Según un artículo publicado esta semana en webmd.com, cada vez es más evidente que el consumo de gran variedad de frutas y vegetales ayuda a reducir el riesgo de apoplejía, aunque los motivos todavía no están claros.
En uno de los mayores estudios sobre el tema, investigadores de la Universidad de Cambridge midieron los niveles de vitamina C de más de 20.000 personas y posteriormente, realizaron un seguimiento de las mismas durante casi diez años. Los niveles de vitamina C suelen ser más elevados en las personas que consumen mucha fruta y vegetales.
Cuando los participantes se dividieron en cuatro grupos en función de sus niveles de vitamina C, se observó que los que presentaban las concentraciones más elevadas de vitamina en sangre tenían un 42% menos de riesgo de apoplejía que los que presentaban as concentraciones más bajas. Esta relación se mantuvo incluso tras ajustar los datos para una amplia variedad de factores de riesgo.
Según los investigadores, estos resultados no demuestran que sea la vitamina C de la fruta y los vegetales lo que protege frente a la apoplejía. Y la mayoría de los estudios han observado que el consumo de suplementos de vitamina C o de otras vitaminas antioxidantes no reduce el riesgo de apoplejía.
Sin embargo, el estudio indica una vez más que el consumo diario de fruta y vegetales puede tener beneficios cardiovasculares, señala Mark Levine, Doctor en Medicina del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
No sabemos qué es exactamente lo que produce este efecto protector, pero el mensaje para el público está claro, señala Levine, se debe tomar una amplia variedad de fruta y vegetales.
En el ensayo, realizado en el Reino Unido y publicado en el último número de la revista American Journal of Clinical Nutrition, participaron un total de 20.649 hombres y mujeres de entre 40 y 79 años de edad al inicio del estudio. Durante el seguimiento posterior que duró una media de 9,5 años, 448 participantes sufrieron apoplejías.
El investigador jefe, Phyo K. Myint, y sus colegas sugieren que el aumento en el riegso de las personas con los niveles más bajos de vitamina C podría tener implicaciones clínicas. Concretamente, estos niveles podrían ser un buen indicador predictivo del riesgo de apoplejía, independientemente de otros factores de riesgo conocidos, como la edad, el historial de tabaco, la tensión arterial o el colesterol.
Fuente: WebMD