Jamón y embarazo
Una de las cuestiones más frecuentes y miedos de las mujeres embarazadas es: ¿Puede comer jamón una embarazada? Esta duda surge por la toxoplasmosis y el posible peligro de padecerla al tomar productos crudos, como es el caso de los embutidos.
El Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico ha certificado mediante diferentes estudios que, durante el proceso de curación del jamón se elimina la toxoplasmosis del jamón ibérico. Teica y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia trabajan para dar a conocer los resultados de los diferentes estudios a todos los profesionales de España y así poder divulgar entre las mujeres embarazadas la información sobre el consumo de jamón durante el embarazo.
Pero, cuándo hablamos de jamón y embarazo podemos concurrir en diferentes dudas sobre el parásito del toxoplasma gondii. Por ejemplo, si se puede consumir jamón serrano en el embarazo, jamón frito en el embarazo o jamón dulce durante el embarazo; pues, existen algunos rumores sobre la necesidad de congelar y someter los productos carnicos a procesos y cambios de temperaturas donde el parásito no resista. Aunque el jamón ibérico, dado su proceso de curación, no contiene toxoplasmosis puede hacer otros embutidos que si, ya que los procesos de curación, secado… son diferentes.
El toxoplasma no sobrevive a altas temperaturas, por lo que los embutidos cocidos no tienen problemas a la hora de transmitir la enfermedad. Asimismo, si se quieren consumir otros embutidos que no sean jamón cocido y semejantes se puede. Por ejemplo, el chorizo se consume frito, pero siempre a temperaturas superiores a los 65ºC. Si cocemos el chorizo o cualquier companaje en el micrrondas, este no logra eliminar el parásito.
Y, ¿El jamón serrano y embarazo? El jamón serrano es un producto cárnico que únicamente está curado, pero no está cocinado. Lo que debemos hacer con este tipo de productos procedentes del cerdo es congelarlos, el sabor es el mismo y con este simple gesto combatimos el parásito, ya que a -20º durante un par de día éste muere y ya podremos consumir cualquier embutido sin necesidad de correr peligro de toxoplasmosis para el feto.
Pero todas las dudas no concluyen una vez se da a luz, sino que muchas mamás se preguntan si pueden tomar jamón durante la lactancia. La respuesta es un sí rotundo al jamón ibérico. ¿Por qué consumir jamón ibérico en la lactancia? El jamón ibérico es una fuente importantísima de cinc, fundamental durante la etapa de lactancia para que el bebé se desarrolle correctamente. Un estudio presentado por el Centro Tecnológico de la Carne y La Universidad de Granada comparan las diferencias nutricionales del jamón ibérico según las razas para tener el mayor conocimiento sobre la materia y así disfrutar del sabor y las propiedades del ibérico típico español. Además, el consumo de jamón ibérico en la lactancia se convierte en una fuente de vitaminas para el bebé que reforzará su sistema inmunitario.
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