La mejor vía y la más segura para lograr un adelgazamiento a largo plazo es adoptar unos hábitos alimenticios saludables, que se mantengan un tiempo después de haber adelgazado. También nos interesará mantener nuestro metabolismo acelerado para quemar calorías en lugar de almacenarlas. El modo de perder peso y mantener el resultado es el siguiente:
Desayunar: una comida mañanera despierta el metabolismo después de que nuestro cuerpo haya estado privado de alimento durante la noche. Saltarse el desayuno mantiene el metabolismo al mínimo y eso hará que acumulemos calorías en lugar de quemarlas cuando comamos más tarde a lo largo del día.
Picar a menudo: tomar comidas pequeñas más a menudo mantendrá nuestro metabolismo en funcionamiento durante todo el día. Los aperitivos también evitan que lleguemos a tener demasiada hambre. Cuanto más hambrientos estemos menos control tendremos sobre lo que comemos y en qué cantidad.
Hacer ejercicio: las actividades cardiovasculares (caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, hacer aerobic o bailar) aceleran el metabolismo hasta varias horas después de acabar el ejercicio, por lo que se quemarán calorías incluso mucho después de dejar de moverse.
Hacer pesas: esta actividad desarrolla la musculatura y proporciona tono muscular, quemando hasta cinco veces más calorías que grasa (incluso cuando nuestro cuerpo está en posición de descanso). Más musculatura implica más calorías quemadas y una pérdida de peso mayor con el tiempo.
Comer acorde con nuestra actividad: si realizamos la mayor parte de nuestra actividad física durante durante el día, tomar un buen desayuno y una buena comida a mediodía para tener suficiente energía hacer todo lo que tengamos que hacer.