8 de abril de 2009

Efectos de grasas omega-3 sobre el rendimiento académico de los niños


Un nuevo estudio realizado en Suecia indica que los chicos que comen más pescado sacan mejores notas.

Ciertos pescados son ricos en ácidos grasos omega-3, que están relacionados con beneficios para la salud coronaria y se sabe que ayudan completar el desarrollo de los bebés niña prematuros, pero se decía que el efecto no era el mismo en el caso de los bebés niño prematuros. Las nuevas pruebas respaldan la idea de que estos ácidos sencillos pueden contribuir realmente a potenciar el cerebro de los chicos a posteriori en su vida, cuando llegan a la adolescencia y están pensando en la Universidad.

Casi 5.000 participantes, todos de 15 años, comieron pescado más de una vez a la semana durante un período de tres años. A los 15 años, los chicos rellenaron unos cuestionarios detallados sobre sus vidas y sus hábitos alimenticios y, posteriormente, a los 18, realizaron unos test de inteligencia estándares. Tras analizar todos los datos, los resultados, publicados en la revista Acta Pediatrica, indican que los ácidos grasos omega-3 presentes en pescados como el salmón, el atún blanco y la caballa mejoran las puntuaciones obtenidas en las pruebas realizadas en años posteriores de su vida.

La investigadora principal, la Dra. Maria Aberg, de la Universidad de Goteborg, destaca la importancia de esta estudio, el mayor de su clase, debido a que los adolescentes tienen un pequeño espacio temporal en el que sus cerebros pueden desarrollar completamente las conexiones necesarias para el comportamiento emocional, social e intelectual según el cual responden a un daño físico; o la capacidad para adoptar una nueva habilidad. El desarrollo de esta conexión y reorganización en el interior del cerebro que se produce en los últimos años de la adolescencia se llama “plasticidad”. Con respecto a nuevas experiencia, la plasticidad, también conocida como neuroplasticidad, es la capacidad del cerebro, a lo largo de la vida, para reorganizar las rutas neuronales. Por medio del aprendizaje estamos pidiendo constantemente a nuestro cerebro que se expanda y que recuerde cosas, como las reglas de un juego o cómo llegar al colegio; y con esa memorización se producen cambios funcionales en el cerebro que representan todos esos nuevos hechos, cifras, direcciones y procesos de la vida.

Según Aberg, estos resultados son un gran paso para el futuro de los niños: “Estos resultados son importantes porque el estudio se realizó entre los 15 y los 18 años, cuando los logros educativos pueden contribuir a dar forma al resto de la vida de un joven”. Los chicos que comieron pescado más de una vez a la semana obtuvieron mejores puntuaciones en las pruebas a los 18 que los que comieron pescado solo una vez a la semana o menos; y los resultados se mantuvieron incluso tras tener en cuenta otros factores como el entorno familiar, social y económico.

Fuente Health News

7 de abril de 2009

Beneficios de brócoli


El brécol podría ayudar a prevenir cáncer de estómago

Según un artículo publicado en ScienceDaily, un pequeño estudio piloto de 50 personas, realizado en Japón, sugiere que comer unos 70g de brotes de brécol al día durante dos meses podría conferir cierta protección frente a una proliferante bacteria estomacal que causa gastritis, úlceras e incluso cáncer de estómago.

El estudio indica que una dosis de brotes de brécol diaria reduce en más de un 40% el nivel de HpSA, un indicador muy específico de la presencia de componentes de H. pylori expulsado en las deposiciones de las personas infectadas. No hubo cambios en los niveles de HpSA en los sujetos de control que tomaron brotes de alfalfa. Los niveles de HpSA volvieron a los niveles previos al tratamiento ocho semanas después de que las personas dejasen de tomar los brotes de brécol, lo que sugiere que aunque reducen la colonización de H. pylori, no erradican la bacteria.

«The highlight of the study is that we identified a food that, if eaten regularly, might potentially have an effect on the cause of a lot of gastric problems and perhaps even ultimately help prevent stomach cancer,» says Jed W. Fahey, M.S., Sc.D., an author of the paper who is a nutritional biochemist in the Lewis B. and Dorothy Cullman Cancer Chemoprotection Center at the Johns Hopkins University School of Medicine.

El descubrimiento de que el sulforafano es un potente antibiótico contra la H. pylori fue realizado en el 2002 por Jed W. Fahey, autor del presente trabajo, y por sus colegas de la Universidad Johns Hopkins. «Los brotes de brécol contienen una concentración mucho mayor de sulforafano que las cabezas maduras», explica Fahey, quien añadió que será necesario realizar más estudios que confirmen los resultados de este ensayo clínico.

