Según un artículo publicado el 26 de febrero de 2007 en USAToday.com, un nuevo estudio realizado por investigadores estadounidenses ha demostrado que el ajo no reduce el colesterol en personas que ya cuentan con unos niveles moderadamente elevados. Christopher Gardner, del Prevention Research Center de la Universidad de Stanford y principal autor del estudio, pensaba que el ajo en su forma natural podría funcionar, pero no fue así.
En el estudio, publicado en Archives of Internal Medicine, se dividieron 192 adultos con niveles moderadamente elevados de colesterol en cuatro grupos. El primer grupo fue tratado con ajo natural, el segundo con suplementos de ajo en polvo, el tercero con suplementos de extracto de ajo envejecido y el cuarto con placebo.
Durante seis meses, los voluntarios tomaron el equivalente a un ajo mediano seis días a la semana y su sangre se analizó todos los meses para comprobar los niveles de colesterol.
Los estudios previos realizados con distintos suplementos de ajo, habían tenido resultados muy variados, pero había muchas evidencias en estudios con animales y en tubos de ensayo de que el ajo podría reducir el colesterol “malo” o LDL.
El ajo picado contiene alicina, un ingrediente que había reducido la síntesis de colesterol en tubos de ensayo, la pregunta era si produciría el mismo efecto en los humanos, señaló Gardner. Tras su estudio, la respuesta es que no. No se observó ningún cambio en los niveles de colesterol LDL ni en los de los triglicéridos, otro de los indicadores de riesgo de enfermedad coronaria.
Según Bob Borris, del Council for Responsible Nutrition, un grupo del sector de los suplementos dietéticos, el ajo se vende como ayuda para mantener unos niveles de colesterol saludables en personas sanas.
Por su parte, Richard Nahin, del National Center for Complementary and Alternative Medicine, organismo que financió el estudio, destacó el buen diseño del mismo y su carácter innovador, al utilizar no solo los suplementos de ajo que se encuentran en el mercado, sino también ajo fresco, en su forma natural. Según él, los resultados no son sorprendentes, ya que la mayor parte de los estudios realizados sobre el ajo desde 1995 han obtenido resultados negativos.
Fuente: USA Today