17 de diciembre de 2008

El impacto de las dietas bajas en hidratos sobre la capacidad cognitiva femenina


Un nuevo estudio indica que las dietas bajas en carbohidratos afectan a la capacidad de las mujeres para pensar correctamente.

Los investigadores estadounidenses compararon dos dietas de adelgazamiento: una baja en carbohidratos, como la Atkins, y otra baja en calorías; y observaron que siguiendo una dieta baja en carbohidratos la capacidad cognitiva de las mujeres empeoraba. Posteriormente, al reintroducir los carbohidratos, las mujeres recuperaron su capacidad cognitiva.

En el estudio, que será publicado en la revista Appetite en febrero, se observaron 19 mujeres, de edades comprendidas entre 22 y 55 años de edad. Durante tres semanas, nueve mujeres siguieron una dieta baja en carbohidratos y las otras diez, una dieta baja en calorías recomendada por la American Dietetic Association.

Mientras seguían las dietas, las mujeres completaron cinco sesiones de pruebas que evaluaban las capacidades cognitivas, incluidas la atención, la memoria espacial y la memoria a largo y corto plazo.

Las mujeres que seguían la dieta baja en carbohidratos fueron empeorando gradualmente en las pruebas relacionadas con la memoria, en comparación con las que seguían la dieta baja en calorías. Sus tiempos de reacción también fueron más lentos.
Sin embargo, las de la dieta baja en carbohidratos respondieron mejor que las de la dieta baja en calorías en la prueba de atención.

“Aunque este estudio solo realizó un seguimiento de las participantes durante tres semanas, los datos sugieren que las dietas pueden afectar a otras cosas además del peso”, señaló Holly A. Taylor, coautor del estudio.

“El cerebro necesita glucosa para tener energía y las dietas bajas en carbohidratos pueden ser perjudiciales para el aprendizaje, la memoria y el razonamiento”.

Fuente: Nursing Times

12 de diciembre de 2008

Las vitaminas no reducen el riesgo de cáncer


Dos amplios estudios estadounidenses, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, indican que tomar vitamina C o E no reduce el riesgo de cáncer de próstata, ni otras formas de la enfermedad.

Ambos ensayos se llevaron a cabo después de encontrar algunos indicios que indicaban que tomar suplementos de estas vitaminas podría tener efectos positivos, pero tras haberse completado dos estudios, uno de 35.533 hombres y otro de 15.000 médicos, los resultados de ambos indican que no hay ninguna prueba de que el índice de cáncer fue menor en los hombres que tomaron los suplementos.

Una serie de ensayos había sugerido que tomar vitaminas podría reducir el riesgo de ciertos cánceres potenciando los niveles de antioxidantes beneficiosos que trabajan para minimizar el daño en los tejidos, pero los últimos estudios han aportado resultados más definitivos, al incluir unas cifras importantes de voluntarios.

En el primer estudio, investigadores de la Universidad de Texas y el Cleveland Clinic Lerner College of Medicine dieron a hombres sanos el mineral traza selenio, vitamina E, ambas cosas o una píldora placebo.

El equipo pretendía realizar un seguimiento de todos los participantes durante al menos 7 años, pero el ensayo se detuvo antes, debido a sus resultados totalmente decepcionantes.

Los investigadores observaron que estadísticamente no había diferencias significativas en el número de hombres que desarrollaban cáncer de próstata en los cuatro grupos.

En todos los casos, la proporción de hombres diagnosticada con cáncer de próstata a lo largo de un período de 5 años fue del 4% al 5%.

En el segundo estudio, investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston comprobaron el impacto de un consumo regular de suplementos de vitaminas C y E en los índices de cáncer entre 14.641 hombres médicos.

A lo largo de 8 años, tomar vitamina E no tuvo ningún efecto sobre los índices de cáncer de próstata u otros tipos de cáncer, en general. La vitamina C tampoco produjo ningún efecto significativo.

Fuente: BBC Health

11 de diciembre de 2008

Frutos secos y dieta mediterránea protegen el corazón


Científicos han descubierto que tomar una ración de frutos secos sobre una dieta «mediterránea» puede reducir los síntomas de un precursor de enfermedad coronaria.
Los investigadores probaron el plan de alimentación en pacientes con síndrome metabólico, un grupo de síntomas que incluyen obesidad, tensión arterial alta, niveles elevados de colesterol y problemas de insulina.