El presente estudio, publicado el 6 de abril en la revista Cancer Prevention Research, se basa en estudios previos realizados en tubos de ensayo y con ratones en la Universidad Johns Hopkins y otros sitios acerca del valor potencial del sulforafano, una sustancia bioquímica natural relativamente abundante en los brotes de brécol frescos. El sulforafano parece activar algunas células del cuerpo, incluso en el tracto gastrointestinal, para que produzcan enzimas que protegen de los radicales libres, sustancias químicas que dañan el ADN y la inflamación.

Fuente: Science Daily

1 de abril de 2009

Alimentación para combatir la demencia senil


En los últimos años han salido a la luz algunas pistas interesantes sobre el tema, incluida la idea de que podría ser beneficioso reducir la ingesta de calorías. Parece que reducir un tercio nuestra ingesta calórica, reduciendo principalmente el tamaño de las raciones, puede mejorar os resultados en los test de memoria.

Esto se podría deber a que la pérdida de peso disminuye los niveles de insulina, lo que, posiblemente, conduce a una menor inflamación por insulina en el cerebro, que es lo que causa el daño y la pérdida de memoria. Esto no significa que haya que empezar una dieta a lo loco, ya que aunque un elevado índice de masa corporal conduce a unos peores resultados en los test de memoria, orientación, atención y cálculo; también lo hace un índice corporal bajo. Lo ideal es un término medio y que nuestro peso corporal esté dentro de un índice de masa corporal saludable.

Una dieta de estilo principalmente mediterráneo puede ayudar a proteger de la demencia. Esto supone basar las comidas y aperitivos en gran cantidad de vegetales y frutas, legumbres y cereales enteros, además de algún pescado azul y otros mariscos. Estas dietas incluyen pequeñas cantidades de carne roja (un par de pequeñas raciones a la semana) y de productos lácteos como mantequilla y crema, junto con cantidades moderadas de alcohol (a menudo vino tinto) y grasas insaturadas como el aceite de oliva.

Cuando los científicos estadounidenses observaron grupos de personas que vivían en Nueva York, descubrieron que aquellos cuyas dietas se acercaban más a los principios del estilo mediterráneo, tenían un 28% menos de probabilidades de experimentar deterioro cognoscitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés) que los que seguían una dieta de mayor tradición occidental. También se observó que los que ya experimentaban síntomas de MCI también tenían casi un 50% menos de riesgo de que la enfermedad progresase hasta derivar en Alzheimer si ajustaban sus dietas.

En otros estudios, investigadores franceses han relacionado la ingesta de gran cantidad de alimentos ricos en los supernutrientes denominados flavonoides con la ralentización del deterioro cognitivo. Puesto que los alimentos ricos en flavonoides aparecen a menudo en las dietas mediterráneas (incluidas las cebollas, las berenjenas, las endivias, las bayas, los cítricos y el vino tinto), esto podría ayudar a explicar sus posibles efectos protectores.

Los expertos afirman que no hay que precipitarse a extraer conclusiones a partir de la cantidad de pruebas relativamente pequeñas de que disponemos; no podemos asegurar que un cambio a dieta mediterránea evite la pérdida de memoria o el Alzheimer, pero tener un peso normal y comer mucha fruta y vegetales, cereales enteros, y no demasiadas grasas saturadas se sabe que es bueno para muchos aspectos de la salud.

Caminar, la jardinería y subir escaleras con frecuencia puede ayudar a reducir el riesgo de demencia vascular en un 73%, según investigadores del Hospital de la Universidad S.Orsola Malpighi, en Bologna, Italia; probablemente, al potenciar el flujo de sangre rica en oxígeno que va al cerebro.

Los científicos de la Universidad de Tufts, en Boston, afirman que tres nuevos estudios internacionales sugieren que el consumo de pescado y ácidos grasos omega-3 protege del deterioro cognitivo, la demencia y el Alzheimer.

Las investigaciones con animales sugieren también que beber café puede reducir el riesgo de demencia.

Fuente: The Times

27 de marzo de 2009

Omega-3 y cáncer de próstata


Una nueva investigación de la Universidad de California San Francisco indica que un aumento en el consumo de ácidos grasos omega-3 puede proteger de un estado avanzado de cáncer de próstata.

