Más de 12 millones de personas en EEUU padecen de apnea del sueño, una dolencia especialmente habitual entre las personas con sobrepeso y obesas. Además de profundos ronquidos, puede producir una tensión arterial alta, apoplejía, enfermedad cardiovascular y una pobre calidad de vida. Durante años, los médicos han dicho a sus pacientes con apnea del sueño que lo mejor para aliviar los síntomas es adelgazar, pero apenas ha habido pruebas basadas en investigación que respalden esto.
La investigación existente ha estado limitada por varios factores, por lo que hay muy pocos estudios que muestren si la cantidad de adelgazamiento recomendada –alrededor de un 10%- es suficiente para mejorar la situación de estos pacientes, señaló Gary Foster, director del Center for Obesity Research and Education.
Foster y algunos colegas de otras seis universidades completaron recientemente el mayor estudio aleatorizado sobre los efectos del adelgazamiento en pacientes con apnea del sueño y diabetes de tipo 2. Los investigadores observaron que entre los pacientes con apnea del sueño severa, los que perdían la cantidad recomendada de peso tenían tres veces más probabilidades de eliminar casi por completo el número de episodios de apnea del sueño en comparación con los que no adelgazaron. Los resultados se publicaron en el ejemplar del 28 de septiembre de la revista Archives of Internal Medicine.
El nuevo estudio, llamado Sleep AHEAD, observó a 264 pacientes obesos con diabetes de tipo 2 que ya participaban en el ensayo Look AHEAD, un estudio ya en marcha de 16 sitios destinado a investigar el impacto sobre la salud a largo plazo de una intervención intensiva en el estilo de vida de 5.145 adultos obesos o con sobrepeso con diabetes de tipo 2. Los participantes tenían entre 45 y 75 años de edad.
Los 264 participantes se dividieron en dos grupos aleatorios: el primero recibió un programa de adelgazamiento conductual de grupo desarrollado especialmente para pacientes obesos con diabetes de tipo 2, dietas controladas por raciones y un régimen prescrito de ejercicios de 175 minutos semanales. El segundo, asistió a tres sesiones informativas de grupo a lo largo de un período de un año que se centraron en el control d ella diabetes mediante la dieta, la actividad física y el respaldo social.
Después de un año, los miembros del primer grupo perdieron una media de 10,9kg. Más de uno de cada tres participantes de este grupo mostró una total remisión de su apnea del sueño (el 13,6% en comparación con el 3,5%), y en él se observaron también alrededor de la mitad de episodios de apnea del sueño severa que en el segundo grupo. Además, los participantes del segundo grupo apenas perdieron unos 450g y mostraron un significativo empeoramiento de su apnea del sueño, lo que según Foster y su equipo sugiere que sin tratamiento la enfermedad puede progresar con rapidez.
«Estos resultados indican que tanto los médicos como los pacientes pueden esperar una mejora importante en su apnea del sueño si hay adelgazamiento», señaló Foster, autor principal del estudio. «Y una reducción en la apnea del sueño supone varios beneficios para la salud y el bien estar globales».
Fuente: Science Daily