Todos sabemos que el zumo de naranja y pomelo aporta vitamina C y que se aconseja su consumo para previnir los resfriados. Pero el zumo de otras frutas pueden también beneficiar a nuestro estado de salud tal como se detalla abajo.
Zumo de ciruelas pasas: regula la digestión. Las ciruelas pasas son, simplemente, ciruelas secas, pero el proceso de desecación hace que los antioxidantes de la fruta fresca se concentren en la forma seca. Por supuesto, al añadirle agua –algo necesario para hacer el zumo de ciruelas pasas–, estos se diluyen, pero aún así, el zumo de ciruelas pasas es bueno contiene cierta variedad de antioxidantes. La propiedad más conocida de las ciruelas pasas tiene que ver con su capacidad para acelerar el sistema digestivo. Tanto la fruta como el zumo producen este efecto debido su contenido natural de sorbitol, un alcohol de azúcar que potencia las deposiciones haciendo incrementando la absorción de agua del colon.
Zumo de granada: revierte la acumulación de colesterol. No se es habitual conseguir investigaciones sólidas sobre los zumos, pero científicos de Israel han mostrado que beber tan solo 120ml de zumo de granada al día durante un año disminuye el tamaño de las acumulaciones de colesterol graso en las arterias coronarias de los pacientes. Los investigadores creen que este efecto viene de los pigmentos rojo oscuro de las granadas, conocidos como antocianinas, junto con los taninos que potencian los niveles de una enzima denominada paraoxonasa. Esta enzima, a su vez, acaba con el colesterol presente en el torrente sanguíneo, proporcionando a las arterias un aspecto limpio.
Zumo de uva negra: promueve un buen flujo sanguíneo. su color azul oscuro que proviene de una amplia gama de pigmentos, incluidos la delfinidina, la petunidina y la malvidina. Las uvas también proporcionan catequinas, resveratrol y muchos otros supernutrientes que son los que hacen que el zumo de uva negra tenga una potencia antioxidante total hasta cuatro veces superior a la del zumo de naranja. Estos antioxidantes parecen ayudar a mantener la elasticidad de las arterias y una buena circulación de la sangre.
Zumo de naranja: combate las infecciones. Las naranjas y el zumo natural nos proporcionan el supernutriente hesperetina y la vitamina C. Ambos trabajan en equipo, ya que la hesperetina devuelve la vitamina C a su forma antioxidante activa después de que ésta haya hecho frente y desactivado a los radicales libres que podrían dar lugar a un cáncer. Los test indican también que la hesperetina ralentiza la replicación de varios virus, incluida la del virus del herpes, que produce el herpes labial, y algunas cepas de gripe. Una vez más, sale a relucir la salud coronaria. Los tests revelan que este potente supernutriente parece restringir también la producción, por parte del hígado, de compuestos que dan lugar al colesterol “malo” (LDL).
Zumo de arándanos rojos: previene la cistitis. Famoso por su capacidad para proteger de la cistitis, el zumo de arándanos rojos funciona porque sus taninos proporcionan a la pared de la vejiga y la uretra (que transporta la orina hasta la vejiga) un recubrimiento no adherente que evita que las bacterias E. Coli causantes de la cistitis se adhieran y provoquen una infección. Hay que beber 200ml al día de zumo de arándanos rojos para beneficiarse de este efecto preventivo. Es necesario añadir azúcar (o edulcorantes) para que este zumo tenga un sabor agradable. Conviene buscar los que tengan menos azúcar.
La mayoría de los zumos de fruta proporcionan unas 50 calorías por 100ml, salvo el zumo de ciruelas pasas, que nos aporta 175 calorías por 100ml.
Los zumos de vegetales también pueden ser nutritivos. El de tomate es un buen proveedor del pigmento rojo licopeno. Una buena ingesta de licopeno ha sido relacionada con unas tasas inferiores de enfermedad coronaria en algunas poblaciones.
Fuente: The Times Food and Drink