Según los resultados publicados en la revista Clinical Cancer Research, puede que los ácidos grasos funcionen modificando una variante específica del gen COX-2, un conocido gen inflamatorio.

Según los investigadores, la variante, conocida como rs4647310, está relacionada con un aumento de hasta cinco veces del riesgo de cáncer de próstata avanzado, pero un consumo elevado de omega-3 puede reducir el riesgo, incluso a pesar de ser portador de la variante COX-2.

«Las investigaciones anteriores han mostrado una protección frente al cáncer de próstata, pero este es uno de los primero estudios en mostrar una protección frente al cáncer de próstata avanzado y una interacción con el gen COX-2», señaló el Profesor John Witte, autor principal del estudio.

El estudio se suma así a un pequeño, pero creciente, cuerpo de pruebas que relacionan el consumo de pescado y de omega-3 con posibles beneficios frente al cáncer. De hecho, algunos resultados publicados en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, una ingesta más elevada de los ácidos grasos omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentaenoico) pueden reducir un 40% el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata. Por otra parte, el nuevo estudio no muestra ninguna relación entre el consumo de pescado y el riesgo de cáncer de próstata.

El Profesor Witte y sus colaboradores realizaron un análisis caso-control de 466 hombres con cáncer de próstata agresivo y 478 sanos. Los investigadores utilizaron cuestionarios de frecuencia alimentaria para evaluar la dieta de los individuos y también se determinó el genotipo de nueve polimorfismos un solo nucleótido de COX-2.

Según señalaron los investigadores, los consumos medios más elevados de ácidos grasos omega-3 se asociaron con una reducción de un 63% en el riesgo de cáncer de próstata agresivo, en comparación con los hombres con las cantidades más bajas de ácidos grasos omega-3 de cadena larga.

Cuando el análisis se centró en la variante rs4647310, los investigadores observaron que, a pesar del aumento en el riesgo de cáncer de próstata en los hombres con esta variante, un elevado consumo de omega-e reducía considerablemente el riesgo.

Fuente: Nutraingredients

25 de marzo de 2009

Alimentos buenos para el corazón


Somos lo que comemos y estos son diez alimentos que benefician a la salud cardiaca:

Avena: empezar el día con un bol de avena, llena de ácidos grasos omega-3, folato y potasio. Este superalimento rico en fibra puede disminuir los niveles de colesterol LDL (o malo) y contribuir a mantener las arterias despejadas. Añadir un plátano al bol para sumar otros cuatro gramos de fibra.

Salmón: el salmón, extremadamente rico en ácidos grasos omega-3, puede reducir eficazmente la tensión arterial y controlar la coagulación. El consumo de dos raciones a la semana puede reducir hasta un tercio el riesgo de fallecer de un infarto. Contiene también el carotenoide astaxantina, un antioxidante muy potente. Conviene elegir el salmón salvaje en lugar del de piscifactoría, que puede contener insecticidas, pesticidas y metales pesados. Para los que no les guste el salmón, hay otros pescados azules como la caballa, el atún, el arenque o la sardina, que proporcionan los mismos beneficios.

Aguacate: tomar un poco de aguacate en un sándwich o ensalada de espinacas para incrementar la cantidad de grasas saludables de nuestra dieta. Los aguacates, llenos de grasas monoinsaturadas, pueden contribuir a reducir los niveles de colesterol LDL en nuestro cuerpo y a aumentar los del HDL. Además, permiten la absorción de otros carotenoides, especialmente los betacarotenos y el licopeno, que son esenciales para la salud coronaria.

Aceite de oliva: el aceite de oliva, lleno de grasas monoinsaturadas, reduce el colesterol LDL (el malo) y el riesgo de desarrollar una cardiopatía. Elegir las variedades “virgen” o “extra- virgen” (las menos procesadas) y utilizarlas en lugar de la mantequilla para cocinar.

Frutos secos: las almendras, las nueces y las nueces de macadamia están llenas de ácidos grasos omega-3 y grasas mono y poliinsaturadas.

Bayas: los arándanos, las frambuesas y las fresas son antiinflamatorios, por lo que reducen el riesgo de cardiopatía y de cáncer.

Legumbres: las lentejas, los garbanzos, las habichuelas y las habichuelas negras tienen un elevado contenido en fibra. Contienen también ácidos grasos omega-3, calcio y fibra soluble.

Espinacas: las espinacas pueden mantener en forma nuestro corazón gracias a su contenido de luteína, folato, potasio y fibra. En cualquier caso, incrementar el consumo de vegetales seguramente mejore nuestra salud coronaria.

