Según un artículo publicado esta semana en The Guardian, se recomienda a las mujeres reducir el consumo de cafeína durante los tres primeros meses de embarazo, con el fin de reducir el riesgo de aborto espontáneo. El aviso se produce como resultado de un estudio en el que se ha observado que las mujeres embarazadas que consumen al menos dos tazas de café al día tienen el doble de probabilidades de sufrir un aborto que las que no consumen nada de café.
El estudio, en el que participaron 1.063 mujeres embarazadas, mostró que las que tomaban al menos 200mg de cafeína al día tenían un 25% más de riesgo de aborto frete al 12% que presentaban las que evitaban todo tipo de cafeína, incluidos el té, los refrescos y el chocolate.
El aviso de los médicos de una de las organizaciones sanitarias privadas más importantes de los EEUU va más allá que las directrices introducidas por los funcionarios de sanidad del gobierno británico en el 2001, que recomendaban a las mujeres limitar su ingesta diaria de cafeína a 300mg.
La advertencia del gobierno se basaba en un repaso de la literatura científica existente llevado a cabo por la Food Standards Agency, en el que se observó un incremento en el riesgo cuando la ingesta de cafeína superaba los 300mg (tres tazas de café instantáneo) diarios durante las primeras 15 semanas de embarazo.
Ahora, «parece que 200mg al día es ya una dosis suficiente para incrementar el riesgo de aborto», señaló el Dr. De-Kun Li, epidemiólogo perinatal que dirigió el estudio en Kaiser Permanente, una fundación para la salud sin ánimo de lucro de California que dirige 32 hospitales. Según él, las mujeres deberían evitar la cafeína o, al menos, reducir su ingesta a menos de 200mg diarios durante las primeras 12 semanas de embarazo.
Los médicos estudiaron otros factores que se sabe afectan a la tasa de abortos, incluidos la edad, la renta, un historial de abortos y el consumo de alcohol o tabaco. En total, 172 mujeres sufrieron un aborto espontáneo, el 95% durante las primeras 15 semanas de embarazo.
Los resultados sugieren que incluso cantidades moderadas de cafeína incrementan el riesgo, aunque solo se confirmó en mujeres que consumían 200mg o más al día. No se observó ninguna diferencia dependiendo de si la cafeína provenía de café, té, chocolate o refrescos de cola.
Todavía no está claro por qué la cafeína afecta en el comienzo del embarazo, aunque se sabe que las mujeres embarazadas tardan más en procesarla y, por ello, puede atravesar la placenta y llegar al torrente sanguíneo del bebé.
Tracy Flanagan, director de salud de las mujeres de Kaiser Permanente, aconseja a las mujeres que se pasen a bebidas descafeinadas y a impulsores energéticos naturales como los paseos rápidos, el yoga o los frutos secos.
Fuente: The Guardian