Mamá te prometo que como bien

No es de coña, el otro día le enseñé a mi madre los guisos de Mis Recetas. Mi mamá, por cierto, ya tiene cuenta en facebook (que se traduciría «caralibro», ¡que nombre más raro!) y  ya no quiere hacerme guisos porque está enganchada todo el tiempo etiquetando fotos, asistiendo a eventos, mandando kisses.

A pesar de sus licencias de ocio, le tuve que prometer que estaba aprendiendo a guisar. Para una madre los guisos son como la  poción mágica de Asterix. Si un hijo no toma guisos no estará sano, fuerte y feliz.  Claro que, pese a que me aprendí de memoria unas cuantas recetas fáciles, acabó cogiéndome… Y es que he de reconocer que aunque me encantan los guisos (ricos y caseros de lentejas, alubias, garbanzos..) no tengo la paciencia de mi madre, aunque la pobre hasta me regaló una «olla pronto» (una olla a presión, una olla exprés).

Lo cierto es que yo soy un acérrimo de la Litoral. Me la enseñó mi padre de su vida de soltero. Reconozco que la fabada de mi madre está infinitamente superior. Pero con la litoral, solo tienes que abrir el bote dudar si lo echas al cazo o lo calientas al baño maría… Y ya está, sea cual sea la «sesuda» decisión,  a comerte rápida y fácilmente un plato de fabada que, como decía mi padre, ¡¡ joder chaval, si esto lo hubiéramos pillao en la posguerra!!.

Sé lo que estáis pensando… Sí también me doy de vez en cuando un homenaje.  Tengo que confesar que cuando echo mucho de menos los guisos de mi mamá, me voy y me gasto una pasta gansa en un restaurante.  Y luego le mando las fotos a mi madre (por el facebook, etiquetándola, claro) y cuela. Os pongo las fotos del caldo con pelota y el cocido que me tome hace unos días. Madre míaaaa!!! Exclamé cuando lo probé.

Créditos. Fotos de un cocido hecho por José Manuel Varó (uno de los pocos discípulos reales del gran maestro de Paul Bocouse ). Joder que pijo que me ha quedao este comentario..  Pero es que no podía callarmelo !!!