Semillas de lino: ideales para una buena salud coronaria por su elevado contenido en fibra y ácidos grasos omega-3 y omega-6. Añadir una pequeña cantidad de semillas de lino molidas sobre un bol de avena o cereales integrales `para completar un desayuno saludable.

Soja: la soja puede reducir el colesterol y, puesto que es baja en grasas saturadas, constituye una buena fuente de proteína magra en una dieta saludable para el corazón. Procurar recurrir a fuentes naturales de soja, como el edamame, el tempeh o el tofu orgánico suave. La leche de soja se complementa muy bien con un bol de avena o cereales integrales, pero hay que fijarse en la cantidad de sal que contiene, ya que algunas variedades procesadas pueden tener sodio añadido, que dispara la tensión arterial.

Fuente: CNN

24 de marzo de 2009

Beneficios de té verde para la salud bucal


Un nuevo estudio sugiere que una taza de té verde al día puede ayudar a mantener a raya la enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal o «piorrea».

Los investigadores observaron que entre la población japonesa de mediana edad, las probabilidades de padecer esta enfermedad disminuían a medida que aumentaba el consumo de té verde de los individuos.

Según informaron los investigadores en la revista Journal of Periodontology, por cada taza diaria que bebían, el riesgo de padecer la enfermedad se reducía lentamente.

No obstante, los resultados no implican que el té verde pueda sustituir al dentista.
Lo más importante es una buena higiene bucal global, señaló Shimazaki a Reuters Health.

En su estudio, Shimazaki y sus colegas de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka, Japón, examinaron 940 hombres de edades comprendidas entre los 49 y 59 años en busca de signos de la enfermedad de las encías. Los hombres completaron además un cuestionario sobre sus hábitos en cuanto al consumo de tabaco y alcohol, cepillado de dientes y consumo de té verde.

En general, el estudio observó que las probabilidades de enfermedad de las encías se reducían a medida que la ingesta de té verde aumentaba, incluso tras tener en cuenta ls otros factores de estilo de vida. No obstante, los investigadores carecían de información sobre la dieta de los participantes y estudios anteriores han sugerido que ciertos alimentos y nutrientes, como los cereales integrales, la fibra y la vitamina C podrían proteger de esta enfermedad.

Según Shimazaki, el motivo de que el té por si solo combata la enfermedad podría deberse a su concentración de unos compuestos antioxidantes denominados polifenoles. La enfermedad de las encías se origina a partir de una infección bacteriana y las investigaciones en laboratorio sugieren que los polifenoles del té verde pueden inhibir estor gérmenes y el daño que producen.

Fuente: Reuters Health

19 de marzo de 2009

La obesidad y expectativas de vida


Un estudio definitivo realizado por investigadores de la Universidad de Oxford indica que la obesidad moderada acorta unos tres años la vida y que las personas con una obesidad severa morirán 10 años antes de lo que debieran.

El estudio, publicado en línea en la revista médica Lancet, es un análisis de los datos de cerca de un millón de personas de todo el mundo. Se trata de la mayor investigación realizada hasta la fecha sobre cómo afecta la obesidad a la mortalidad.

El análisis examinó el IMC (índice de masa corporal) de cerca de un millón de personas pesadas y medidas en 57 estudios independientes, en su mayoría de Europa y Norteamérica. En la escala del IMC, que se calcula dividiendo el peso de un individuo en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros, más de 25 se considera sobrepeso y más de 30, obeso.

En el estudio, financiado por el Medical Research Council, la British Heart Foundation y Cancer Research UK, se realizó un seguimiento de los participantes durante 20 años, tiempo durante el cual 100.000 de ellos murieron.

Los investigadores observaron que el mejor IMC es de alrededor de 24 (el que tenía el grupo con el índice de mortalidad más bajo). Para alguien con una altura de de 1,70m, equivaldría a un peso de unos 70kg.

Las personas con una obesidad moderada (IMC de 30 a 35), algo actualmente común, murieron tres años antes de lo que lo habrían hecho en caso de tener un peso normal. Y la obesidad severa (IMC entre 40 y 50), redujo el tiempo de vida en 10 años –una reducción similar a la que produce el consumo de tabaco–, pero la obesidad severa todavía no es muy frecuente y apenas afecta al 2% de la población.

