Siete tips para enfrentarse al menú de Navidad y disfrutar de él sin miedos
La Navidad no es época para pensar en adelgazar. Lo importante es disfrutar e intentar mantener el peso actual. Aquí podéis leer consejos simples y sencillos para no comer en exceso y ganar mucho peso en estas fechas.
Disfruta de la Navidad, que son dos días
La Navidad es una época para disfrutar. En mi opinión, se debe disfrutar de la Navidad y de las comidas típicas en familia y con los amigos, y olvidarse por un día de los kilos de más o de si este alimento engorda o no, incluso de la dieta o plan dietético para adelgazar. El objetivo de estas fiestas no debe ser adelgazar, sino que debemos conformarnos con disfrutar y a la vez mantener el peso.
Eso sí, no es lo mismo disfrutar en los días clave que llevar desde noviembre comiendo polvorones, turrones y dulces de Navidad. Lo ideal, desde mi punto de vista, es comer los días clave lo que te apetezca, pero el resto de días dentro del período de la Navidad intentar compensar los excesos y comer sano, ligero y equilibrado. Eso sí, mucho cuidado, porque las personas que tienen algún problema de salud que les obliga a preocuparse por la alimentación deben cuidarse sin excepciones. En estos casos si que puede no valer saltarse las normas porque son dos días. Se debe disfrutar al máximo pero dentro de los límites de cada persona.
Si sólo te excedes los días clave y los intentas compensar de una forma razonable (no vale dejar de comer durante dos días, ni tampoco comer sólo manzanas los dos días siguientes a la Navidad o dietas por el estilo) conseguirás terminarla casi como la empezaste, sin kilos de más y sin pesadez o «deseando que la Navidad acabe» para dejar de comer.
De todas formas, también es importante empezar a darse cuenta de una gran verdad: para celebrar la Navidad (y cualquier fiesta en general) no hacen falta los excesos, ni comiendo ni bebiendo. Se puede disfrutar de esa celebración y comer de todo lo que nos apetezca de la mesa, olvidándonos de si engorda o no, pero cuidando al menos las cantidades, para luego no tener que sufrir los excesos y que sean fácilmente compensables.
7 consejos para sobrevivir a la Navidad sin muchos excesos
- Procura comer de manera habitual durante los días «no festivos» de la Navidad. Si sólo comes de más los días clave de la Navidad, como en la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, pero el resto de día haces comidas normales, verás como apenas queda rastro de estas fiestas en ti.
- Si la comida o la cena van a ser más tarde de lo que sueles hacerlas de forma habitual, toma antes un tentempié ligero. Así evitarás llegar a la comida con mucha hambre y también, la ansiedad. En resumen, evitarás devorar todo lo que te pongan delante. Eso sí, elige tentempiés ligeros, como unos frutos secos o una pieza de fruta. Lo importante es no sentarse a la mesa con hambre. Por supuesto, ni se te ocurra no desayunar o merendar antes de la comida de Navidad o de la cena de Nochebuena.
- No te prives lo que más te gusta pero cómelo en pequeñas cantidades. De todo lo que haya en la mesa, elige sólo lo que más te guste, y disfruta de ello sin remordimientos. Eso sí, cuidado con las cantidades. Si te conciencias y tratas de disfrutarlo al máximo verás como es suficiente con probarlo. Así podrás seguir disfrutando de otros platos y sabores sin excederte demasiado.
- Escoge, además de lo que más te gusta, algún plato ligero como una ensalada si la hay, o unas verduras.
- Elige también tu plato favorito y dale prioridad. Con esto quiero decir que si te encantan los postres, debes tomar los aperitivos y el plato principal sabiendo que todavía queda el postre y que quieres probarlo. Nada de llegar lleno al postre y como es lo que más te gusta, seguir comiendo aún sin hambre por probarlo. También es buena opción comer sólo aquello que más te gusta, y no probar todos los postres que haya sobre la mesa por si descubres un nuevo sabor. Si ningún postre dulce te llama la atención y hay opción de comer fruta, ¡eso que te llevas!
- Entre vaso y vaso de vino puede ayudar beber un vaso de agua para calmar la sed, y de paso, ahorrarte unas cuantas calorías.
- Tras comer, salir a dar un paseo, ir a la feria caminando si queda cerca, ir a bailar, jugar con los niños, patinar sobre hielo, o hacer cualquier actividad con cierto movimiento puede ayudar a tener una mejor digestión.
Son pequeños consejos que pueden marcar la diferencia entre ganar unos kilos o mantenerse como se empezó la Navidad. Recuerda, estas fechas son para disfrutar, pero siempre dentro de unos límites para no arrepentirnos luego. Espero que os sirvan de ayuda.
¿Vais a seguir algunos de estos consejos? ¿Utilizáis algún otro consejo que queráis compartir? ¡No dudéis en hacerlo!
Hola Elena!
Pues creo que no es buena opción. Lo ideal es mantener la normalidad lo máximo posible, y saltarte comidas no es lo más adecuado. Yo compensaría, más que saltándome comidas, eligiendo alimentos y formas de cocción más ligeros. Además, si no desayunas, al final lo que pasará es que comerás más. Es mejor tomar un desayuno sano y equilibrado y luego tener menos hambre a mediodía, te ayudará a controlarte!
Gracias por comentar!!
Ester
Yo normalmente cuando se que voy a comer mucho no desayuno, ¿qué opinas? También hay veces que después me salto la cena para compensar.