El síndrome se considera un indicador temprano de que un paciente acabará por desarrollar una enfermedad coronaria o diabetes.

Los científicos estudiaron los efectos obtenidos al cambiar la dieta de 1.200, dos tercios de los cuales padecían el síndrome.

Tras alimentarse con dietas diferentes durante un año, el número de pacientes con el síndrome se redujo un 13,7% entre los que siguieron una dieta mediterránea rica en pescado, fruta y vegetales, además de tomar 30gr. de frutos secos al día.

También se produjo una disminución, aunque más pequeña (del 6,7%), entre los que siguieron una dieta mediterránea con una porción extra de aceite de oliva.

Una dieta normal baja en grasa también redujo el número de pacientes con el síndrome, pero tan solo un 2%, según los resultados publicados en la revista Archives of Internal Medicine show.

Los que tomaron frutos secos con regularidad también experimentaron una reducción de cintura.

Los investigadores de la Universidad de Rovira i Virgili, en España, que realizaron el estudio, creen que el motivo de este efecto podría estar en que los frutos secos ayudan al cuerpo a resistir el daño que la insulina produce en las células.

Fuente: The Telegraph

9 de diciembre de 2008

El vino tinto aporta omega-3


El consumo moderado de alcohol está asociado con unos niveles más elevados de ácidos grasos omega-3 en plasma y glóbulos rojos. Este ha sido el principal descubrimiento del estudio europeo IMMIDIET que se publicará en enero en la revista American Journal of Clinical Nutrition.

Este estudio sugiere que el vino es mejor que otras bebidas alcohólicas. El efecto, que podría deberse a otros compuestos distintos del alcohol en sí, puede ser la clave para entender el mecanismo subyacente a la protección coronaria observada en los bebedores moderados de vino.

El estudio IMMIDIET examinó a 1.604 ciudadanos de tres zonas geográficas: el suroeste de Londres, en Inglaterra; Limburg, en Bélgica; y Abruzzo, en Italia. Gracias a una estrecha cooperación con médicos de cabecera de estas zonas, todos los participantes fueron sometidos a un completo examen médico, que incluía rellenar un cuestionario de frecuencia alimentaria sobre el último año para evaluar su dieta, incluido el consumo de alcohol.

Se considera que los ácidos grasos omega-3 protegen de las cardiopatías isquémicas y de la muerte súbita cardíaca, por lo que una concentración elevada en sangre de ellos es, definitivamente, buena para nuestra salud.

Ahora, estos investigadores europeos han descubierto que un consumo moderado de alcohol actúa como ‘disparador’, potenciando la cantidad de ácidos grasos omega-3 en nuestro cuerpo.

«Varios estudios han indicado que el consumo moderado de alcohol, incluido el vino, está relacionado con la protección frente a cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares isquémicos, señaló Romina di Giuseppe, de los laboratorios de investigación de la Universidad Católica de Campobasso y autora principal del estudio. Aunque los mecanismos no están completamente definidos, se encontraron algunas pruebas de que el consumo de alcohol podría influir en el metabolismo de los ácidos grasos poliinsaturados esenciales, como los omega-3. Eso es exactamente lo que hemos observado en nuestro estudio poblacional, añadió. Las personas que beben cantidades moderadas de alcohol (una copa diaria para las mujeres y dos para los hombres) presentaron una concentración más elevada de ácidos grasos omega-3 en plasma y de glóbulos rojos, independientemente de su consumo de pescado».

Sin embargo, profundizando aún más, los investigadores de la Universidad Católica de Campobasso (en Italia) y de la Universidad de Grenoble (en Francia), prestaron atención al tipo de bebida alcohólica consumida por los participantes, con el fin de averiguar si los elevados niveles de ácidos grasos omega-3 detectados se podían atribuir al alcohol en sí o a otras sustancias.

«Por estudios previos conocíamos la existencia de una relación entre el consumo de vino y un incremento en la concentración de ácidos grasos omega-3”, señaló Michel de Lorgeril, de la Universidad de Grenoble, colaborador del proyecto IMMIDIET y coautor principal del estudio. “Sin embargo, no fue posible separar los efectos del vino de los de la cerveza y otras bebidas alcohólicas. Nuestro estudio de 3 poblaciones con diferentes hábitos alimenticios y diferentes consumos de bebidas alcohólicas nos permitió analizar este aspecto».

