- Colesterol «malo» o colesterol LDL. Tener elevado el colesterol «malo» o LDL facilita que las lipoproteínas que transportan este tipo de colesterol (lipoproteínas de baja densidad o LDL) pasen a la pared cardiovascular de las arterias, donde puede acumularse. Si se acumula mucha cantidad se va formando una placa de ateroma, que «atasca» las arterias y dificulta el paso normal de la sangre. La placa de ateroma puede causar varios problemas graves. Por un lado, puede llegar a «taponar» completamente la arteria, impidiendo que la sangre pase correctamente a los demás tejidos. Por otro lado, si se desprende un trozo de una placa de ateroma, lo que se conoce como un trombo, este empieza a viajar a través de las arterias, y si llega a una arteria estrecha puede «taponarla», pudiendo causar un ictus. Una de las consecuencias más graves del colesterol elevado se produce cuando la arteria «atascada» o «taponada» es una arteria coronaria, por lo que la sangre no puede llegar correctamente al corazón y se produce un infarto de miocardio o ataque al corazón. El nivel colesterol «malo» interesa que sea bajo, o al menos, debe estar presente en menor cantidad que el colesterol «bueno».
- Colesterol «bueno» o colesterol HDL. Las lipoproteínas HDL o lipoproteínas de alta densidad transportan el colesterol al hígado, donde es metabolizado. Es beneficioso porque lo que hacen es, en otras palabras, eliminar colesterol de la sangre. Por tanto, el colesterol «bueno» interesa que esté en niveles elevados en sangre, o al menos, en más cantidad que el colesterol «malo».
- La dieta debe ser equilibrada, normal en grasas, y no baja en grasas. Lo que se debe cuidar es la proporción HDL-LDL, que debe ser mayor para el HDL. Lo que se debe cuidar es el tipo de grasa. En las dietas para reducir el colesterol se debe aumentar el consumo de grasas poliinsaturadas y reducir el consumo de las grasas saturadas. Los ácidos grasos poliinsaturados, como el omega 3, son un tipo de grasa que ayuda a reducir los niveles de colesterol, y están presentes en los pescados azules y los frutos secos. Las grasas saturadas deben limitarse y están presentes en los alimentos de origen animal, en lácteos y derivados lácteos así como en algunos aceites como el de palma o coco.
- Aumentar el consumo de fibra soluble. La fibra soluble está presente sobre todo en la fruta y las legumbres. Este tipo de fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre ya que disminuye su absorción. Lo que hace exactamente es reducir los niveles de colesterol «malo» o LDL sin modificar los niveles de colesterol «bueno» o HDL ni los triglicéridos.
- Controlar la ingesta de colesterol dietético. Aunque no es uno de los objetivos principales de la dieta, también ayuda a reducir el colesterol total. La medida a seguir será reducir o incluso eliminar el consumo de alimentos con alto contenido en colesterol, como son los sesos, la yema del huevo, el hígado y las vísceras en general. Pero no se debe generalizar, no se deben eliminar de la dieta todos los alimentos que contengan colesterol, ya que si tienen grasas beneficiosas como las poliinsaturadas ayudarán a disminuirlo. De la misma forma, alimentos con grasas saturadas, a pesar de que no contengan colesterol pueden ayudar a aumentarlo. Como cifra orientativa, el colesterol dietético no debe superar los 300 mg.
Vídeo Alimentos que reducen el colesterol
- Todas las carnes, sobre todo las carnes rojas, los embutidos y las vísceras. En las dietas bajas en colesterol se recomienda comer carne blanca sin piel, como por ejemplo pollo, pavo o conejo.
- En los pescados, las vísceras y las huevas tienen elevado contenido de colesterol. En las dietas bajas en colesterol se recomienda comer sólo la carne del pescado, tanto azul (salmón, atún, emperador, etc.) como blanco (merluza, dorada, rape, etc.).
- El marisco tiene colesterol. Si se desea comerlo, lo mejor que se puede elegir es la cola de la gamba o el langostino o la carne del calamar o la sepia.
- Los huevos tienen colesterol. Sobre todo está presente en la yema, por lo que es recomendable comerse sólo la clara.
- Los lácteos y derivados lácteos enteros o semidesnatados tienen colesterol. Lo mejor es elegir la leche, el queso o los yogures desnatados.
- La manteca y la mantequilla. Lo más recomendable es sustituirlo por aceite de oliva, de girasol o de semillas, y si fuera necesario, margarina.
- Todas las frutas, verduras y hortalizas.
- Todos los frutos secos.
- Todos los tubérculos y cereales: arroz, pasta, patatas, pan, etc.
- Todas las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, etc).
¿Padeces colesterol elevado? ¿Conocías toda esta información? Cuéntanos tu experiencia.
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