Un nuevo estudio indica que las jóvenes de raza blanca con deficiencias de vitamina D son unas tres veces más propensas a tener la tensión alta cuando llegan a mediana edad que las que tienen unos niveles normales de dicha vitamina.
EL estudio, presentado en le encuentro de la American Heart Association celebrado en Chicago, añade a las mujeres jóvenes a una lista cada vez mayor de personas (entre las que se incluyen los hombres) que pueden desarrollar una tensión arterial elevada debido, al menos en parte, a una deficiencia de vitamina D.
Los investigadores de Michigan, que examinaron los datos de 559 mujeres desde 1992, observaron que las que presentaban unos niveles bajos de vitamina D eran más propensas a tener la tensión arterial alta 15 años después, en el 2007.
«Nuestros resultados indican que una deficiencia temprana de vitamina D puede incrementar, a largo plazo, el riesgo de tensión alta en las mujeres de mediana edad», señaló Flojaune Griffin, quien trabajo en el estudio para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.
Se sabe desde hace tiempo que la vitamina D –que el cuerpo humano obtiene de la luz del sol, el pescado azul, los productos lácteos enriquecidos y los suplementos alimentarios–, contribuye a la salud ósea y de los dientes.
Pero una deficiencia de esta vitamina, algo muy habitual en las mujeres, está relacionada con el cáncer, problemas del sistema inmunológico y enfermedades inflamatorias.
La tensión arterial alta incrementa las probabilidades de apoplejía, infarto y otros problemas cardiovasculares.
Las mujeres que participaron en el estudio de la tensión alta vivían en Tecumseh, Michigan y, cuando se inició la investigación, tenían entre 24 y 44 años de edad, siendo la edad media de 38.
Los investigadores midieron los niveles de vitamina D en sangre al inicio y realizaron lecturas de la tensión arterial una vez al año. En el 2007, compararon las lecturas sistólicas (la cifra más alta de los resultados de la tensión arterial, que indica la tensión en los vasos sanguíneos cuando el corazón late).
Más del 10% de las mujeres con deficiencias de vitamina D tenían la tensión alta en el 2007, frente al 3,7% de las que tenían unos niveles suficientes de vitamina. Cuando se inició el estudio, el 5,5% de las mujeres con deficiencias también tenían la tensión arterial elevada, en comparación con el 2,8% de las que tenían unos niveles normales de vitamina D.
El estudio ha sido financiado por el U.S. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases.
Cerca de la mitad de la población mundial tiene unos niveles de vitamina D más bajos de lo que se considera óptimo y los investigadores afirman que el problema está empeorando, a medida que la gente pasa cada vez más tiempo entre cuatro paredes. Los afroamericanos parecen tener un riesgo especialmente elevado, debido a que la piel negra puede dificultar la absorción de luz ultravioleta por parte del cuerpo.
Fuente: Reuters Health