Los análisis realizados con diferentes bebidas alcohólicas, señaló Licia Iacoviello coordinadora del estudio IMMIDIET en la Universidad Católica de Campobasso, indicaron que la asociación entre al alcohol y los ácidos grasos omega-3 se encontraba tanto en los bebedores de vino como en los de cerveza u otras bebidas alcohólicas. No obstante, la relación era más fuerte en los bebedores de vino, lo que sugiere que algún otro componente del vino distinto del alcohol está asociado con la concentración de ácidos grasos omega-3. Nosotros intuimos que el efecto se puede atribuir a los polifenoles» compuestos que se producen de forma natural y están presentes en muchas bebidas y alimentos. Gracias a su elevada actividad antioxidante, estos compuestos son capaces de reducir los procesos de oxidación causados por los radicales libres.

Fuente: Science Daily

3 de diciembre de 2008

Influencia de los genes en los riesgos de la obesidad


El riesgo de que las personas obesas desarrollen el síndrome metabólico que conduce a diabetes, hipertensión y enfermedad coronaria, no se puede resolver mediante un programa de dieta única, igual para todos, según nuevos resultados científicos.

Los resultados de Lipgene, un programa de investigación de la UE de cinco años de duración, indican que las dietas de nutrición personalizada, basadas en la composición genética de las personas serán el modo que se utilizará en el futuro para combatir la obesidad y los riesgos para la salud asociados a ella.

Actualmente, la obesidad le cuesta a la UE una cantidad estimada de 32.800 millones de euros al año. Y, al ritmo actual, se estima que un 50% de los europeos serán obesos en el 2050.

La obesidad, uno de los principales problemas de salud a nivel mundial, se produce cuando se consume un exceso de calorías y se gasta una cantidad insuficiente de energía (inactividad física) y está directamente relacionada con varias enfermedades comunes como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer.

“Analizamos los datos de 500 voluntarios de toda Europa que participaron en un programa dietético para medir los efectos de diferente dietas en el desarrollo del síndrome metabólico asociado con la obesidad”, señala la profesora Helen Roche, del Instituto alimentario y de salud del University College Dublin, una de las principales científicas del programa Lipgene.

“A los voluntarios, cada uno de los cuales fue previamente identificado como obeso y en riesgo de desarrollar complicaciones de salud asociadas a ésta, se les asignó una de cuatro dietas específicas”, explica la profesora Roche. Una era rica en grasas saturadas, como la típica dieta irlandesa; otra era rica en grasas monoinsaturadas, como la típica dieta mediterránea y las otras dos eran bajas en grasa, pero una de ellas incluía un suplemento de aceite de pescado.

“Tras completar el programa dietético se realizaron pruebas a los voluntarios para comprobar si había reducciones en cualquiera de los cinco factores principales asociados con el síndrome metabólico: glucosa en sangre elevada; niveles elevados de grasa en sangre; tensión alta; una cintura de más de de 100cm; y unos niveles bajos de colesterol bueno (HDL)”.

“Los resultados mostraron que los diferentes tipos de grasas tenían diferentes efectos sobre la salud. Una dieta rica en grasas saturadas empeoraba el perfil metabólico de los sujetos, mientras que el aceite de pescado producía unos efectos positivos. Pero ciertos grupos de genes determinaron la respuesta de un voluntario ante las intervenciones dietéticas. Algunos voluntarios experimentaron efectos positivos evidentes, mientras que otros apenas experimentaron algún cambio o ninguno en los indicadores de síndrome metabólico”, señala Roche.

Puesto que las variaciones genéticas comunes o polimorfismos identificados en el grupo de voluntarios están presentes en el 25% – 30% de la población general, la muestra es clínicamente relevante, según los científicos. Los resultados se contrastarán ahora con diferentes cohortes de población de Irlanda y otras partes de Europa.

Si los resultados se confirman en estudios posteriores, veremos la creación de tratamientos dietéticos y terapias nutricionales para la obesidad más eficaces.

Fuente: Science Daily

27 de noviembre de 2008

Una buena alimentación para evitar la gripe


Según un artículo publicado esta semana en physorg.com, una investigación realizada por la profesora de inmunología nutricional Elizabeth Gardner, de la Universidad Estatal de Michigan, indica que las personas que hacen dieta o consumen menos calorías durante el invierno podrían ser más propensas a perder la batalla contra el virus de la gripe.