Sir Richard Peto, de la unidad de servicio de ensayos clínicos de Oxford, quien dirigió el estudio, señaló que se deberían poner en práctica iniciativas para desanimar a a gente a engordar, algo que en Gran Bretaña sucede con mayor frecuencia entre los 25 y los 50 años de edad. «Es muy difícil perder peso y mantenerlo», señaló. «Pero dejar de engordar es factible».

Las personas que rondan los 20 años con un IMC óptimo de 24 tendrían que ganar cerca de un tercio de su peso corporal para ser clasificados como obesos y duplicar su tamaño para tener una obesidad severa.

La obesidad mata, pero solo en los casos extremos lo hace tan rápido como el tabaco.

Fuente: The Guardian

18 de marzo de 2009

El consumo de champiñones reduce el riesgo de cáncer de mama


Un equipo de científicos ha descubierto que las mujeres que consumen al menos unos 9,5g de champiñones frescos al día son un 64% menos propensas a desarrollar un tumor.
Los champiñones secos tienen un efecto ligeramente menos protector, reduciendo el riesgo aproximadamente a la mitad.

El estudio, realizado en China, mostró también que las mujeres que combinaban la dieta de champiñones con un consumo regular de té verde veían incrementados aún más sus beneficios.

El riesgo entre las mujeres de este grupo se redujo casi un 90%.

Los investigadores afirman que los últimos resultados, publicados en la revista International Journal of Cancer, no demuestran que comer champiñones detenga el cáncer y que será necesario realizar más estudios para confirmar los resultados. Sin embargo, las pruebas realizadas con animales en el laboratorio sí indican que el hongo tiene propiedades antitumorales y puede estimular las defensas del sistema inmunológico.

Algunas pruebas sugieren que los champiñones actúan de forma similar a los fármacos para el cáncer de mama conocidos como inhibidores de la aromatasa, que bloquean la producción de la hormona estrógeno que puede potenciar el desarrollo del cáncer.

El mes pasado, científicos de California iniciaron un ensayo para ver si el consumo de extracto de champiñones dos veces al día durante un mes ayuda a las supervivientes de un cáncer de mama a no volver a desarrollar la enfermedad.

El cáncer de mama se diagnostica a unas 40.000 mujeres al año en el Gran Bretaña. La enfermedad afecta a una de cada nueve mujeres en algún momento de su vida y se cree que la dieta es un factor clave.

Las cifras de la enfermedad en China son unas cuatro o cinco veces menores que en algunos países occidentales.

El nuevo estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Australia Occidental, en Perth, observó a más de 2.000 mujeres chinas. Aproximadamente la mitad de las mujeres había padecido cáncer de mama. tras tener en cuenta otros factores que podían haber contribuido al cáncer, como el sobrepeso, la falta de ejercicio y el consumo de tabaco, los científicos analizaron los hábitos alimenticios de las participantes y descubrieron los champiñones.

Un estudio independiente de 52.700 hombres y mujeres, publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, descubrió que una dieta vegetariana puede ayudar a proteger del cáncer. Los investigadores de la Universidad de Oxford dividieron a los participantes, de edades comprendidas entre 20 y 89 años, en comedores de carne, comedores de pescado, vegetarianos y vegetarianos estrictos y observaron una tasa de cáncer inferior entre los comedores de pescado y los vegetarianos en comparación con los comedores de carne.

Fuente: The Telegraph Health

17 de marzo de 2009

Comer sano con poco presupuesto


Una dieta sana es:

  • está basada en alimentos con un alto contenido en fécula, como el pan, la pasta o el arroz; elegir las variantes integrales siempre que sea posible
  • incluye muchas frutas y vegetales; procurar incluir una o dos porciones de fruta o vegetales en cada comida, de modo que se tomen al menos 5 al día
  • incluye cantidades moderadas de fuentes de proteínas, como el pescado, la carne magra, las legumbres o los huevos
  • incluye cantidades moderadas de productos lácteos; elegir las alternativas desnatadas siempre que sea posible
  • incluye pequeñas cantidades de grasas (la calidad de la grasa es muy importante); elegir grasas bajas en ácidos grasos saturados y ricas en ácidos grasos insaturados (p. ej. las margarinas, los aceites vegetales como el de oliva, el de sésamo, el de girasol, etc.)
  • debería contener solo pequeñas cantidades de alimentos con un elevado contenido en grasa, azúcar y/o sal.

Consejos para comprar alimentos para una dieta sana sin superar el presupuesto semanal

1. Planear lo que se necesita para toda la semana, hacer una lista y ceñirse a ella. Esto evitará que compremos impulsivamente cosas que no necesitamos. Además, planificar lo que vamos a comer en unos cuentos días nos ayudará a tirar menos comida por haberse estropeado.

