Un estudio en humanos muestra los beneficios de una dieta baja en calorías
En un artículo publicado el 6 de junio en Technology Review, John O. Holloszy, Doctor en Medicina y profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, afirma que las personas que siguen una dieta baja en calorías son menos propensas a desarrollar cardiopatías o diabetes.
Existen pruebas más que suficientes de que una dieta estricta baja en calorías puede aumentar la longevidad en una serie de animales, como moscas y roedores. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Washington, en St. Louis, espera comprobar si esto se cumple también en humanos. Para ello, estudiarán un grupo de personas formado por 35 miembros de la Calorie Restriction Society. Estas personas, que se llaman a sí mismos «CRONies» (Caloric Restriction with Optimal Nutrition), ingieren alrededor de 1.800 calorías diarias para intentar mejorar su salud y alargar su vida.
Pasarán años antes de que este estudio, iniciado hace cuatro años, determine en qué medida influye la dieta en la duración de la vida, pero John Holloszy y su colega Luigi Fontana ya han averiguado que los «CRONies» cuentan con mayor protección frente a algunas enfermedades asociadas a la vejez, como las cardiovasculares o la diabetes de Tipo 2.
Holloszy informó de sus hallazgos en el 35º encuentro anual de la American Aging Association, celebrado esta semana en Boston. Según el científico, lo más llamativo de los resultados observados hasta el momento es que las personas que siguen una dieta baja en calorías poseen una protección extraordinaria frente a las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como es el caso de las cardiopatías. Además, presentan niveles bajos de colesterol y triglicéridos y una tensión bajísima (similar a la de un niño) de 100/60 aprox. Como resultado de esta hipotensión extrema presentan también menos deformación en las arterias, que son mucho más elásticas de lo normal en gente de su edad; su corazón parece el de una persona con 17 años menos y presentan una buena sensibilidad a la insulina, por lo que no desarrollarán la diabetes de tipo 2.
En cuanto a la inflamación, uno de los aspectos en los que se ha centrado la investigación del envejecimiento en los últimos años, Holloszy destaca que los CRONies presentan unos niveles sorprendentemente bajos. Según él, el valor promedio de la proteína C reactiva (conocido marcador y causa de la inflamación) en los CRONies es de 0,2, mientras que en una persona normal de mediana edad ronda los 2,5.
“Es evidente que la restricción calórica en la dieta ralentiza el envejecimiento secundario, ligado al estilo de vida y las enfermedades”, afirma Holloszy. “No se puede afirmar que aumentará su tiempo máximo de vida, pero estoy seguro de que vivirán más de lo que lo harían sin la restricción calórica”.
Como parte del estudio, compararon también a los CRONies con un grupo de atletas expertos para ver en qué medida la restricción calórica es comparable al ejercicio. Eligieron un grupo de corredores por ser las personas con dieta regular más delgadas que pudieron encontrar. “Estaban muy delgados, aunque no tanto como los CRONies” afirmó Holloszy. Según los resultados, los beneficios de la restricción calórica son mayores que los del ejercicio, especialmente en cuanto a tensión arterial e inflamación.
Los investigadores pretenden realizar ahora un estudio con un período de pruebas más amplio, en el que personas con una dieta media reduzcan su ingesta de calorías en un 25%, para determinar en qué medida la restricción calórica conlleva unos cambios biológicos con el paso del tiempo. En realidad, “no sabíamos cómo eran estas personas antes de iniciar la restricción calórica”, señala Holloszy, “para el nuevo estudio, seleccionaremos gente entre un peso normal y un ligero sobrepeso y les pediremos que coman un 25% menos de lo que comerían normalmente. La idea es que mantengan esta dieta durante dos años, aunque sabemos que es difícil. Una vez superado este tiempo, comprobaremos si han experimentado los mismos cambios biológicos que las ratas y ratones de laboratorio sometidos a la misma restricción calórica”.
“No podremos afirmar que vivirán más tiempo”, señala Holloszy, “pero al menos podremos ver si se producen los mismos cambios”.
Según Holloszy, el nuevo estudio les permitirá determinar también el nivel máximo de restricción calórica. “Sabemos que los CRONies se están excediendo” señala Holloszy. “Y quizá sea posible obtener los mismos beneficios con una reducción menor de calorías”.
Además, proporcionará información sobre los tipos de biomarcadores que se deben observar, pudiendo ser de ayuda para el diseño de fármacos que imiten los efectos saludables de la restricción calórica
Fuente: Technology Review
Privarse de todo placer para vivir más tiempo, solo sirve para vivir más tiempo privándose de todo placer.