventas de algunos de estos productos como los arándanos o las espinacas se han disparado. Sin embargo, otros señalan que no hay pruebas de los beneficios de estos “superalimentos” y que, por tanto, se trata de publicidad engañosa.

La nueva legislación de la UE prohibirá el uso del término “superalimento”, a menos que vaya acompañado de una explicación sanitaria autorizada específica que indique a los consumidores por qué el producto es bueno para su salud. Las compañías tendrán tan solo dos años para adecuar su comercialización a la nueva normativa.

Esta legislación recoge también que etiquetas nutricionales como «bajo en sal» o «light» deberán cumplir una definición estándar acordada por la UE. Los alimentos “bajos en sal” que además sean ricos en grasas o azúcares, deberán indicarlo claramente en la misma etiqueta.

Según una portavoz de la Agencia de Estándares Alimentarios (Food Standards Agency), el uso de expresiones genéricas como “superalimentos” o “bueno para tu salud” da a entender unos beneficios, pero no indica por qué esos alimentos son saludables o constituyen superalimentos. «La nueva normativa requiere que estén respaldados por una etiqueta sanitaria autorizada. De ese modo el consumidor sabe por qué ese alimento es bueno para su salud».

Fuente: BBC News