En un estudio publicado en el número de noviembre de la revista Journal of Nutrition, Gardner mostró que los ratones con una dieta de restricción calórica eran más propensos a morir durante los primeros días de infección que los ratones con una dieta normal. La restricción calórica consiste en reducir la ingesta de calorías hasta un 40% de una dieta normal, manteniendo una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.

Si la persona se ve expuesta a una nueva cepa de gripe, de la que el cuerpo no ha fabricado los anticuerpos adecuados para protegerse de la infección, ése dependerá de que las células eliminen el virus, señaló Gardner. «Las células asesinas naturales son importantes para controlar la infección vírica en sus primeras etapas, porque actúan rápidamente tan pronto como encuentran células infectadas por el virus. Nuestros estudios indican que los ratones con restricción calórica son más susceptibles a la gripe y sus cuerpos no están preparados para producir la cantidad de células asesinas naturales necesaria para hacer frene al estrés de combatir una infección».

En la investigación de Gardner, al ser expuestos al virus, tanto los ratones bien alimentados como los de la restricción calórica mostraron una disminución en la ingesta de alimentos mientras intentaban combatir la infección. No obstante, los ratones con la dieta de restricción calórica tardaron más en recuperarse y presentaron una mortalidad más elevada, además de pérdida de peso y otros efectos negativos. Aunque ambos grupos siguieron dietas enriquecidas con las vitaminas adecuadas, los ratones que consumían cantidades normales de alimentos recuperaban antes el apetito y se curaban más rápido.

«Nuestra investigación indica que si el cuerpo está listo para combatir un virus nuestra recuperación será más rápida y los efectos no serán tan graves como si está sometido a una restricción calórica», señaló Gardner. «Los adultos pueden reducir las calorías de su dieta ocho meses al año, pero durante los cuatro meses que dura la estación de la gripe deben incrementarlas para estar preparados. Hacen falta reservas para que el cuerpo esté preparado para un estrés adicional, incluido el de combatir un virus».

Fuente: Physorg

24 de noviembre de 2008

Consejos para no engoradar en Navidad


Estrategias para una alimentación saludable en las fiestas navideñas.
Con las vacaciones navideñas justo a la vuelta de la esquina y el turrón y los dulces navideños en mente, muchos de nosotros nos preguntamos si tendremos que aflojarnos un par de agujeros el cinturón después de todos esos banquetes. Y los que hacen dieta son los más preocupados al respecto.

Pero, según Jennifer Ventrelle, nutricionista y dietista registrada del Rush University Medical Center (Centro médico de la Universidad de Rush), con la aplicación de unas sencillas estrategias, no tenemos porqué acumular peso. Alugnos de sus consejos están recogidos en este artículo.

Ser realista: intentar hacer dieta durante las vacaciones está avocado al fracaso y constituye una tortura personal. Hay que fijarse un objetivo alcanzable, como mantener el peso.

Salir y divertirse, pero tomando ciertas medidas: los banquetes son una parte importante de la diversión navideña, pero hay que procurar no ir nunca hambriento a una fiesta; conviene tomar antes un aperitivo saludable, como un yogur, una pieza de fruta o unas lonchas de pechuga de pavo o jamón york. De ese modo, estaremos demasiado llenos como para atiborrarnos en los postres.

Comer menos a mediodía: tomar comidas frugales con pocas calorías durante el día para compensar los excesos de la cena; y durante ésta, comer despacio y en un plato pequeño. Conviene tomar una primera ración pequeña, así, si el anfitrión espera que tomemos una segunda, el total será una cena de tamaño normal. Otra sugerencia es tomar nuestros alimentos favoritos, aunque en porciones pequeñas, en lugar de quedarnos con las ganas. Saborear una pequeña cantidad, a menudo, ayuda satisfacer un antojo.

Hacer vida social: mientras charlamos con amigos y familiares comemos menos. Basta con no permanecer cerca de la mesa del buffet, donde podamos sentirnos tentados a picar. También conviene sostener una bebida en la mano para evitar consumir más comida.

Participar como invitado: si vamos a cenar a casa de amigos o familiares, podemos ofrecer a llevar algo de comer y, así, aprovechar para llevar algo saludable, como fruta fresca.