2. Tener en casa una reserva de ingrediente básicos. Esto nos ayudará a gastar menos dinero en servicios de comida a domicilio y para llevar. Alimentos como la pasta o el pescado, los vegetales y las legumbres en lata o congelados, duran mucho tiempo y son ideales para almacenarlos.

3. No dejarse tentar por ofertas especiales como el 3×2. Las ofertas especiales solo nos ayudarán a ahorrar dinero si el alimento se encuentra en nuestra lista; de lo contrario, es probable que no lo necesitemos.

4. Comparar los precios de los alimentos. Ojear y comparar precios para ver qué tiendas ofrecen los mejores precios para cada producto. Procurar no depender de la “tienda de la esquina” que, a menudo, suele ser más cara. La fruta y los vegetales suelen ser más baratos en los mercados que en los supermercados, al poder comprarlos directamente de los granjeros.

5. Cocinar los platos en tandas y congelarlos. Esto es especialmente útil para estudiantes y personas que viven solas. Suele ser más caro comprar paquetes pequeños de ingredientes, y si se cocina solo para una o dos personas es más probable que lo que sobre acabe en la basura.

6. Comprar los vegetales y la fruta fresca de temporada. Las frutas y vegetales que no están en temporada suelen recorrer grandes distancias en medios de trasporte y son más caros. Procurar comprar frutas y vegetales de la zona y que estén en temporada; es más barato y más ecológico. En invierno la fruta y vegetales congelados, en lata o desecados son una buena alternativa y también cuentan como parte de las 5 piezas diarias recomendadas. Procurar evitar los vegetales enlatados en agua salada y las frutas enlatadas en almíbar.

7. No gastar una fortuna en los llamados “superalimentos”. Es importante comer una amplia variedad de fruta y vegetales, pero ninguna fruta o vegetal es superior al resto. Los alimentos etiquetados como ‘superalimentos’ suelen ser caros y no es necesario comer mucha cantidad de ellos para seguir una dieta saludable.

Fuente: Nutrition

16 de marzo de 2009

El calcio facilita la pérdida de peso


Un nuevo estudio, publicado en el último número de la revista British Journal of Nutrition, indica que incrementar el consumo de calcio estimula la pérdida de peso, pero solo en las personas cuyas dietas son deficientes en calcio.

Angelo Tremblay y su equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Laval realizaron el descubrimiento durante un programa de adelgazamiento de 15 semanas que llevaron a cabo con mujeres obesas. Las participantes consumían de media menos de 600mg de calcio al día, mientas las cantidad diaria recomendada es de 1000mg. Además de seguir una dieta baja en calorías, se pidió a las mujeres que tomasen dos comprimidos al día que contenían o bien un total de 1200mg de calcio o un placebo.

Los investigadores observaron que las mujeres que tomaron los comprimidos de calcio perdieron cerca de 6kg durante el transcurso del programa, en comparación con 1 kg perdido por las del grupo de control.

«Nuestra hipótesis es que el cerebro puede detectar la falta de calcio y busca compensarla fomentando la ingesta de alimentos, lo que obviamente va en contra de los objetivos de cualquier programa de adelgazamiento», señaló Angelo Tremblay, titular de la cátedra Canadá de investigación en Entorno y Equilibrio Energético. «Una ingesta suficiente de calcio parece calma el deseo de comer más», añadió.

Consumir el calcio suficiente es, por ello, importante para garantizar el éxito de cualquier programa de adelgazamiento. Según el investigador, más del 50% de las mujeres obesas que acuden a la clínica atendida por su equipo de investigación no consumen la cantidad diaria recomendada.

El Profesor Tremblay y su equipo han estudiado la relación entre el calcio y la obesidad durante varios años. Sus primeros resultados, publicado en 2003, revelaron que las mujeres con dietas pobres en calcio tenían más grasa corporal, mayor cintura y unos niveles de colesterol malo más elevados que las que consumían cantidades moderadas o grandes de calcio. Un segundo estudio mostró que cuanto más reducía la gente su consumo de productos lácteos durante el período analizado de seis años, más peso y grasa corporal ganaban y más aumentaba su talle. En el 2007, Angelo Tremblay y su equipo estableció un enlace directo entre el calcio y un menor riesgo cardiovascular entre los que hacían dieta.

Fuente: Eureka Alert