El jamón ibérico y la tensión arterial
Una alimentación dónde se tenga en cuenta el jamón ibérico será una dieta reductora de trombos y rica en vitaminas del grupo E. El jamón ibérico es un alimento que se caracteriza, entre otras muchas cosas, por su calidad y sus beneficios para la salud, en especial, los beneficios para el corazón.
El jamón y el colesterol. Uno de los puntos claves de una dieta baja en lípidos plasmáticos es una dieta perfecta para reducir la hipertensión y el colesterol. Por cada 100 gramos de jamón ibéricos que consumimos, tan solo 7 gramos son grasas saturadas o lo que coloquialmente se conoce como grasas malas.
Existe un rumor sobre las carnes, embutidos y patés y su perjuicio para la salud debido a su índice de grasas saturadas. Pero, es necesario consumir los nutrientes que nos proporcionan las carnes y productos de procedencia ibérica y, si se trata de jamón ibérico, mejor. ¿Por qué jamón ibérico? Pues es uno de los productos más saludables y naturales que existe. Si se trata de una crianza de cerdo en libertad, con alimentos procedentes de la naturaleza y de las bellotas, y a su vez es un cerdo ejercitado, la grasa del jamón ibérico será una grasa perfecta, rica en ácido oleico.
Pero, el jamón ibérico es perfecto para regular otros muchos niveles del organismo. La carne tiene mucha vitamina E y esta tiene la función de proteger el corazón y todo el sistema circulatorio, ya que se trata de un antioxidante totalmente natural. Además, su alto contenido en proteínas hace que el jamón ibérico se haya convertido en un alimento perfecto para reducir la ingesta de carnes rojas. Y, esto no es todo, el jamón ibérico contiene vitaminas del grupo B y ácido fólico.
El ácido urico, conocido como detonante de la enfermedad coloquialmente denominada gota, es apenas inexistente en el jamón ibérico. Pues, la carne del cerdo pertenece al grupo de carnes con menor índice de bases púricas, esas sustancias que dan lugar a padecer gota. Diferentes estudios e investigaciones en los últimos años han demostrado que el consumo moderado de jamón ibérico reduce los niveles de colesterol, y ayuda al sistema arterial y cardiovascular. Asimismo, el consumo de jamón ibérico es perfecto para reducir lípidos plasmáticos.
¿Porqué todos estos beneficios en el jamón ibérico? El jamón ibérico no es sólo una delicatessen para el paladar, sino un lujo para nuestro organismo. Todo se debe a la alimentación del cerdo ibérico y la curación del jamón. Si se lleva a cabo un proceso de curación natural, dónde la carne de cerdo no lleve ningún tipo de manipulación, se tratará de un alimento aséptico, puro y perfecto para disfrutar del mejor sabor en una dieta sana, equilibrada y, siempre teniendo en cuenta que, cualquier recomendación en la alimentación lleva consigo la «moderación».
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Una pena la foto.