Moverse: disminuir la actividad física es uno de los principales factores que contribuyen a engordar en vacaciones. Sin ejercicio quemamos menos calorías y es probable que comamos más. Una opción es dar varias vueltas por el centro comercial antes de empezar a comprar, convencer a un miembro de la familia para que salga a dar un paseo con nosotros, no aparcar lo más cerca posible del centro comercial y subir por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.

Planificar los menús: Planificar las comidas y cenas de la epoca navideña con conciencia. Un pavo asado tiene menos calorías que solomillo en hojaldre con salsa cremosa. Unas verduras a la plance o al vapor son mucho más sanas que unas patatas fritas o asadas en aceite. Un aperitivo de jamón serrano, lomo, aceitunas, tomate cherry etc. tiene menos calorías que un aperitivo en el que abundan las patatas fritas, frutos secos fritos y alimentos rebozados. Planifica los menús para lograr una alimentación festival y equilibrada. Ver Mis Recetas de Navidad y Recetas de Navidad

21 de noviembre de 2008

Relación entre obesidad infantil y anuncios de comida rápida


Un nuevo estudio publicado este mes en la revista Journal of Law and Economics indica que una prohibición de los anuncios de comida basura en los EEUU podría reducir hasta un 18% la cifra de niños con sobrepeso. El estudio señala también que eliminando los gastos deducibles asociados a los anuncios televisivos se obtendría una reducción de la obesidad infantil, aunque en menor grado.

El estudio ha sido realizado por la National Bureau of Economic Research (NBER) con financiación de los National Institutes of Health (NIH). Los economistas de la NBER Shin-Yi Chou, de la Universidad de Lehigh, Inas Rashad, de la Universidad Estatal de Georgia y Michael Grossman, del Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York son coautores del trabajo que mide el número de horas de mensajes de publicidad televisiva sobre comida basura que visualizan los niños a la semana.

Los autores observaron que una prohibición de los anuncios televisivos de comida basura en horario de programación infantil reduciría un 18% la cifra niños de 3 a 11 años con sobrepeso, y un 14% la de adolescentes de 12 a 18 años con sobrepeso. El efecto es más marcado en los hombres que en las mujeres.

Aunque una prohibición sería eficaz, los autores se cuestionan también si una implicación de este grado por parte del gobierno y los costes de la implementación de dichas políticas constituyen una opción práctica. En caso de seguir esta línea, EEUU se sumaría a Suecia, Noruega y Finlandia como únicos países que han prohibido el patrocinio comercial en los programas infantiles.

El estudio observó también que la eliminación de los gastos deducibles ligados a la publicidad produciría igualmente una reducción de la obesidad infantil, pero a un ritmo más bajo (del 5-7%). La publicidad se considera un gasto comercial y, como tal, se puede deducir de la base imponible. Según los autores, esta eliminación equivaldría a incrementar el precio de la publicidad un 54%. Esto, consecuentemente, tendría como resultado una reducción en el número de anuncios publicitarios de comida basura: un 40% de los destinados a niños y un 33% de los destinados a dolescentes.

El estudio, el mayor de su clase para relacionar directamente la obesidad infantil con la publicidad de la comida basura en la televisión estadounidense, se basa en la observación de los hábitos de cerca de 13.000 niños, utilizando los datos de la “1979 Child-Young Adult National Longitudinal Survey of Youth” y la “1997 National Longitudinal Survey of Youth”, ambas realizadas por el Ministerio de Trabajo estadounidense.

Fuente: Medilexicon

14 de noviembre de 2008

Los riesgos de acumular grasa en la cintura


El lugar del cuerpo en el que acumula la grasa puede suponer una gran diferencia para la salud. Investigadores alemanes señalan que incluso en gente con peso normal, un exceso de grasa acumulada en la zona abdominal puede incrementar el riesgo de muerte prematura.

El Dr. Tobias Pischon, epidemiólogo y médico en el Instituto Alemás de Nutrición Humana de Potsdam, analizó los datos recogidos en una extensa base de datos europea de sujetos. Entre 359.000 sujetos a lo cuales se les realizó un seguimiento de cerca de 10 años, los que tenían la mayor medida de cintura (102,6cm o más en los hombres y 88,9cm o más en las mujeres) tenían el doble de probabilidades de morir de forma prematura que los que tenían las cinturas más delgadas (menos de 85,9cm en los hombres y 70,1cm en las mujeres). Al final del estudio, 4.232 de las personas con las cinturas más gruesas habían muerto por varias causas, desde enfermedades coronarias a cáncer, mientras que tan solo 2.155 de las personas con las cinturas más delgadas murieron durante el mismo período de tiempo. Lo más sorprendente fue que la asociación se daba incluso en hombres y mujeres que no padecían de sobrepeso.

