Sorpresa en Burgos
Menuda sorpresa me lleve, estaba en Santo Domingo de Silos visitando como otras veces ese encantador monasterio, y pregunte si existia algun restaurante en el que no me pusieran lo tipico de esta zona, morcilla,chorizo, lechazo, por cambiar un poco.
Me comentaron que si no me importaba hacer unos kilometros, apenas 25 km, y dije que no.
Me enviaron a un pueblo llamado Hontoria de Valderados me encontre con un precioso molino antiguo restaurado pero la sorpresa la encontre dentro.
El comedor muy acogedor , el personal que atendia amable y eficaz, una carta de vinos muy extensa con varias denominaciones de origen, mucho Ribera del Duero, logico.
Pero la gran sorpresa fue la comida jamas pense que en esta zona en la que solo existe lo que comente antes. lechazo , etc. podria encontrar una cocina tan diferente tanto en los productos ,como en la elaboracion, decoracion de platos.
¡ Que sabores ¡ no me lo podia creer.
Pregunte por el cocinero me dijeron que era ¡¡ Holandes ¡¡ y yo conteste ¿qué hace un Holandes en un pueblo tan pequeño de Burgos? Lo que mas me llamo la atencion es que nos dieron las gracias por comer alli, ultimamente en los restaurantes parece que tienes que dar tu las gracias por que te atiendan.
Al volver a casa mire en guias y encontre este restaurante en muy pocas guias, me extraño por que con esa calidad.
Tiene un valor añadido la ubicacion del sitio hay que ir a buscarlo quiza eso tambien forme parte de su encanto. Le escribo esta carta para que lo visiten y me den su opinion.