Las recomendaciones actuales sobre obesidad dependen del índice de masa corporal (IMC), una proporción de la altura y el peso. El problema es que muchos expertos han observado que el componente del peso no distingue entre grasa y masa muscular ni tiene en cuenta cómo está distribuida dicha grasa. Investigaciones recientes sugieren que la grasa que se acumula en la zona media (en zonas profundas del cuerpo y alrededor de los órganos) es más probable que contribuya a enfermedades como las coronarias y la diabetes, dado que es más activa metabólicamente. Estas célula adiposas, conocidas como grasa visceral, tienden a segregar hormonas y citokinas que pueden acabar con la energía y alterar su equilibro bioquímico; en cambio, la grasa subcutánea, que se encuentra justo bajo la piel en otras partes del cuerpo, es más inerte, actuando principalmente como depósito de energía.

El estudio de Pischon destaca la importancia de medir la cantidad de esta grasa visceral más activa y, como sugieren sus resultados, la circunferencia de la cintura puede ser un marcador eficaz

Fuente: Time Health

7 de noviembre de 2008

Causas de obesidad: no saber cocinar


Esta semana el cocinero Jamie Oliver afirmó ante los miembros de un comité parlamentario del Gobierno Británico que la epidemia de obesidad en el Reino Unido trasciende las clase sociales porque, por primera vez en la historia, gran número de personas de todos los grados económicos no saben cocinar.

Oliver afirmó ante el comité, creado para encontrar soluciones a los problemas de salud entre la población – especialmente la obesidad – que la crisis de salud del país no tiene nada que ver con la clase social o el dinero, sino mas bien con el «conocimiento», y pidió al gobierno que invierta 6.500 millones de libras en educación alimentaria a lo largo de los próximos diez años.

Señaló lo que considera fallos en los planes del gobierno de enseñar a los niños de primaria a cocinar, y afirmó que es una «maldita desgracia» que apenas 5.000 de las 125.000 cocineras del país tengan alguna formación en alimentación saludable.

Advirtió a la comisión de una crisis increíblemente profunda causada por una pobre nutrición, y pidió controles para el sector de la comida rápida con el fin de contrarrestar la influencia comercial que incita a las personas a comprar comida rápida nada sana.

Oliver se ofreció también a ayudar al gobierno a elegir una persona para ocupar un puesto parecido a un ministro de la alimentación, alguien que podría estar pendiente de todo esto durante los próximos 10 años. Tras la sesión, señaló a los periodistas que él no aceptaría el puesto, ya que considera que puede ser más eficaz ayudando desde fuera que desde dentro.

Durante la audiencia, Oliver rechazó la idea de que una alimentación pobre era un problema de la clase social. «Hay cantidad de hombres de ciudad que ganan mucho dinero y no saben alimentar a sus hijos, ni con una tarjeta oro», señaló.
Oliver afirmó que mientras que en el pasado, cuando había escasez de dinero, la gente sabía cómo hacer comidas frescas y nutritivas con poco prespuesto, ahora hay una “generación de padres jóvenes” que no saben cocinar y se ponen nerviosos ante ingredientes crudos.

La respuesta, según él, está en enseñar a la gente a cocinar desde muy jóvenes. Aprobó los planes del gobierno de enseñar a cocinar a los niños de primaria, pero señaló que, dado que no entra en los planes de la Ofsted (Office for Standards in Education) evaluar las clases de cocina el gobierno ,no se podrá saber si están funcionando o no. Por otra parte señaló que los profesores de economía doméstica (clases de cocina de secundaria) que todavía ejercen constituyen un cuerpo «triste, deprimido y desmoralizado».

También añadió que la School Food Trust, organismo creado en el 2005 por recomendación de Oliver con 15 millones de libras de financiación gubernamental para mejorar la calidad de la comida en las escuelas (calidad calificada entonces por Oliver como vergonzosa), necesita más apoyo. Alabó al organismo, pero destacó que puesto que «todavía es semidependiente del gobierno no siempre puede decir toda la verdad».

Fuente: The Guardian